Argentina: ¿llegará?
Una vez más, el Gobierno, plagado de ignorantes ideologizados, atado a viejas recetas fracasadas...
Una vez más, el Gobierno, plagado de ignorantes ideologizados, atado a viejas recetas fracasadas...
La Comisión Cascos Blancos de la Cancillería argentina inició una misión en la provincia de Corrientes...
La Comisión de Cascos Blancos del Ministerio...
Tenemos una Presidente de la Nación denunciada por encubrimiento y traición a la Patria...
"Si esto es traición, hagamos que valga la pena" (Patrick Henry, abogado y político estadounidense [1736-1799])
A la hora de consolidar nuevos negocios, el "modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social" todo lo tolera y permite. Hasta se obsequia el cuestionable lujo de comprometer la seguridad de la nación, conforme se ha visto a partir de los bien nutridos vínculos del Gobierno Nacional con la República Islámica de Irán. Error geopolítico garrafal que dista de garantizar estabilidad al de por sí delicado estado de salud de la "bienintencionada" Presidente, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm.
Contestar mediante un simple análisis las barbaridades escritas por Vicente Palermo el pasado 22 de septiembre en Clarín -página 25-, es más que un deber. Es un derecho de todo argentino bien nacido que, aunque se opusiera a la guerra de la dictadura, nunca considerará un “problema” la causa Malvinas. El “conflicto con Gran Bretaña” jamás “estuvo cargado por la traumática experiencia de la guerra y por su carácter emblemático de un nacionalismo que nos ha perjudicado” como el periodista del matutino lo expresa.
El líder de Camioneros Hugo Moyano y el combativo editorialista de Perfil, Pepe Eliaschev, claramente no exhiben caracteres comunes. Pero ambos son figuras clave de ese novedoso club de formadores de opinión que -consciente o inconscientemente- contribuyen a inundar de caras largas los festejos siempre prematuros del oficialismo cristinista.
A nadie escapa que el gobierno está creando conflictos de la nada, o quizás de sus propias impericias y torpezas. Sin embargo, los mismos parecen estar confeccionados a su propia talla. Ellos los inventan y ellos sacan rédito interno, aunque más no sea por un tiempo. Pero, más allá de lo efímero o furtivo que resulten, las consecuencias llegan y el costo se paga eventualmente.
Hace unos meses atrás, quien esto escribe presentaba un artículo intitulado “Cuidado con Timerman". En el mismo expresaba -entre otras cosas-: “debe saber el canciller uruguayo Almagro que el canciller argentino Héctor Timerman no es una persona de confiar; se trata de un malabarista de la política y del periodismo. Así como niega y oculta su pasado, bien puede maniobrar la situación para que transcurra el tiempo y los piqueteros sediciosos vuelvan a la ruta y corten nuevamente el puente. Lógicamente, esto tendrá lugar ni bien pasen los meses del crudo invierno”.