SOCIEDAD: POR OVIDIO H. ZANZERO (BLOG DEUCALION), PARA EL OJO DIGITAL

Veneno para la democracia

El nombre de la peligrosa sustancia que puede causar una de las muertes o daños irreparables a la más civilizada de las formas de gobierno, es conocida bajo el rótulo de "oclocracia" y, según la observación aristotélica clásica, resulta una de las tres formas específicas de degeneraciones en las formas puras de gobierno, en manera precisa y sin vaguedad, de la democracia. Generalmente, este paso degenerativo de un estado a otro resulta del aprovechamiento por personalidades tiránicas o demagógicas en la conducción en tropel de las masas y que en oportunidades pueden constituir muchedumbres.

21 de Julio de 2010
De allí la afirmación conceptual de que la oclocracia se crea a partir de una acción demagógica en sus múltiples formas, explotando las emociones cuasi irracionales de la muchedumbre, de las masas o del gentío; y de esta forma se constituye como poder de las mismas, es decir el gobierno de las muchedumbres, la oclocracia. El origen de esta alteración sustancial, que hiere de muerte a la democracia en su más puro estado de gobierno, por pérdida de la voluntad general, que ha abandonado el ser general tan pronto como su mala costumbre en sentido moral, resulta censurable en sí misma. Personifica y representa los intereses de algunos y no el del conjunto de sus habitantes en sus pertinentes territorios, hasta el extremo en que puede ser la voluntad de todos los agrupados o la voluntad de la mayoría, pero nunca de una voluntad general; a los que tanto J-J Rosseau como J. Mackintosh se han manifestado en el Contrato Social uno y en su Vindiciae Gallicae el segundo, sobre el flagelo de la oclocracia. Por tanto, y sin tapujo alguno, de este modo su veneno le llega, al poner en peligro de exterminio a la democracia, también al "bien común" que si tomamos en cuenta a lo preceptuado por Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica (c.98) al tratar la naturaleza de las cosas, refiriéndose a temas de la ley, asegura que ésta "no es más que una prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad". Agrega al haber establecido de esta forma, que el bien común es asimismo fin común; "constituyéndose la ley ante todo por orden al bien común, cualquier otro precepto sobre un objeto particular no tiene razón de ley sino en cuanto se ordena al bien común. Por tanto, toda ley se ordena al bien común" (anteced. de Wikipedia). Por cuanto, si la democracia cae, arrastra en el desastre al bien común, y los destinos de la sociedad que constituye al pueblo, sin duda alguna, entre muchas cosas que perderá, bienes jurídicos, materiales, morales, culturales, etc. caerá junto a ellos, la facultad que tiene todo ser de cumplir con la ley, la libertad. Ello es así, si recordamos que anteriormente afirmábamos que, conceptualmente, la oclocracia es creada por una acción demagógica en sus múltiples formas. Parte de un conductor demagogo, de un grupúsculo con igualdad de actitudes que aquel, hasta constituirse en una muchedumbre, usada y arriadas en estampidas irracionales, luego de arengas consabidas y preparadas para tales fines como ser; las falacias con sus matices y sus componentes falsos; la manipulación de significados en sus afirmaciones o premisas; omisiones y tácticas de distracción que se direccionan a no responder directamente a las preguntas ni a los desafíos; a la llamada falsa divisiones de grupos por aquello de "estás conmigo o pasas a ser mi enemigo" (falso dilema); estadísticas, que pueden ser inductivas (en busca de un resultado determinado) o también fuera del valor de la realidad, utilizando datos numéricos irreales que se ajustan a falsas ideas que sirven de base; y, otras muchas más que serian largas de enumerar, pero que están latentes en las vivencias de los argentinos. Estas metodologías se potencian con la necesaria aceptación de prebendas y mendacidad por parte de las agrupaciones que se constituyen en parte integrantes de la muchedumbre y tienen relación directa al poder económico que se maneja desde la conducción. Concluyendo, y a nada menos, que 180 minutos de un hecho, que nos llena de desesperanza, desolación y vergüenza, no nos queda otra alternativa, que ante lo irremediable de los hechos ya concretados, y ante la irresponsabilidad manifiesta demostrada por el poder paralelo al Poder Ejecutivo Nacional, por lo que también éste asume el papel de responsable directo, en un enfrentamiento irracional y con seguridad no deseada por una de las partes en conflicto, que lo que sólo reclama es defender sus bienes jurídicos dañados, por una medida que no le basta con ser confiscatoria, lo es también inconstitucional. Por lo tanto, lastima a la Nación toda, esperar su resolución. No sin antes tomar partido y brindar un absoluto apoyo al Campo de mi Patria, que es todo el interior de mi Republica, con tierras de mayor producción que otras por sus peculiaridades regionales, ante la falta total de razonamiento de la contraparte, que jugó a todo o nada, en una mezcla incorpórea de autoritarismo confrontante, bipolaridad y ansias desmedidas de poder, constituyendo una representación categórica de un gobierno de muchedumbres. Tal cual lo he dearrollado precedentemente, espero que no se este vertiendo veneno sobre la democracia. Por Ovidio H. Zánzero, Deucalion Blogspot.
Por Ovidio H. Zánzero, Blog Deucalión