INTERNACIONALES : JUAN DAVID ESCOBAR CUBIDES

Colombia: efectos del 'proceso de paz' con FARC

El proceso de paz del otrora presidente Juan Manuel Santos con las FARC solo ha traído disgusto y desprecio por parte de la ciudadanía colombiana.

31 de Agosto de 2018
El proceso de paz del otrora presidente Juan Manuel Santos con las FARC solo ha traído disgusto y desprecio por parte de la ciudadanía colombiana. La impunidad y la elegibilidad política para los jefes del grupo terrorista han sido tomadas de manera negativa en diversos sectores del Estado. Hay quienes se atreven a mencionar que, contar con responsables de crímenes atroces en el Capitolio Nacional traerá consecuencias funestas para la democracia, pues resulta difícil soportar a una caterva de bandidos echando discursos sobre lo correcto, sobre la ética y la moral. El cinismo es proverbial, habida cuenta de que todos los ciudadanos ven en los congresistas de FARC a asesinos de alta peligrosidad. ¿Cómo creerles, aunque sea un ápice de honestidad, en sus peroratas?

Juan Manuel Santos y narcotraficantes Raúl Castro, La Habana, Cuba, Colombia infiltradaComo si ello fuera poco, la opinión pública se ha notificado de que algunos integrantes del Congreso sienten temor de discrepar o debatir vehementemente con esos sujetos: existen parlamentarios que prefieren ignorarlos por temor a sufrir las represalias de ser intimidados o amenazados. No debe ser fácil compartir asiento con quienes violaron, torturaron, secuestraron, asesinaron, y acribillaron durante más de treinta años a la población colombiana. En síntesis, ello es como obligar a una mujer ultrajada a compartir espacio laboral con su violador: la coacción psicológica debe ser terrible.

Por otra parte, de cara a los otrora integrantes de FARC, se ha sabido que algunos ex guerrilleros de medio pelo cumplen con su desmovilización en las zonas veredales; no obstante, crecen cada día más las llamadas ‘disidencias’. El caos en materia de seguridad es abrupto, ya que las autoridades se encuentran debilitadas por consecuencia de lo actuado por la Administración anterior. Adicionalmente, la desinstitucionalización impera en las fuerzas militares: han perdido confianza, carácter y determinación para ejercer sus funciones, lo cual esperamos sea resuelto con la gestión del nuevo gobierno.

Entretanto, el núcleo terrorista FARC- ese mismo que llaman disidencias- continúa financiándose a través del narcotráfico con el apoyo de aliados mexicanos y las bacrim. Los jefes con asiento en el Congreso disfrutan de las mieles del poder, pero no entregan rutas del narcotráfico, no devuelven su dinero mafioso, no entregan rutas ni socios, tampoco reparan a sus víctimas y aún mantienen raptados a la infinidad de niños que secuestraron como carne de cañón.

Para nuestro infortunio, estos son los efectos del proceso con las FARC: una organización de criminales impunes que disfrutan de aquello que no merecen, disidencias que continúan con el legado criminal de los jefes incrustados en el Congreso, un país inundado en cocaína, una población atemorizada, y una ciudadanía entera indignada por el incumplimiento de ese grupo criminal.

Hasta el momento, en Colombia, el mensaje subliminal ‘Ser pillo, paga’ ha imperado. Afortunadamente, conservamos la esperanza de que ello cambiará, pues todavía confiamos en el mensaje de que, el que la hace la paga. Así debe ser; así será. Como sociedad, no hemos de tolerar esta perversión de valores: a los bandidos, ha de tratárseles como tales.


 
Sobre Juan David Escobar Cubides

Escobar Cubides reside en Medellín (Colombia), y se desempeña como Editor político en el sitio web Al Poniente, colaborando también con análisis sobre la realidad política colombiana en otros medios de comunicación de la región.