SOCIEDAD: POR OVIDIO H. ZANZERO (BLOG DEUCALION), PARA EL OJO DIGITAL

Tras el ocaso, se avecina la noche

Día tras día, se ha observado como en algunos momentos de nuestro pasado y también en algunos de nuestra actualidad, que se pierden aspectos de la religiosidad en el sentimiento popular; y sobre todo, en las contemporáneas, formadas de elementos tan diversos (algunos de manifiesta peligrosidad ocultos bajo la piel de un cordero) con preocupaciones exclusivamente materiales más que nada. No se ha construído una ética independiente del dogma, viviendo ajenos a toda necesidad espiritual. A la luz de la absoluta carencia de previsión, irremediablemente este ocaso precede a la oscura noche de la inmoralidad.

21 de Julio de 2010
Entre nosotros, lo más apreciable del punto de vista ético social, aún en su mayor parte, se halla bajo la influencia religiosa. Ni la instrucción laica ha orientado su acción hacia la educación moral, limitándose a combatir el analfabetismo, como si bastara saber leer y escribir para formar a un ciudadano. Se olvida que la instrucción rudimentaria resulta, en muchas oportunidades, un factor fundamental de perversión moral, cuando no va acompañada debidamente de principios de ética social. Por tanto, resulta del caso recordar con relación a este tópico, a un maestro por excelencia; preceptuaba Sarmiento, que tenia por lema "educar al soberano" cuando enaltecía a las escuelitas pueblerinas de su provincia en el Facundo con estas palabras: "Yo que hago profesión hoy de la enseñanza primaria, que he estudiado la materia, puedo decir que si alguna vez se ha realizado en América algo parecido a las famosas escuelas Holandesas descriptas por Coussin, es en la de San Juan, donde los preceptos de la moral se inculcaban a los alumnos con especial solicitud...". Si los dogmas y su moral preceptiva, son los propios de una civilización o a sus manifestaciones, que están poco desarrollados en relación con otros (primitivus), la evolución se opera cuando los individuos adquieren aptitud para sentir la moralidad en forma independiente de toda sanción. Pareciera que en nuestro caso y en nuestro medio, al debilitamiento de aquella no ha seguido la perfectibilidad ética de la persona por rusticidad de sus componentes. Vemos de esta forma como la Constitución de nuestra Nación reafirma una moral dogmática, conforme a su credo; es en forma categórica, que así lo impone de manera especifica, en el contenido del Artículo 19 al decir: "Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe". Importa ello una garantía individual; pero, no sentido el imperativo religioso, puede llegar como servicio y amparo de una conducta inmoral, tan perjudicial para la sociedad como el delito mismo. Al tocar este tema del "Ocaso de la moral dogmática", lo hago en prevención, ante lo próximo que considero que nos hallamos de ser cubiertos, por el manto de la oscura noche de la irracionalidad y de la irreverencia; a ello, me lleva el haber leído en medios de información del día de ayer (1º/10/2008) las declaraciones de un legislador del FPV, (Carlos Kunkel) que no me sorprendieron en absoluto, quien muy suelto de ánimo y haciendo gala de un gran desparpajo, dentro de la esfera de la mala educación que lo caracteriza, se refería ironizando sobre la sufrida gente del campo y al Cardenal Jorge Bergoglio, a través de Radio Continental con expresiones tales como; "pidan a Bergoglio que rece más fuerte, que haga llover", o "el gobierno no tiene la culpa de que no llueva ni puede manejar las nubes", estas expresiones son sin lugar a dudas las que me llevaron a la conclusión de la última parte del párrafo que antecede. Por Ovidio H. Zánzero, Deucalion Blogspot, para El Ojo Digital Sociedad.
Por Ovidio H. Zánzero, Blog Deucalión