POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

La corrida cambiaria y la inseguridad, los jinetes del apocalipsis kirchnerista

Economistas y pseudoexpertos que apoyaban la tesis de que la actual crisis en nada se parece a la de diciembre de 2001 han debido, poco a poco, tragarse sus palabras. El reciente asesinato de un ingeniero en San Isidro ha engrosado las preocupaciones del oficialismo frente a la ya indetenible corrida cambiaria. El destino de la Presidente Cristina Fernández vuelve a quedar atado a las movilizaciones que pueda organizar la ciudadanía.

21 de Julio de 2010
No cesa la corrida cambiaria que, en pocas semanas -si no antes- amenaza con convertir en tangible el escenario de un dólar a cuatro pesos y una nueva explosión de la inflación. Por si Néstor Kirchner y su señora esposa no tuvieran ya suficientes problemas, en las últimas horas la furia ciudadana viene tomando forma en la renovada protesta contra una inseguridad que nunca había sido tan voraz y que se encuentra a la vera de destruir el tejido social. El asesinato de un ingeniero en la localidad de San Isidro, en la zona norte del conurbano bonaerense, parece ser la gota que ha derramado el vaso en lo que a falta de seguridad urbana se refiere. El pasado domingo 26 de octubre, una marcha multitudinaria se adueñó de varias calles y, en ella, los ciudadanos allí reunidos se pronunciaron en durísimos términos contra la Presidente Cristina Fernández de Kirchner y el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, el ex piloto de motonáutica Daniel Scioli. La Casa Rosada se encontraba ya al borde del knock out de cara a la corrida bancaria y cambiaria que ha estallado en sus propias narices durante las últimas semanas. Y la marcha de San Isidro impactó en el ánimo del gobierno como un recto a la mandíbula. El kirchnerismo está groggy y, por estas horas, cualquier marcha a Plaza de Mayo podría derribarlo. Nadie esperaba en los pasillos de Balcarce 50 semejante reacción por parte de los furiosos vecinos de zona norte. El efecto sorpresa fue tal que los monigotes de siempre que viven a costa de los subsidios oficiales ni siquiera salieron a responder con el librito de la lucha de clases en la mano. En ningún medio se escucharon críticas de Luis D Elía o Edgardo de Petri, que antes hubieran tardado minutos en concretarse. Tampoco se escucharon opiniones del por estas horas insoportable ministro Aníbal Fernández. Alberto tampoco está para criticar a las "egoístas" víctimas de la inseguridad, como oportunamente se despachara contra la ciudadana Susana Garnil, víctima de secuestro pocos años atrás. ¿Qué fue lo que sucedió, puntualmente, que ha llevado a la percepción generalizada de que el kirchnerismo se encuentra en la víspera de su eyección de la Casa de Gobierno? Absolutamente nada. Lo que ha tenido lugar es la simple dinámica autodestructiva que el ex presidente se ha esforzado durante tantos años en manufacturar. El haber intentado ocultar bajo el tapete los groseros errores de su Administración está pasando la factura en estos precisos momentos. Las imágenes del noticiero TN a la hora de cubrir la manifestación de San Isidro -a la que se sumaron otros muchos atribulados ciudadanos de otros centros urbanos- eran suficientemente elocuentes : un cronista entrevistaba a una madre con su hijo en brazos, ubicados ellos detrás de la reja que protegía su hogar. El miedo que reflejaba el rostro de la mujer desbordaba la pantalla. Pocos minutos después de la marcha, un grupo de tres delincuentes fuertemente armados intentó tomar por asalto una panadería. Poca repercusión tuvo en la opinión pública el impresionante operativo que montara el Grupo Especial de Operaciones Federales -GEOF- para dar con los malvivientes. Y, bien vale la pena destacarlo, este tipo de operativos se ordenan desde el poder político solo cuando las papas queman. Efectivamente, la democracia que han sabido construir políticos y dirigentes en la Argentina le ha dado carta blanca a delincuentes de toda forma y color para que salgan a hacer de las suyas en donde se lo propongan sus diabólicos planes, siempre con la ayuda de la Policía Bonaerense, que libera grandes zonas para que aquellos puedan "trabajar" sin ser molestados. En este mismo país, esos malhechores ni siquiera desfilan por las comisarías de rigor, mientras que la jueza María Servini de Cubría se