NARCOTRAFICO & ADICCIONES: CLAUDIO IZAGUIRRE

Proteger la locura, atacar a la salud

La Presidente Cristina Fernández de Kirchner ha promulgado la nueva Ley de Salud Mental, que observa serias falencias en el abordaje del afectado y dificulta la asistencia en urgencia y emergencia; a la postre, se desprotege al individuo perturbado y a su núcleo familiar.

31 de May de 2013

La Presidente Cristina Fernández de Kirchner ha promulgado la nueva Ley de Salud Mental, que observa serias falencias en el abordaje del afectado y dificulta la asistencia en urgencia y emergencia; a la postre, se desprotege al individuo perturbado y a su núcleo familiar.

En junio de 2010, advertimos frente a los inconvenientes de esta norma, desarrollada por el abogado fueguino Leonardo Gorbacz y que desarticula el Artículo 486 del Código Civil. Esta herramienta servía a los intereses de las familias de los afectados por problemas de drogas, a criterio de lograr la internación de la persona, siendo el objetivo resguardar la vida del afectado, por encima de sus deseos personales.

A partir de ahora, y gracias a la nueva norma ideada por Gorbacz y aprobada por los legisladores del oficialismo, la internación compulsiva ha sido considerada como un secuestro: se procesará como secuestrador al médico tratante, quitándole el título que lo habilitaba para ejercer la profesión. Desde ahora, y a criterio de lograr una internación compulsiva, será necesario contar con la firma de un médico psiquiatra, un Licenciado en Psicología, una Asistente Social y, a posteriori, la firma de un juez. Por si los obstáculos no fueran escasos, dicha internación compulsiva solo exhibirá una duración de treinta (30) días.

La nueva pauta jurídica prohíbe la apertura de nuevos centros "monovalentes", lo que en lenguaje coloquial significa que se impide la creación de nuevos centros de rehabilitación para drogodependientes; en igual orden, regulará los existentes con normativas apuntadas al cierre definitivo de la totalidad de los centros privados de asistencia al adicto.

La Ley de Salud Mental promocionada por el kirchnerismo permitirá al adicto optar por el tratamiento que más le parezca correcto, el tiempo de internación que necesitará y que profesionales podrán -o no- atenderlo. En concreto, esta destructiva norma equipara a la persona dependiente con un médico psiquiatra matriculado. Una asistente social del INADI, por ejemplo, estará en posibilidad deotorgar el alta médica de todas las personas internadas en una institución en forma inmediata, sin necesidad alguna de interconsultas.

La Ley de Salud Mental orienta la atención del drogodependiente hacia los hospitales, los que atienden las consecuencias del consumo de drogas y no la enfermedad en sí misma. Tendremos, como resultado, a una mayor cantidad de adictos pululando por las calles sin rumbo y abandonados a su suerte. Con el peligro que éstos podrán significar para terceras personas.

Así, pues, será interesante observar a los modos en que las consecuencias del consumo de drogas multiplicarán los accidentes automovilísticos, los robos y asaltos violentos, los suicidios, los homicidios, las violaciones y toda suerte de episodios vinculados a la violencia de género, entre otras incontables acciones motorizadas por enajenados. Estos se encuentran, desde ahora, protegidos la nueva Ley de Salud Mental diseñada por el abogado Leonardo Gorbacz y promocionada por sus socios en el kirchnerismo.

 

Claudio Izaguirre | Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA)