POLÍTICA ARGENTINA: PABLO PORTALUPPI

Argentina, 2017: horas decisivas

El escenario político argentino ha perdido ya todo viso de espontaneidad. Cada uno de los diferentes actores...

15 de Marzo de 2017
El escenario político argentino ha perdido ya todo viso de espontaneidad. Cada uno de los diferentes actores parece aferrarse a su libreto, a rajatabla. Los piqueteros interrumpen el tránsito, los sindicalistas decretan paros, la oposición radicaliza sus posiciones, el Gobierno formula acusaciones de golpe contra todos -remitiéndose a aquel viejo eslogan que invita a 'ganar elecciones'. La dinámica diaria se ha tornado rígida y estática: es la hora del desasosiego 
 
Los medios de comunicación tradicionales tampoco logran escapar del histriónico momento. Mientras que en los Estados Unidos de América, grandes diarios como el New York Times y el Washington Post incremen el número de suscriptores, producto del desamparo que una porción destacada de la sociedad estadounidense experimenta ante el desencanto que les produce ver a Donald Trump en la Casa Blanca, la Argentina arriesga a meterse de lleno en un fenómeno exactamente inverso.
 
Macri, Vidal,Si la realidad se viese estrictamente reflejada en los matutinos, cualquier observador extranjero certificaría con rapidez que el país se exhibe atravesado por un intenso estado de esquizofrenia. Nunca en la historia -no desde 1983 al menos- se había visto algo semejante. Miradas absolutamente contrapuestas se reflejan en las páginas de Diario Clarín, La Nación o Página 12. Siempre ha habido enfoques distintos, pero nunca tan marcados como en el tiempo presente. Nuevamente, y a diferencia de lo registrado en Norteamérica, acaso la tendencia local remate en una expulsión de lectores. Como si los diarios mencionados hubiesen seleccionado a un target bien definido de lectores recalcitrantes, en virtud de una preferencia tajante entre Cristina Fernández o Mauricio Macri. En más de un sentido, habrá que apuntar que los medios argentinos ponen de suyo para acrecentar la polarización entre la viuda de Kirchner y el actual jefe de Estado. Nada más nocivo para la salud institucional de la República.  
 
En vistas de la semana de pesadilla que experimentara la Administración Cambiemos, Clarín y La Nación han salido al rescate del oficialismo -y lo han hecho sin miramientos. El diario fundado por Roberto Noble colocó como noticia principal un reportaje a uno de los líderes de la CGT, Héctor Daer, quien afirmó que 'hay grupos que quieren hacer desbarrancar a Macri' -declaratoria que, sin dudarlo, ha agradado al paladar del macrismo. Dicha frase viene a colación de la discusión absurda de rigor, esto es, sobre si acaso habrá paro general o no (negociación que eleva sus decibeles a raíz de la gris clausura del acto cegetista del pasado martes 8. Con todo, el par de Daer en la conducción de la CGT, Roberto Acuña, expresó que el paro es inevitable, y que se llevará a cabo entre el 4 y 6 de abril. Se trataría de la huelga más cantada de la historia, por lo cual está llamada a perder dinamismo y efecto sorpresa. La decisión parece haberse visto motorizada más por obligación que por genuina convicción. 
 
Por su parte, La Nación llevó a su tapa el siguiente titular: 'El Gobierno amplía la ayuda social en el conurbano', tras lo cual el columnista principal de la publicación, Joaquín Morales Solá, escribió: hay 'una ofensiva para desestabilizar a Macri'. Postura calcada de su colega Jorge Fernández Díaz. En simultáneo, y desde la otra orilla, Página 12 encomendó a su pluma dilecta, Horacio Verbitsky, certificar la existencia de 'un linchamiento mediático contra el sindicalista docente Roberto Baradel, un Estado represor de las manifestaciones sociales, y una violencia institucional nunca antes vista'.
 
A la luz del conmocionado panorama de los medios, el escenario no puede más que deteriorarse. En tiempos de Cristina Kirchner, quienes ahora acusan de maniobra destituyente eran los denunciados por golpismo. Para el grueso de la ciudadanía independiente, la pregunta se impone: ¿a quién creerle? Otros interrogantes también aportan a la confusión general: ¿son creíbles las versiones periodísticas que hacen ver a Macri como un hombre duro y capaz de influir en el sindicalismo, o se tratarían de meras operaciones de prensa? ¿No sería, acaso, válido comparar la defensa del gobierno de turno, encarnada hoy por Morales Solá, con la personificada por Verbitsky desde Página 12 durante la Era K?

El conflicto docente, que tiene su epicentro en la Provincia de Buenos Aires, se presenta como la mejor demostración de esta puja de intereses. La cuestión ya fue tratada desde este espacio, en www.elojodigital.com/contenido/15998-paritaria-docente-algunas-reflexiones. La Gobernadora María Eugenia Vidal anunció en las últimas horas, por vía de conferencia de prensa, el otorgamiento de un plus salarial a aquellos docentes que concurran a las aulas. La cruda réplica de SUTEBA no se hizo esperar, y se ha conocido en las últimas horas. El sindicato de Baradel pondera a Vidal como una dirigente 'cínica e hipócrita', acusándola de 'querer sobornar a los maestros con el presentismo', para formular luego una gravísima acusación: es ella [Vidal] 'la que tiene de rehenes a los chicos de la provincia'. El último párrafo del comunicado de los de Baradel triplica la apuesta: 'Si logra dividir a los docentes, el indigno arreglo que se logre será utilizado para unificar el resto de los salarios de los trabajadores de la Patria a la baja'. Quizás un esfuerzo de parte del orbe sindical para posicionarse algo más cerca de la gente, y no tanto en su contra. 
 
Las preguntas emergen: ¿es el desprestigiado Roberto Baradel el foco del conflicto? ¿Ha sido justa la propuesta salarial oficial? ¿Está la Provincia en condiciones económico-financieras de lidiar con una erogación superior, reduciendo el gasto en otras áreas del presupuesto? ¿Podría -o debería- el Gobierno Nacional asistir a Vidal para salir del atolladero? 

Mientras todo esto se discute, la Argentina vuelve a ser noticia por no comenzar en tiempo y forma el ciclo lectivo. Las cosas tienden a complicarse: entendidos en derecho laboral aseguran que la reciente decisión de la Gobernadora de pagar primas a los no huelguistas viola los convenios 87 y 98 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la Constitución Nacional y la Ley 23.551. Un flamante fallo de de la Jueza de La Plata María Ventura Martínez parece darle la razón a esta postura: le ordena al gobierno bonaerense que se abstenga de tomar medidas que afecten la libertad de los trabajadores y de los gremios. Si esto fuera así: ¿quién asesora a Vidal?
 
Es evidente que la traumática experiencia de 2001 aún resuena en el cuerpo social. Tardíamente quizás, el peronismo comienza a ser indagado por su rol en la historia reciente argentina. No obstante ello, muchos sectores permiten trascender sus temores ante el retorno de un populismo más virulento y asfixiante. La Argentina de estas épocas se ve hoy conmocionada por los espantos del pasado, y por la incertidumbre del presente.

 
Sobre Pablo Portaluppi

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.