Una década de guerra en Siria: diez años de necesidades humanitarias crecientes
El saldo de diez años de guerra en Siria deja un país devastado, con 12 millones de personas desplazadas...
20 de Marzo de 2021
El saldo de diez años de guerra en Siria deja un país devastado, con 12 millones de personas desplazadas -la mitad de la población- y casi el 60% en situación de inseguridad alimentaria. Alrededor de 6,2 millones de personas son desplazadas internas, el mayor número en todo el mundo, la mayoría de ellas viviendo en condiciones precarias.
Buenos Aires, 12 de marzo de 2021. - Desde el inicio de la guerra en Siria hace 10 años, las vidas de la población siria han estado amenazadas. En 2011, la situación pasó rápidamente de protestas localizadas a una guerra a gran escala, dando lugar a una situación humanitaria devastadora que persiste una década después.
En el transcurso de diez años, 12 millones de sirios (la mitad de la población anterior al conflicto), se han visto obligados a huir del conflicto y abandonar sus hogares, a menudo varias veces, convirtiendo a esta situación en la mayor crisis de desplazamiento de este siglo. Muchas de estas personas todavía continúan desplazadas en la actualidad.
En el transcurso de diez años, 12 millones de sirios (la mitad de la población anterior al conflicto), se han visto obligados a huir del conflicto y abandonar sus hogares, a menudo varias veces, convirtiendo a esta situación en la mayor crisis de desplazamiento de este siglo. Muchas de estas personas todavía continúan desplazadas en la actualidad.
Una parte importante de la infraestructura de Siria también ha sido destruída. Particularmente, el sistema de salud relativamente funcional de Siria ha sido devastado. Cientos de instalaciones médicas fueron bombardeadas, un gran número de personal médico ha muerto o ha huído, y sigue habiendo una desesperante escasez de suministros médicos en muchas partes del país. Hoy, las necesidades médicas del pueblo sirio son enormes.
Para MSF, brindar atención médica a las personas dentro de Siria ha resultado ser un desafío desde el comienzo del conflicto. Desde 2011 hasta hoy, a la organización le fue denegada la autorización para trabajar en zonas de Siria controladas por el gobierno, a pesar de las reiteradas solicitudes de permiso; como resultado, las áreas de intervención de MSF siempre se han concentrado en zonas alejadas del control gubernamental.
Aún así, MSF ha logrado brindar asistencia médica a las población necesitada en Siria, asistiendo a redes de personal médico sirio y proporcionando donaciones de artículos médicos y de socorro a hospitales de campaña y clínicas en las provincias de Homs, Idlib, Hama y Dara'a. Al no poder acceder a la capital, MSF ha realizado donaciones a la Media Luna Roja Siria en Damasco, en lógica respuesta a las crecientes necesidades médicas y la falta de suministros médicos en la ciudad.
En países vecinos, como Líbano y Jordania, MSF comenzó a apoyar a los sirios y sirias que necesitaban atención médica que no estaba disponible dentro de Siria; MSF ha creado proyectos para ayudar a las personas refugiadas que habían comenzado a huir de la violencia en su país.
Una década después, el conflicto en Siria no ha terminado y las personas siguen sufriendo. Los efectos de la guerra continúan teniendo un impacto catastrófico en los sirios de todo el mundo. Unos 5,6 millones de refugiados se encuentran dispersos por todo el mundo, la mayoría en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Alrededor de 6,2 millones de personas son desplazadas internas, el mayor número en todo el mundo, la mayoría de ellas viviendo en condiciones precarias.
Una cifra récord de 12,4 millones de sirios y sirias (casi el 60% de la población), sufre inseguridad alimentaria, según los alarmantes datos nacionales del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
En poco más de un año, otros 4,5 millones de sirios y sirias han sufrido inseguridad alimentaria. Una crisis económica, la pérdida de empleos como resultado de COVID-19 y el alza de los precios de los alimentos se han sumado a la difícil situación de las personas sirias que han sido desplazadas y desgastadas por una década de conflicto.