POLITICA | OPINION: DR. ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO

Cinturón de castidad

Después de haber llegado al convencimiento de su incapacidad para lograr la reelección, la Señora Presidente, como organizadora y jefa de la asociación ilícita...

04 de May de 2014
'Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado' (Voltaire)

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Después de haber llegado al convencimiento de su incapacidad para lograr la reelección, la Señora Presidente, como organizadora y jefa de la asociación ilícita que nos gobierna, se enfrenta a la alta probabilidad de que la sociedad entera transforme el reclamo de persecución contra quienes saquearon el país durante esta década en una exigencia invencible para su sucesor, sobre todo porque éste se verá en la obligación de realizar un ajuste del gasto público muy superior al que hoy vivimos. Ni siquiera un peronista podría garantizarle la impunidad que necesita, en especial para sus hijos.
 
Fracasada la disparatada 'democratización' de la Justicia que pretendió conseguir recientemente, la usina del Gobierno -que trabaja veinticuatro horas, todos los días del año- ha resuelto colonizarla mediante una pinza conformada por la agrupación Justicia Legítima, que encabeza la Procuradora Alejandra Gils Carbó, y La Cámpora que, con férrea mano, conducen Eduardo Wado de Pedro y Julián Alvarez, pibes dispuestos a inmolarse 'por la liberación', que tan bien retribuye sus esfuerzos.
 
En este preciso momento, existen nada menos que doscientos noventa juzgados, entre federales y nacionales, que se encuentran vacantes, precisamente por la paralización que impuso el kirchnerismo al proceso de selección de candidatos en el Consejo de la Magistratura. Entre ese enorme número se encuentran tribunales de los dos fueros que más preocupan a la actual inquilina de la Casa Rosada: el criminal y correccional federal (que, desde Comodoro Py, es el encargado de investigar y juzgar las causas de corrupción) y el contencioso administrativo federal, donde tramitan los reclamos de los particulares contra el poder.
 
No voy a explicar aquí demasiado sobre el método elegido, ya que aburriría al lector, sobre todo si es de profesión Abogado. Pero sí diré que, en las próximas semanas el oficialismo intentará nombrar, para todos esos juzgados vacantes, conjueces amigos, en especial de lo ajeno. Pretende, así, colocarle a la República un cinturón de hierro que le impida reaccionar, como hicieron los caballeros medioevales sobre las partes pudendas de sus esposas, cuando partían a la guerra, para evitar el acceso carnal de terceros a éstas.
 
Si bien estoy más que preocupado por este avance sobre la Justicia, la verdad es que confío enormemente en la venalidad de los candidatos. Recuerdo que los jueces que deben ejercer la vindicta pública ante los casos de corrupción –siempre la hubo pero, antes, se distraía dinero y, ahora, se roban empresas enteras- nunca se han vendido; a lo sumo, se han alquilado a quien duerme en Olivos y mientras éste tiene poder. Y quien suceda a Cristina se ocupará muy eficientemente de domesticar, con sobres de dinero que salen de fondos reservados (los servicios de inteligencia) a los nuevos jueces quienes, además, deberán cuidar su propio pellejo. El kirchnerismo ha dejado demasiados rastros, creyendo en su eternidad, y más temprano que tarde se comenzará a tirar de todos esos piolines.
 
A quienes, cuando planteo estas teorías, me responden que, aquí, nadie va preso, los confronto con una realidad incontrastable: los funcionarios de Alfonsín, Menem, De la Rúa o Duhalde (incluso los presidentes mismos) caminaron tranquilamente por las calles sin sentir la repulsa popular después de dejar sus cargos; sin embargo, los funcionarios actuales, aún mientras ejercen el poder, son 'escrachados' en público y obligados a volver a sus 'inmundas madrigueras' (y, quién no escuchó relatos similares cuando pequeño).
 
