Colombia: lo de Los Pozos, Segunda Parte
Lo de Los Pozos volvió a saltar esta semana. La contradicción entre los ministros de Interior, de Defensa y el Director de la Policía...
Lo de Los Pozos volvió a saltar esta semana. La contradicción entre los ministros de Interior, de Defensa y el Director de la Policía, fue zanjado esa noche por el Comandante Supremo de la Fuerza Pública quien declaró: 'Soy el único responsable de las acciones de Los Pozos, Caquetá' y que 'Los mejores juristas internacionales en defensa de derechos humanos serán contratados para defender a los oficiales de policía'. Hace tres semanas, el magistrado suspendió la orden de captura -y en esto llevamos ya cuatro semanas.
Lo anunciado por el Primer Mandatario Constitucional nos da una idea cuando, en su primer acto soberano, dijera: 'Le ordeno a la casa militar me traiga la espada de Bolívar'. La tiene clara; gran parte del discurso inicial se lo dedicó a soldados y a policías.
El Presidente sin la espada, con la que se dio a conocer en 1974 el M-19, no es nadie. 'Con el pueblo, con las armas, al poder'. Y acaba de hacer lo mismo con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC- o Autodefensas Campesinas de Colombia –AUC-, al menos en su territorio, quienes no se sometan por las buenas lo harán por las malas.
El nombramiento de un Ministro de Defensa que nada tiene que ver con la seguridad -pues viene con el 'estigma' de ser un anticorrupto-, la salida de cerca de doce generales de las Fuerzas Militares y otro tanto de la Policía, la designación de un Mayor General como asesor estratégico en el Ministerio de Defensa, y la selección de una Línea de Mando obediente, explica el porqué de tantas bajas de efectivos y no se trata, como el funcionario dice, de obedecer a enemigos políticos.
La Policía es la favorita del gobernante de turno. A eso se agrega lo que recientemente declaró la alcaldesa de Bogotá, cuando echó puyas al entrenamiento de tres mil efectivos, que no se ven.
Y el enemigo son las fuerzas militares, como corresponde. El Robo de armas del Cantón Norte en 1979, la Toma de la Embajada de la República Dominicana en 1980, el hundimiento del barco El Karina, el secuestro al avión de Aeropesca en 1981, la Batalla de Yarumales en 1984, la toma del Palacio de Justicia en 1985, aunque la participación de la policía en este último episodio fue trágico, la conformación del Batallón América en 1986, y la de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en 1987.
Si lo de Los Pozos no fuera tan Grave; de no haberse registrado el homicidio de un policía y de un civil muerto por bala, la pregunta persiste: ¿quién tendría un arma de fuego en esos momentos?
Addenda: al tomarse en consideración el asesinato de los 9 soldados y 9 heridos en El Carmen, la voluntad de paz de ELN está en entredicho.
Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.