da el lujo de procesar y embargar a personas que no se presentaron como autoridad de mesa en las elecciones presidenciales a pesar de que ni siquiera fueron notificados para cumplir con esa función. Definitivamente, algo está funcionando mal. Hace poco más de cuatro años, este medio tuvo la oportunidad de conversar informalmente con un comisario inspector retirado de un importante distrito del interior del país, y su pronóstico es hoy tenido en cuenta por muchos : "el cacerolazo de Kirchner tendrá relación con la inseguridad". Si de cacerolazos se trata, es importante destacar que los medios oficialistas como Diario Clarín continúan ignorando planificadamente las sucesivas iniciativas ciudadanas para marchar próximamente a Plaza de Mayo para reclamar por la falta de respuestas oficiales en materia de seguridad urbana. Pero ya es tarde para la omisión : para los primeros días de noviembre, muchas convocatorias a la plaza principal del país ya han sido realizadas. Una de ellas incluso es organizada por el reconocido y prestigioso periodista José Benegas, aunque el motivo principal de aquella es el virtual manotazo que Kirchner y sus allegados acaban de montar frente a los dineros de los aportantes de las administradoras de pensiones. El problema principal para los residentes de Balcarce 50 es que tales protestas están al borde de aglutinarse con aquellas relacionadas con la violencia, generando un caldo de cultivo que podría tener como resultado un justificado intento por remover a los Kirchner de la Casa Rosada. Rezaba una pancarta exhibida durante la manifestación en San Isidro : "Cristina, bajá del helicóptero". Y es que, efectivamente, la Presidente se encontraba sobrevolando la protesta a la misma hora en que esta se llevaba a cabo. Y ello fue debidamente notado por los furibundos ciudadanos. Al revés que otras veces, el kirchnerismo no montó sus grupos de choque para prevenir que la gente se movilizara hacia la Quinta Presidencial de Olivos. Y existe un motivo : ninguno de los referentes piqueteros del kirchnerismo tiene intención de enfrentarse armados contra ciudadanos sin palos ni armas de fuego. Nadie quiere quedar "pegado" al desastre del Pingüinato. Ya se lo han hecho saber a Néstor Carlos Kirchner, quien se lo transmitió, a su vez, a la Presidente. Comenta una encumbrada fuente allegada al poder que las palabras fueron, textuales : "Cristina, si la gente sale a la calle, nos vamos". Mas la gente no salió verdaderamente "a la calle". Por lo menos, no en la magnitud que podría suceder en las próximas semanas. Y vuelven a cobrar vigor las palabras de Elisa Carrió : "Kirchner es un rey desnudo". Lilta no debe preocuparse : la sociedad ha tomado nota de esto. Una prueba irrefutable que refiere a la pérdida total de la brújula por parte del matrimonio presidencial es la negativa inicial ante la posibilidad de que la Argentina pudiera ser absorbida por la crisis financiera internacional. Pocas semanas después, la Presidente anunció la incautación de los fondos de las AFJP para "enfrentar la crisis global". ¿Qué pasó? ¿No era que "el Primer Mundo" se derrumbaba como "una burbuja" y que la Argentina se hallaba bajo techo? Evidentemente, el kirchnerismo no sabe hacia dónde salir disparando. De nada servirán ya las operaciones de prensa del ilegible Página 12 y del columnista favorito de Clarín, Eduardo "Cobo" Van der Kooy. Todos han quedado ya en un evidente off side y deberán ahora medir muy bien sus palabras. Tampoco queda espacio ya para perseguir a ciudadanos furiosos con el pobre argumento del golpismo aunque, como lo señalan ciertas fuentes bien informadas, el matrimonio tiene decidido anunciar su salida del poder si el Congreso de la Nación no convalida la nueva estafa contra los ciudadanos, montada en el escenario de la apropiación de los fondos de pensión. Dijo Joaquín Morales Solá : no es la idea de una democracia el gobernar bajo semejante chantaje. Otro problema de importancia para los kirchneristas acérrimos : la débil oposición ahora ya no lo es tanto, y comienza a aglutinarse con el reclamo social, ahora en duros términos. Tanto Mauricio Macri como los principales referentes opositores se han expresado con particular dureza sobre la maniobra contra los fondos de las AFJP. Elisa Carrió acusó hace horas a los Kirchner de ser "ladrones", a los cuales no hay que permitirles que se queden con