POLITICA: POR EL LIC. GUSTAVO ADOLFO BUNSE

El paroxismo de la incertidumbre

Son la mejor muestra de “La Decadencia del Arte de Mentir”. Pareciera que Mark Twain los hubiera definido a ellos, justamente, en ese buen libro...

23 de May de 2012

Nada -absolutamente nada- se les puede creer. Arman falsas calamidades… para tapar sus vergüenzas.

Arman bombas... para quitar de la tapa de los diarios una protesta. Activan causas olvidadas… para tapar a alguno de sus ladrones.

Inventan conspiraciones… para desplazar evidencias. Caminan hacia atrás… para borrar las huellas de su andanza dolosa.

Twitter, Lic. G. A. BunseTodo es un mundo de fantasía y nadie sabe lo que ocurrirá en una hora. El horizonte estratégico de este gobierno es, como máximo, 24 horas. Más allá de eso, no ve.

Esto -que acaso no se advierta en su contexto- con toda su gravedad, es exactamente lo que está ocurriendo en ese falso puente de mando.
 
Y lo más grave: la ciudadanía lo percibe con absoluta simpleza. La información o comunicación de los actos de gobiernos es CERO. Los pocos datos que se anuncian son falsedades enciclopédicas.

Oyarbide y la bomba...Y esto no tiene nada que ver con que alguno de los descerebrados que se encaraman en el poder ofrezcan o no una conferencia de prensa cada semana, o que se suban a un atril y digan fábulas maravillosas de un momento fugaz, para ser aplaudidos por una recua de serviles.

No. Tiene que ver sólo con el acceso autónomo y libre a la información. Un derecho que nadie se anima a exigir por temor a desatar la ira de ella.

Las más famosas monarquías absolutistas y las tiranías de las comarcas arrasadas y conquistadas por algún señor totalitario son climas sin comunicación.  En ellas campean, naturalmente y por doquier el “rumor” y la “versión”.

Pero el rumor, en esos regímenes, no necesita perforar un hermetismo “prudente”, sino que resulta, en la mayoría de los casos, producido por sus propios siervos. Naturalmente cumpliendo órdenes del autócrata que manda y que ha sido, precisamente, quién ha diseñado tal especie con algún fin determinado.

En otras ocasiones, las soluciones que se adoptan en el Gobierno son precisamente las que indica la versión o el rumor que fue engendrado en el pueblo mismo, como si fuera el más lógico escenario esperable para un momento determinado luego de navegar todos en lo irresoluto.

La incertidumbre y el descreimiento convierten a la sociedad en una masa refractaria que se aísla y se “protege” hasta de la verdad más pura. Esquivando, sin distinciones, lo que viene y lo que va.

Y así, una “desmentida” se toma como confirmación; una “proclama”, como el aviso del próximo engaño y un “gesto político”, como burda señal. Justamente de lo contrario a lo que se diga o a su sentido normal.
        
Todos se obligan, como trágica defensa, al fariseísmo, a la apostasía y al cinismo. Un pueblo de ácratas que reacciona luego de un modo que es una función directa de su mansedumbre… y de su instinto de conservación.

Pero el instinto de conservación colectivo no existe en una Nación sin Estado y sólo han de prevalecer allí las conductas individuales como estigma de los bordes confusos de la tolerancia y la dignidad.

La cultura no tiene una relación lineal con la honestidad y tampoco con la eficiencia. Sólo se puede decir que provee un poco más de herramientas objetivas para creer, en esas dos virtudes, como modo de vida.

Y valga aquí una anécdota graciosa y penosa a la vez.

Un cuento, una fábula, casi de la mitología de la jungla de mercado: un señor bien informado, por ejemplo -en esta comarca- es un arbolito.

El pobre ALDO LARCETE oye todo tipo de versiones y últimamente ha tenido que disfrazarse de columna de escaparate para ofrecer su mercancía, lo cual logra sencillamente, gritando su nombre y apellido: -¡ALDO LARCETE! ¡ALDO LARCETE! ¡ALDO LARCETE!

