Estados Unidos y su objetivo de construir un cuadrante Indo-Pacífico 'Libre y Abierto'

La Administración del presidente estadounidense Joe Biden anunció, recientemente, el esbozo de una novedosa estrategia respecto a la región del Indo-Pacífico, como parte de un esfuerzo en pos de enfatizar la posición de su país en la región. El mensaje de Washington y los países del grupo 'Quad', compuesto por la República de la India, los Estados Unidos de América, el Japón y Australia, refleja su determinación de cumplir su compromiso de construir una región libre y abierta en una amplia gama de campos, desde la seguridad hasta la economía.

La nueva estrategia de Estados Unidos en relación a este sector geográfico fue anunciada en el contexto de un aumento activo de la influencia de Washington en la región, lo que se refleja claramente en la última visita del secretario de Estado Antony Blinken al Japón, a Corea del Sur y a varias naciones insulares del Pacífico.

 

El detalle

 

El plan, dado a conocer por la Casa Blanca el pasado 11 de febrero, contabiliza una docena de páginas y enfatiza su compromiso de buscar un “Indo-Pacífico libre y abierto” a través de la formulación de alianzas más sólidas, el fortalecimiento de las asociaciones emergentes, y mediando también un mayor caudal de inversiones en la región.

 

Entre los planes previstos para los próximos uno o dos años, Washington buscará fortalecer sus elementos disuasivos frente a cualquier la agresión militar en su contra y contra sus aliados y socios en el área. Asimismo, los EE.UU. buscarán reforzar la cooperación con países del sudeste asiático y otras regiones.

 

El anuncio del citado documento coincide con la gira de Antony Blinken en la región, siendo su propósito el comunicar un énfasis frente a las prioridades estadounidenses para este cuadrante del globo.

 

El objetivo de construir un Indo-Pacífico libre y abierto también encuentra eco en la declaración conjunta emitida tras el cónclave llevado a cabo el pasado 11 de febrero en Melbourne (Australia) entre los ministros de Relaciones Exteriores de la alianza “Quad”, a la que asistieron, Marise Payne, de Australia, Subrahmanyam Jaishankar de la India, y Yoshimasa Hayashi del Japón, además de Antony Blinken.

 

En la declaración conjunta, el grupo “Quad” reafirmó su determinación de profundizar el compromiso con los socios en la región, incluso a través del desarrollo de capacidades y asistencia técnica, la garantía de la libertad de navegación y sobrevuelo en el área con vistas a hacer frente a desafíos como la pesca ilegal, a la vez que se promueva la seguridad de las líneas de comunicación marítimas.
 

 

Competencia estratégica y desafíos

 

El cuadrante Indo-Pacífico cuenta, en la actualidad, con las tres economías más grandes del mundo, a saber, los Estados Unidos de América, la República Popular China y el Japón. Mientras tanto, siete de sus miembros figuran entre los ocho mercados emergentes de más rápido crecimiento en el mundo: la República de la India, la República Popular China, Bangladesh, Timor Leste y Papúa Nueva Guinea. Adicionalmente, siete naciones contabilizan a sus respectivas fuerzas armadas como las más poderosas del mundo, entre ellos, los EE.UU., China, la India, el Japón, Corea del Sur, Pakistán y Australia. Finalmente, el sector se caracteriza por una feroz competencia en términos de geoestrategia y recursos naturales; el consecuencia, la posibilidad de que estallen conflictos en esta geografía siempre está latente.

 

En razón de su rol geoeconómico y geopolítico cada vez más importante, la región del Indo-Pacífico hace que la totalidad de las potencias ejerciten permanentes ajustes estratégicos, a efectos de incrementar  su influencia y resguardar sus intereses.

 

En efecto, el anuncio de la estrategia relacionada forma parte de los esfuerzos de la Administración Biden por reforzar su poder e influencia. Junto con ello, el surgimiento de una serie de amenazas, tales como la pandemia de COVID-19, la disrupción en la cadena de suministro global y los desafíos de la seguridad y la competencia por intereses estratégicos, entre otros, hizo que la región haya sido objeto de especial atención por parte de las naciones centrales.

 

Desde una perspectiva optimista, los expertos evalúan que, a partir de la renovada estrategia para el sector, las potencias han intentado fortalecer la cooperación multilateral con el fin de erigir un colectivo dotado de mayor fuerza, asegurando los intereses comunes de la comunidad internacional, así como generando oportunidades para consolidar aún más la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región. No obstante, los citados cambios estratégicos también plantean desafíos para la mayoría de los países de la zona, incluídos los pequeños y aquellos caracterizados como 'en vías de desarrollo'. En consecuencia, a la hora de participar en la cooperación regional, es preciso contar con una estrategia adecuada con capacidad para tomar ventaja de las oportunidades y para velar por los intereses nacionales. En simultáneo, cada país habrá de hacer lo necesario para evitar caer en la espiral de intereses contrapuestos entre las grandes potencias.