el país. Tampoco salieron desde el Gobierno Nacional a responderle. Hay desesperación en el poder pues los Kirchner no están capacitados para pelear guerras en dos frentes. La áspera cuestión de la crisis internacional llegó aquí en forma de corrida cambiaria -aunque acentuada por la cuestión de los fondos de los futuros pensionistas- y por estos días el Banco Central se desangra en sus reservas para evitar que la cotización del dólar se dispare y llegue a los cuatro pesos -algo que de todas maneras suena a inevitable-. El temor del gobierno no solo tiene relación con la inflación. Le preocupa que la escalada impulse al dólar aún más allá de los cuatro pesos por unidad y que ello traiga aparejado desorden social, convirtiéndose en realidad los peores temores. Esto es, que una tropa de manifestantes enardecidos ingresen a la Casa Rosada y sopapeen a la Presidente hasta sacarle todo el maquillaje del rostro. En algunos blogs del Internet no faltan aquellos que sugieren exponerla ante las cámaras para revelar el pésimo trabajo de cirugía estética que se le practicó en el cuello -motivo principal para los pañuelitos de moda que no deja de vestir la primera mandataria en sus apariciones públicas-. Una escalada imparable de rumores azotó en las últimas horas al círculo íntimo del poder, y ellos han sido corroborados como certeros por numerosos analistas políticos, a saber, que Martín Redrado se encuentra al borde de la renuncia y que lo propio tiene ganas de concretar el tigrense Sergio Massa. "Nadie quiere quedar pegado" es la frase del momento. "Soldado que huye, sirve para otra batalla" es la que le sigue inmediatamente. La ecuación no deja de ser sencilla : aquellos funcionarios que deseen abandonar el gobierno deberán hacerlo ahora, pues el día de mañana no podrán encontrar empleo si para salir a la calle tienen que esquivar los golpes de ciudadanos que los reconozcan. Massa no podrá esconderse ni en el country más lujoso de Nordelta. A Daniel Scioli seguramente lo apalearán junto con su mujer -como casi le ha sucedido en una oportunidad- y ni hablar de lo que podría sucederle al matrimonio presidencial. Mientras tanto, en San Vicente, el ex presidente Eduardo Duhalde se regodea con los acontecimientos. Finalmente, no le fue necesario echar mano de ningún bisturí de ocasión para remover el tumor que, metástasis mediante, ha tomado por asalto Balcarce 50. Todo parece indicar que el tanathos de la dinámica alimentada por el propio Néstor completará el trabajo que alguna vez soñaba confeccionar el "Piloto de Tormentas". Y es que es casi imposible salir de una corrida cambiaria. Para ello, las únicas medidas plausibles de tomar serían de absoluta marcha atrás con los desastres que se han tejido desde el poder, y liberando al mercado para que corrija los índices y cotizaciones de moneda extranjera a piacere. Los Kirchner no lo permitirán pues saben que, de todas maneras, vendrán por sus pellejos. Para caldear aún más el virulento ánimo de la sociedad, solo es necesario exhibir un par de fotografías y videos de Florencia Kirchner -la hija Presidencial- con sus amigos en el Tango 01 (el avión presidencial) y con su flamante Mini Cooper que le fue obsequiado para que removiera las fotos de sus travesuras en su blog personal-. Material imperdible que aún puede consultarse en la bien informada web Seprin.com. Apostaron los Kirchner a sobrellevar el vendaval de la crisis financiera a partir de medidas siniestramente impopulares, pero redoblaron la apuesta en perjuicio de la sociedad y, entre carcajadas, se perjuraron recíprocamente que nadie reaccionaría como consecuencia del desastre que casi parece organizado desde su círculo decisional. La cabalgata de los jinetes del apocalipsis kirchnerista asoma hoy como indetenible y amenaza con convertirse en estampida. A pesar de todo, un par de sabias recomendaciones para el lector : compre todos los dólares que pueda, pero no le haga el juego a los especuladores de siempre que hoy venden a $3,50 o más. En esa instancia también corresponde ejercer derechos. Y si desea Ud. manifestarse, no se preocupe pues Luis D Elía y los suyos ya no estarán esperando con palos y tumberas. Si lo hacen, será para abrirles paso a los manifestantes hacia el interior de la Rosada. El último dato que proviene de las fuentes de rigor. Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política