Turismo en los Estados Unidos; la eterna vigencia de un gigante

Progresivamente, el turismo internacional ha comenzado a reactivarse. Tras casi dos años de severas restricciones, viajeros de todo el mundo han reformulado sus planes para tomarse un merecido descanso -acaso postergado a raíz de las reprogramaciones de vuelos y relacionados.


De tal suerte que los Estados Unidos de América -destino de peso, si los hay- han vuelto a brillar como notorio receptor del turismo global, recibiendo otra vez a millones de personas provenientes de todos los rincones del planisferio.

Así las cosas, el futuro visitante contará con numerosas y enriquecedoras alternativas; desde disfrutar de extensas caminatas por las populosas y cosmopolitas calles del Soho neoyorquino; regocijarse con las más imponentes obras arquitectónicas que dan forma al paisaje de la ciudad de Chicago (alias 'Windy City'); respirar el aire marino y caribeño de Miami y otros paraísos floridianos; recorrer visualmente la rica historia americana en Boston -para muchos, un secreto bien guardado-; o bien inspirarse con los inimitables atardeceres de San Francisco -conduciendo un vehículo de alquiler a través del Golden Gate hacia Sausalito, visitando distintos rincones de la ciudad en sus icónicos tranvías o trams, degustando productos de mar en sus reconocidos Piers, y tanto más.

Los Estados Unidos son un universo turístico en sí mismos; los visitantes más venturosos acaso se vean tentados con alquilar un automóvil en el aeropuerto internacional de Los Angeles para, una vez finalizada la rush hour u hora pico (aproximadamente a las 10 de la mañana), dejarse llevar por la tentación del clásico recorrido californiano que conmemora los tiempos en que el territorio era colonia española, y que transportará a los protagonistas a través de la autovía que mira al Océano Pacífico. Periplo que, al decir de los más experimentados, convendrá realizar en dos jornadas y sin el menor apuro; para así tomar aire y recorrer puntos de interés como San Luis Obispo, Monterey, Carmel, la pequeña localidad Solvang (inspirada en inmigrantes daneses) y Big Sur -con San Francisco aguardando al final. Si éste es el plan seleccionado, ¿por qué no descubrir el taciturno pueblo de pescadores de Morro Bay? Instancia idónea para pernoctar 'a mitad de camino' -la oferta en materia de hotelería es tan variada como económica- y retomar el volante a la primera luz de la mañana siguiente. Finalmente, los más inquietos también tienen una opción complementaria y no excluyente: un broche de oro perfecto para la aventura californiana perfectamente podría redondearse con un descenso en el mapa, para rematar con dos o tres noches en Las Vegas. No será necesario referirse con abundancia de palabras a la urbe que fuera rebautizada como Sin City; permita Usted que la interminable y luminosa noche de Las Vegas tome control de su destino -y, ¿quién podría atreverse a cerrarle la puerta en la cara a la Diosa Fortuna? 

Déjese llevar; permita que la imaginación construya su gran Aventura Americana. Los EE.UU. marcarán a fuego la experiencia; una que Usted seguro no olvidará. A partir de aquí, sólo queda repasar los requisitos pertinentes y tramitar la solicitud de visa para Estados Unidos en Argentina.