Un episodio verdaderamente notable, por lo anti-relato que resulta, fue la admonición de la señora Presidente a los asalariados, instándolos a resignar poder adquisitivo para no perder el empleo; por lo menos para mí, sonó como la mayor parábola de fin de ciclo. Por lo que se ve, doña Cristina ha comenzado preventivamente a resignar futuro político –ese que le requerirá cualquier tentativa 'bacheletiana'- para tratar de llegar, aunque sea con muletas, a un final que no la condene a recorrer, con sus hijos, los pasillos de Tribunales.
 
Me inquieta enormemente que la sociedad no reaccione ya mismo frente a las iniquidades del Gobierno contra la República, a las cuales deben agregarse las campañas contra los diarios La Nueva Provincia (Vicente Massot) y El Día (Kraiselburd), amén de la siempre presente batalla contra Clarín y Papel Prensa, ahora a cargo de la Comisión Nacional de Valores. El Diputado Sergio Massa, más vivo que el hambre, consiguió frenar la reforma al Código Penal; sin embargo, sigo pensando que esa iniciativa de Olivos fue una verdadera cortina de humo tras la cual se oculta la verdadera intención: la reforma y unificación de los códigos Civil y Comercial. Quien tenga interés en este tema puede asistir a la entrevista que me concedió, hace quince días, el Dr. Alejandro Fargosi, en la emisión del programa “Un País Distinto”, haciendo click en http://www.youtube.com/watch?v=c1C3HPLEEc0.
 
A pesar de los pocos días laborables que hemos tenido -¡Gracias, Cristina!, gritan los jornaleros, los padres de escolares y las Pymes- han aparecido esta semana los síntomas más claros del costo que implicará soportar a este régimen hasta diciembre de 2015: los datos de la producción agropecuaria muestran que, salvo la soja, nada es ya rentable; hemos perdido mercados fundamentales para el trigo, la carne, el girasol, la cebada, la leche en polvo y hasta el vino; la industria y la construcción siguen en caída libre; la inflación continúa corroyendo el salario; el 50% de los empleados registrados percibe remuneraciones que no superan el límite de pobreza; ha comenzado la destrucción de empleo; el superávit comercial ha desaparecido; aún cuando estamos viviendo el período de mayor liquidación de divisas de la exportación –provenientes de la soja-, el Banco Central sólo ha conseguido recomponer las reservas en mil y pocos millones de dólares; trece millones de argentinos son ahora pobres o indigentes.
 
Esta semana, siempre en “Un País Distinto”, el programa que conduzco semanalmente por www.canaltlv1.com, mi invitado fue el Dr. Andrés Cisneros, ex Vicecanciller durante la gestión del fallecido Guido di Tella, con quien conversé extensamente sobre las catastróficas relaciones internacionales de la Argentina actual y sobre la futura posición geopolítica de nuestro país en el concierto mundial, en especial en la región; hablamos sobre UNASUR, MERCOSUR, Brasil, Venezuela, algunos países vecinos y, también, de la importancia de Malvinas y su relación con la futura Antártida; esa charla puede verse al pie de la presente nota.
 
El martes, en el mismo programa, que podrá verse a partir de las 20:30 horas, mantendré una interesante conversación con el Dr. Henoch Aguiar, uno de los mayores expertos en materia de comunicaciones; le preguntaré acerca del por qué de las dificultades para hablar por teléfono -en especial celulares- que todos padecemos, de las nuevas tecnologías adoptadas por el resto de los países de la región, de los efectos concretos de la Ley de Medios y, en general, de la situación de nuestro país en esos aspectos y cómo acceder a los niveles mundiales que gozan nuestros vecinos.
 
Cuando los chinos se despiden de alguien a quien no volverán a ver, rememoran la expresión 'Que vivas tiempos interesantes'; no dudo que los próximos meses tendrán esa característica en la Argentina.

 


 
 
Sobre Enrique Guillermo Avogadro

Abogado. Columnista de temas políticos de Argentina, y colaborador en otros medios nacionales. Sus artículos completos pueden repasarse en el blog del autor, o en el enlace http://www.elojodigital.com/categoria/tags/enrique-guillermo-avogadro.