El Gobierno confirma la pérdida del control del espacio público

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró esta mañana que "no se va a reprimir nunca" a los piqueteros, y defendió la política del Gobierno frente a los cortes de rutas y calles, al sostener que con esa estrategia se redujo notoriamente la cantidad de protestas. "No se va a reprimir nunca", enfatizó Fernández, quien señaló que "el camino" elegido por el Gobierno "es un poquitito más largo", pero defendió que se avance "sin sangre, sin heridos y sin muertos". El titular de la cartera política señaló que las protestas pasaron "de 3 mil a trescientas por mes", entre enero de 2002 y la actualidad. "La mayoría de los grupos piqueteros se han desarmado o abocado a otro tipo de acciones", destacó Fernández, quien consideró que las protestas que todavía se realizan tienen "un fuerte condimento político". De este modo, se destaca el análisis maniqueo que hace el Ministro del Interior sobre la cuestión, por cuanto presenta un escenario en el que, o bien se permiten los cortes de calles y la violencia asociada a estos modos de protesta, o bien se producen muertos. Tales declaraciones confirman nuevamente que el Gobierno ha perdido el control del espacio público, y que éste ya no pertenece siquiera a personas que protestan con debida justificación, sino que abiertamente está en poder de grupos extremistas y activistas políticos que, por una razón u otra, son permanentemente eximidos de dar cuenta ante la Justicia y se movilizan con total impunidad. Una de las razones por las cuales el Gobierno Nacional ha perdido perspectivas y apoyos entre la sociedad porteña últimamente -tal como lo muestran notables descensos en la imagen pública del Presidente-, se derivan de la notable pasividad que el Gobierno del Presidente Kirchner observa frente al piqueterismo, que a fin de cuentas es un fenómeno en extremo localizado y además escasamente representativo de la sociedad argentina.