Estados Unidos: primer debate televisivo entre Mitt Romney y Barack Obama, con claro contraste de filosofías

Tras varios meses de espera, esta noche -frente a una audiencia nacional de millones de televidentes-, el presidente estadounidense Barack Obama y el gobernador de Massachusetts Mitt Romney compartieron escenario en el primer debate presidencial, quedando muy claro desde el principio que ambos aspirantes a la presidencia observan filosofías muy distintas sobre cómo encaminar al país por la senda correcta.

Estas diferencias pudieron notarse en varios pasajes del debate. En particular, al respecto de cómo mejorarían el estado de esta economía –acaso el tema central en estas elecciones– que acusa un desempleo que supera el 10% entre los hispanos. Por si ello fuera poco, la deuda nacional del país supera ya los 16 billones de dolares y pone en peligro la prosperidad económica de todos sus ciudadanos, incluyendo a muchos que llegaron con la meta de mejorar económicamente al emigrar de sus respectivos países.

Los medios han declarado ganador al ex gobernador Mitt Romney. El candidato republicano incluso admitió que los otros dos debates serían una continuación de este primer debate. Sin duda, porque se quedaron sin tocar muchos temas. Y el presidente Barack Hussein Obama luchará con uñas y dientes para ganar los dos últimos capítulos.

Ha quedado bien en claro que Obama aspira a otros cuatro años para poder continuar implementando sus políticas de expansión gubernamental y mayor gasto público. Por su parte, Romney expresó mucho más confianza en el sector privado y la iniciativa individual, especialmente cuando habló sobre cómo reformar los principales derechos a beneficios –Medicaid, Medicare y el Seguro Social– que están llevando a Estados Unidos por un desastroso camino.

Como era de esperarse, el presidente Obama no dejó de martillar con su plan de incrementar los impuestos de los americanos más “ricos” como solución a nuestro déficit. Pero, infortunadamente, y tal como lo hemos estado indicando durante meses, Obama emplea la retórica de los impuestos a los ricos que como eslogan de campaña le sirve bien, pero no acusa sustento en la realidad.

Es de esperar que entre los millones de estadounidensesa que presenciaron el debate televisivo haya habido muchos de origen hispano, dado que son los que se contarán entre los más afectados, gane quien gane las elecciones presidenciales.

Al cierre del debate presidencial, se percibe que los ciudadanos estadounidenses deban hacerse algunas preguntas: ¿cuál es el tamaño y enfoque apropiado del gobierno federal? ¿Cuál es el papel apropiado de la familia, comunidad, iglesia y sector civil en la evolución de la nación? En casi todos los temas destacados de esta noche, las respuestas a estas preguntas formaron parte de la temática abordada por ambos candidatos.

Los ciudadanos elegirán, el martes 6 de noviembre, qué camino deberá seguir nuestra república.

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