INTERNACIONALES : VICTOR PAVON

Paraguay: un buen gobierno cesaría el financiamiento de la corrupción

El presidente electo de la República del Paraguay, Mario Abdo Benítez, y su equipo, cuentan ahora con la inmejorable oportunidad...

18 de Junio de 2018
El presidente electo de la República del Paraguay, Mario Abdo Benítez, y su equipo, cuentan ahora con la inmejorable oportunidad de beneficiar a la población a partir de la puesta en ejecución de políticas que, de ser correctas, tendrán como resultado un buen gobierno.
 
El buen gobierno '(...) no es el más grande, el que regula la economía o el que presta más ayuda a empresarios y campesinos, sino el gobierno limitado, austero y transparente', supo decir Porfirio Cristaldo Ayala. 
 
Significa, igualmente, aprovechar las oportunidades ofrecidas al país en el campo internacional y nacional, con administradores gubernamentales (políticos y técnicos) persuadidos de que las medidas políticas y económicas inciden sobre la calidad de vida de la gente, en especial en países como el Paraguay -dada su condición de inferior desarrollo. 
 
Paraguay, Mario Abdo BenítezEn el mundo actual, ha llegado a su fin el antiguo y erróneao concepto de la autarquía económica. Las naciones no son compartimientos estancos, sino parte de un mundo global donde se compite por más y mejores señales de certidumbre, confianza y seguridad. Dicho esto, si el presidente electo Mario Abdo Benítez se propone lograr que su gestión se vea caracterizada por un buen gobierno, deberá empezar por percatarse que Paraguay es parte de una región de incertidumbre generada por Brasil y Argentina, miembros del Mercosur, y nuestros socios comerciales más directos.
 
Aquéllas dos naciones se han ejercitado una administración correcta vinculada con la estabilidad de las variables macroeconómicas, escenario diferente al que se verifica en Paraguay. Este dato es motivo suficiente para que el nuevo gobierno en Asunción no caiga en la tentación de imitar aquello que se hace mal, como el aumentar los gastos más allá de los ingresos, elevar el endeudamiento y hasta los impuestos, como parece ser en éste último punto la sugerencia, por cierto equivocada, de organizaciones que mencionan acerca de una posible reforma tributaria.
 
En lugar de castigar a los contribuyentes con más cargas, aquí es preciso hablar con la verdad: no hay países pobres, sino naciones mal administradas. Paraguay es un ejemplo, pues desaprovecha oportunidades para atraer el capital extranjero y elevar el ahorro interno debido a la inutilidad y a la corrupción de nuestros mismos gobernantes que prefieren seguir privilegiando una estructura estatal costosa e ineficiente. ¿Por qué no se radican todavía más las inversiones foráneas y no se eleva el ahorro interno de los paraguayos para, así, contar con más y mejores empleos?
 
La respuesta está en que el propio Estado es una fuente de corrupción que, como acertadamente lo define Transparencia Internacional, es el 'abuso del poder para el propio beneficio'. Esto es lo que ciudadano común vive y padece todos los días apenas transita por las calles de las ciudades (cuestión municipal) y cuando el servicio de seguridad y justicia es tan ineficiente y costoso (cuestión del gobierno central).
 
¿Qué hacer con este flagelo? La respuesta está en desfinanciar a los corruptos, cortarles los víveres de los que se nutren. Si acaso el presidente electo está decidido por hacer un buen gobierno deberá desfinanciar la corrupción haciendo del Estado una organización eficiente en seguridad y justicia para que la libertad económica acreciente el capital y el trabajo.


 
Sobre Víctor Pavón

Decano de Currículum UniNorte (Paraguay) y autor de los libros "Gobierno, Justicia y Libremercado" y "Cartas sobre el Liberalismo". Publica periódicamente en el Diario ABC Color, de Asunción.