PBI chileno crece un 0,3%, anticipando una desaceleración a futuro

El Producto Interno Bruto (PBI) de Chile observó una leve alza del 0,3% a lo largo de su tercer trimestre, en comparación con el año pasado. Esta cifra sintoniza con lo que el mercado anticipaba, en materia de crecimiento económico. La confirmación del guarismo por parte del Banco Central consigna una probable desaceleración en el rumbo futuro de la economía.

La contracción de 1,5% de la demanda interna se explicó a partir del desempeño del consumo de los hogares y la inversión.

 

En esta oportunidad, el PBI exhibió un notorio retroceso, al comparárselo con la expansión evienciada durante el segundo trimestre de 2022, y la de 7,4% del primer trimestre.

Al mensurarse esta estadística frente a datos desestacionalizados, la contracción del PBI es del 1,2% en el tercer trimestre del año.

 

En comunicado oficial, el Banco Central chileno consignó: 'Este resultado se explicó principalmente por el desempeño de los servicios personales, la minería y el comercio'. El contraste entre 2021 está determinado por el nivel alcanzado del 11,7%. Este resultado estuvo signado por las ayudas estatales en un año de pandemia y los retiros anticipados de fondos de pensiones, también para lidiar con las consecuencias ocasionadas por el COVID-19. Se teme que luego de pasado el efecto pre-pandémico de apertura Chile pueda ingresar en un proceso de desaceleración. 

 

Previsiones de cara a 2023

 

Un reciente estudio, desarrollado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), refiere que Chile está en condiciones de ser el único país de América Latina que muestre una contracción del PBI durante 2023 -en el orden del 0,9%.

 

En el informe conocido durante la pasada semana, el consumo privado cedió 2,8%, mostrando un gasto menor en bienes, especialmente en no durables. En tanto el consumo de servicios, ascendió. A su vez las existencias de productos industriales registraron menores stocks. 

 

En lo concerniente al comercio exterior de bienes y servicios, se informó que las exportaciones se incrementaron en un 4,1% y que las importaciones retrocedieron en un 2,7%. Las exportaciones de servicios fueron las princnipales impulsoras de la suba registrada, seguidas por los envíos de bienes. En tanto que, en el apartado de las importaciones, fueron clave los retrocesos evidenciados en productos tecnológicos y derivados del petróleo.


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