Aumento para militares, con 'bonus track': componendas, negocios y política

A través del Decreto 740/19, el presidente saliente, Ingeniero Mauricio Macri, asignó recientemente una partida presupuestaria para Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad. El monto se aproxima a los $13 mil millones, y tiene por objetivo atender a incrementos de pasividades del personal de las citadas fuerzas -conforme ya se comentara en un artículo anterior- que cuenten o no con fallo firme y definitivo en el ámbito judicial (en atención a lo tipificado en el Decreto 1305/12, en relación a las denominadas 'sumas fijas no bonificables ni remunerativas'.

Tras cotejarse la información con fuentes del Ministerio de Defensa, se verificó el inicio de la regularización de los haberes de miembros de las Fuerzas Armadas -nuevamente, que contaren con fallo firme-, tanto activos como retirados.

Mientras tanto, en lo que respecta a los servicios de inteligencia del espectro castrense, su elemento percibe el haber del activo, tanto como el personal retirado, en concordancia con el porcentual correspondiente al grado de Coronel, y tomándose en consideración los años de antigüedad, jerarquía y cargo -oportunamente estipulado ello en los considerandos de la Ley 25.520, legislación que entiende sobre los Servicios de Inteligencia de la Nación.

Sin embargo, funcionarios del área de Defensa compartieron a este medio que el Director del Inteligencia de Ejército Argentino, Claudio Gabriel Gallardo (ex jefe de Agrupación de Inteligencia en Campo de Mayo; en la foto, a la izquierda), no elevó al Ministerio el pedido relativo a las partidas, a criterio de cumplimentar con la regularización de haberes de agentes de Inteligencia en actividad y retirados; ello dio lugar a un resonado malestar entre el personal. El motivo detrás de las críticas: Gallardo hizo a un lado la legislación vigente.

En otro orden, el comentario de observadores y entendidos en la materia refleja que activos otrora clandestinamente emparentados con la red del procesado General César Milani mantienen la expectativa de retornar al orbe de Inteligencia, bajo patrocinio de sus interlocutores políticos en el seno de la futura Administración del presidente electo, Alberto Angel Fernández. Ese elemento retomaría sus actividades en la futura gestión Fernández, como partícipes necesarios de un proscenio diseñado por el Coronel Mayor Marcelo Granitto, ex segundo de Milani, que viene de ofrecer una ponencia sobre Defensa en la Provincia del Chaco, instancia en la que se exhibió alegremente junto a Jorge Milton Capitanich. Portador de una peculiar reputación en el ecosistema de referencia, cierto reducto de voces suspicaces apuntan que el Señor Granitto se encontraría en una posición idónea para definir cabalmente el significado del término 'conflicto de intereses', por cuanto se presenta como la cabeza visible de un conglomerado dedicado fundamentalmente al espionaje privado, bautizado como GEN (Gestión Estratégica de Negocios, aún cuando los negocios no sean más que una poco verosímil cobertura).

Quizás la mascarada empresarial plantee beneficios en el plano operativo; infortunadamente, esa nebulosa intersección público-privada entre conjuntos termina, a la postre, sirviendo de nutriente comidilla para investigadores e informantes de oportunidad.