Dólar BlueSi aparece la policía, le muestra su documento y listo. Y ese mitológico personaje le dice al viandante más inadvertido:

-"A siete pesos, como están las cosas, créame Ud.: es un regalo, señor".

-"En este revoltijo, yo, como arbolito experimentado, le doy a todos un dato: el precio justo es más de ocho. Es casi nueve".

-"Pero quiero contar algunas cosas que sé y otras que oigo, parado en esta esquina bajo la llovizna. La gente habla... sabe Usted, señor...".

-"Yo vendo retazos de libertad, amigo mío. Son esos retazos de libertad simples, a los que cualquiera tiene derecho. Absolutamente gratuito en el país y que el gobierno le ha quitado súbitamente. Sin decirle por qué".

-"El Blue es una cosa igual que el oficial. La diferencia de precio es ese retazo de libertad que le quitaron a la gente que me viene a ver. ¿Entiende?".
 
-"De golpe, el gobierno -en forma caprichosa, ilegal e intempestiva- dijo: Todos los ciudadanos son sospechosos de “tener dinero” (textual) y deberían demostrarme a mí (gobierno) que el dinero que tienen es blanco y bien habido".

-"Esa salvajada, de cuño absolutamente inconstitucional, lo distingue como un gobierno totalitario".


En cualquier país del mundo más o menos serio, un grave caso como el del motociclista enriquecido arrasaría con el gobierno. Obligaría a renunciar al susodicho y, seguramente, empujaría a que cualquier parlamento decente se rindiera postrado ante las evidencias de este gran desfalco, organizado desde el poder.

Y su socia plena, a cargo de la Primera Magistratura, tendría que regurgitar su retórica plañidera ante un tribunal de jueces honestos, para que explique cómo rayos ha hecho para ignorar completamente y no ser cómplice natural de la saga criminal de este asalto a las arcas de la Nación.

Cristina y BoudouEs que ella está flotando aún en esa nube de impunidad que se acostumbró a respirar cerca del ladrón difunto. Su escenario inmediato es una apuesta muy compleja y peligrosa.

En un "amperímetro" de la corrupción, ella y su vice marcan 100.

Si lo que pretende el resto de la cáfila es ponerla en la proa de la nave para victimizarla, y que el viento de los misericordiosos le permita navegar un alegre ensueño, entonces, en no más de cuatro meses, tienen que tener preparada la Gendarmería con el Proyecto X... con el Y y con el Z.

Todo lo que se ha venido improvisando, postergando y simulando en la Argentina... Todo lo que se ha artificializado y todo lo que se barrió bajo la alfombra, prefigura un escenario que la obliga a subir interminablemente la apuesta de la mentira.

José Manuel De la SotaEn menos de noventa días, hay cuatro provincias que van a tener que pagar sueldos con papel pintado… o con un bono solidario. Y la culpa mayor es de los gobernadores genuflexos que saben y callan para no enojarla.

Los errores estratégicos son tan groseros, que resulta inconcebible que ningún asesor se los advierta. La única explicación es que nadie se anima a señalarlo, en virtud del clima de terror que aún cunde en “palacio”.

Lo que alarma en este cuadro de situación peligroso es que ella, en lugar de haber apostado a la pacificación, a la unión y a zanjar todas las crispaciones, ha propiciado todo lo contrario. Todos sus discursos son un catálogo del mayor odio y del mayor desprecio.

Ella ha apostado al riesgo terminal del Síndrome de Béziers -22 de julio de 1209-, donde ella será la Jefa de la Cruzada. Arnau Amalric y todos nosotros seremos los cátaros.

En este paroxismo de la mentira y de la incertidumbre, tenemos derecho a creer en cualquier rumor y en cualquier versión. Porque la mitómana que nos conduce, no nos dice nada. Y lo poco que nos dice, es mentira.

Y tengo derecho, a decir aquí, que el odio que ella tiene por quienes pensamos diferente la tiene al borde de una cruzada para exterminarnos.


Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política
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Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política