INTERNACIONALES: BRETT REDMAYNE-TITLEY

En Moldavia, una marcha por la Victoria; una marcha por la Paz

La Unión Europea y OTAN -que respaldaron a la presidente moldava Maia Sandu- tienen un problema bélico entre manos.

17 de May de 2022

 


Read this article in English, by clicking here: In Moldova, A March For Victory…A March For Peace!

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Continuado de las primeras entregas, en los siguientes links:

Destino: Ucrania; primera parte. La ignorancia sobre la guerra.
Destino: Ucrania; segunda parte. ¿Se rebelará Polonia?
Destino: Ucrania; tercera parte. Las mentiras... y los Ojos... de Ucrania
- Destino: Ucrania; cuarta parte. Ucrania, Moldova, Rumanía... versus Transnistria: un escenario de Tercera Guerra

 

La Unión Europea y OTAN -que respaldaron a la presidente moldava Maia Sandu- tienen un problema bélico entre manos. No es un problema ruso. Es un problema para la Paz.
 
Chisinau, Moldavia, Día de la VictoriaEse 'problema de paz' decidió aglutinarse masivamente, en torno del pináculo del Complejo del Aniversario de la Eternidad, en la capital moldava de Chisinau, a efectos de completarse la marcha anual por el Día de la Victoria. La manifestación, como es sabido, conmemora la histórica victoria de Rusia sobre Alemania, en uno de los capítulos finales de la Segunda Guerra Mundial y, naturalmente, se conmemora a quienes ofrendaron sus vidas en esa causa. 
 
Más importante todavía, aquella victoria selló el fin de la influencia nazi en el planeta -al menos, hasta que dieron inicio los hechos de Ucrania, durante 2014. 
 
Sin embargo, con el temor flotando en la atmósfera y con la renovada connotación nazi -inspirada por los Estados Unidos- dirigiéndose hacia el sur, hacia Transnistria y Moldavia (conforme supimos detallarlo en el cuarto capítulo de esta saga), la multitud aquí se mostró energética, con sus más de treinta mil participantes. Moldavia se encuentra en la mira de la OTAN. Y cada ciudadano moldavo lo tiene bien claro.
 
La amenaza contra este maravilloso y prístino país se basa, como ya es costumbre, en una gigantesca mentira occidental.
 
A la OTAN le encantaría lograr que el mundo creyera que Rusia amenaza a Moldavia, y que esa amenaza se corporiza en Transnistria, que cual funge como barrera y frontera natural entre Ucrania y Moldavia. Al hacerlo, los perros de la guerra en Occidente, en compañía de sus esbirros en los medios de comunicación, han expresado que Moldavia se encuentra fracturada entre el asunto ruso y que los moldavos tienen tanto miedo frente a la presencia rusa en Transnistria, que apoyarían una intervención de la OTAN en su tierra.
 
La manifestación de los residentes locales, codo a codo, explicitan el carácter eminentemente falso de aquel relato occidental.
 
Se ha dicho que 'una imagen vale más que mil palabras'. A tal efecto, de presentan algunas de ellas, que registran la marcha del Día de la Victoria. Ciertamente, el aniversario es preciso a efectos de honrar la victoria pero, más importante todavía, lo es para honrar la Paz.
 
Y no hace falta decir mucho más.
 
Dragón y nazismoEn esta oportunidad, se celebró un Aniversario, por todos aquellos que lucharon y por quienes ofrendaron su vida en la guerra, portando el uniforme de las fuerzas armadas rusas. Cuando se conmemora una guerra, también se subraya el valor de la paz. Las miles de personas que tomaron parte portaron fotografías de seres queridos que tomaron parte en numerosos conflictos, incluyendo los de Afganistán y Siria.
 
Al respecto del supuesto temor de los moldavos frente a Rusia y de cara a los hechos de Transnistria, las banderas y pancartas relatan una historia.
 
Sin embargo, un grito se elevó por sobre el resto; cántico del que debieran tomar nota la OTAN, los Estados Unidos y otros títeres. Una réplica a la que todo el mundo debería atender. Ese grito fue 'Russ... Ki... Ya' (Somos rusos).
 
El Caballero es ruso. El dragón es aquí la representación del nazismo.
 
Había uniformes y medallas por doquier. Vestidos por moldavos, con orgullo. Un oficial, al ver que tomaba yo fotografías, me tomó de una solapa para atraer mi atención. Tomó mi brazo y señaló hacia el boulevard, en donde la masiva marcha daba presente.
 
'Todos... Todos nosotros... somos rusos', dijo el hombre, con la amplia sonrisa de moldavo orgulloso.
 
Así, pues, el color anaranjado no remite a la 'Revolución Anaranjada' respaldada por los Estados Unidos en 2014, que derribara al legítimo presidente Viktor Yanukovych del poder en Kiev, evento que plantaría las semillas para la guerra liderada hoy por la OTAN y Ucrania.
 
AnaranjadoEl color anaranjado remite a la Victoria sobre el terror germano. Hoy, este color representa aquí a la paz, en lugar de representar el terror.
 
San Jorge, Medalla, Día de la VictoriaEsta es Georgievskaya, la medalla de San Jorge. Certificando que la presidente del país, Maia Sandu, es también una amenaza para Moldavia. La funcionaria había prohibido su utilización de cara a este Día de la Victoria, y lo propio hizo con las insignias anaranjadas. Pero la prohibición no funcionó; la policía no invirtió tiempo en reforzar la medida oficial.
 
Si se hubiese registrado un sólo arresto, todo se hubiese transformado en un desastre.
 
Estas miles de personas se agruparon en los boulevards, con su implícita exigencia para la presidente Sandu: que haya Paz; no más guerra.
 
Mientras continuaba yo tomando instantáneas, un desconocido pegó esto en el lente de mi cámara. Un mensaje para todo el periodismo. Naturalmente, estoy de acuerdo.
 
Somos rusosDe todos modos, una advertencia especial va para el pequeño 'periodista' británico, presente hacia la izquierda de nuestra última fotografía. Un ignoto reportero de la cadena Sky News, a quien observé plantarse frente a su camarógrafo para cacarear unas líneas pre-escritas.
 
Mientras se tomaba un descanso, y al mirar hacia la creciente multitud de moldavos que portaban banderas rojas de Victoria, el pequeño hombre dijo, textual:

'Sí, claro! ¿Y acaso se cree esta gente que su pequeña manifestación con banderas rojas detendrá esta guerra?'.
 
Periodista de Sky NewsEn apenas una sentencia, cobró forma el mayor de los problemas: aquellas personas que se desempeñan en los medios pro-guerra, cumplen con su tarea de llevar mentiras al concierto bélico, para agitar a la audiencia occidental. ¿Quién será este pequeño demonio de hombre? Lo ignoro.
 
Sin embargo, tanto él y muchos otros deberían agradecer que una mayoría de personas somos amantes de la paz.
 
 
Dedicatoria: a la Paz en la Tierra; que durante demasiado tiempo ya, ha sido olvidada.


 


* El autor, Brett Redmayne-Titley (en Twitter, @WatchRomeBurn) es periodista independiente y fotógrafo. Colaborador, entre otros, en The Unz ReviewZeroHedgeAsia TimesGlobal Research -todos ellos, de Estados Unidos. Su sitio web personal, WatchingRomeBurn.uk. Su correo de contacto: live-on-scene (@) gmx.com.