POLITICA: POR FRANCISCO MONTESANO, TOTALNEWS.COM.AR

La Teoría de los Juegos y el dilema del prisionero

Un ligero repaso a ciertas teorías relativas a la negociación, y su paralelo con el enfrentamiento entre el Gobierno Nacional y el sector agropecuario, en la pluma de Francisco Montesano.

21 de Julio de 2010
La teoría de juegos, desarrollada en sus inicios como instrumento para entender el comportamiento de la economía, se utiliza actualmente en muchos campos, desde la biología a la filosofía. Su incremento fundamental se da a partir de los trabajos de John von Neumann y Oskar Morgenstern, antes y durante la Guerra Fría. Considerada un área de la matemática aplicada, que recurre a modelos para estudiar las distintas interacciones entre las estructuras existentes y bajo determinados incentivos, el objetivo es llevar a cabo los procesos de decisión. El "dilema del prisionero", es uno de los problemas que se plantean en esta Teoría de los Juegos, considerado su resultado como de suma nula. En este tipo como en otros muchos, se supone que cada jugador -de modo independiente- trata de incrementar al máximo su propia ventaja sin importarle el resultado del rival. Las técnicas de análisis de la teoría de juegos estándar pueden llevar a cada jugador a escoger traicionar al otro, pero curiosamente ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen. Infortunadamente, cada jugador está incentivado individualmente para defraudar al otro, incluso tras prometerle colaborar. Este es el punto clave del dilema. En ciencia política, dentro del campo de las relaciones institucionales, el escenario del dilema del prisionero se utiliza a menudo para ilustrar el problema de dos sectores enfrentados. Ambos razonarán que tienen dos opciones : o bien conceder, o bien llegar a un acuerdo o una situación de equilibrio final. Ninguno de los dos puede estar seguro de que el otro acatará el acuerdo. De este modo, ambos se inclinarán hacia la negación. La ironía reside en que ambos parecen actuar racionalmente, mas el resultado es completamente irracional. Estas teorías están al alcance de todo responsable en la toma de decisiones, principalmente aquellos que deben decidir no solo sobre su propio destino sino sobre el de una nación entera. Para nuestra preocupación, en el caso que nos ocupa en la actualidad, la esgrima campo-gobierno, los involucrados en la discusión son quienes menos pierden, ya que la verdadera perdida la tendrá el pueblo todo, en caso de una probable de suma cero o irresolución del conflicto. La irresolución de este espinoso escenario -evaluando los acontecimientos de los últimos días- solo se deberá a la soberbia, el autoritarismo, la ceguera política y una severa restricción gubernamental. El kirchnerismo, para muchos, está exhibiendo un fuerte déficit de gestión. Enfrentamos el más grave trance político y social de los últimos seis años, innecesario e inexplicable de la historia. Los problemas económicos están siendo mal gestionados, el poder se difumina entre la Casa Rosada y Puerto Madero; el Gabinete es una muestra pictórica de otros tiempos, y solo algunos privilegiados en el poder gozan de alguna cuota pobre de decisión. La falta de gestión política está aislando al matrimonio presidencial de sus ocasionales correligionarios. La prosperidad económica disimuló esa carencia en los últimos años, así como los errores que se cometieron. La cuestionable tarea administrativa deriva del poder fenomenal acumulado en una sola persona. De allí resulta que todas las ideas -buenas y malas por igual- deben hacer cola en la antecámara del trono. Los adeptos gobernadores y legisladores del oficialismo comienzan ya a tomar distancia de un gobierno que no los tiene en cuenta. En el transcurso de los diez últimos días, unos 10 legisladores se apartaron del bloque. La fortaleza y la estabilidad de las jefaturas, siempre temporales, tienen como principal aliado la aprobación de sus jefes en la imagen popular, y las mismas le resultan adversas a la mal autodenominada Presidenta. Nuestros dirigentes, funcionarios, o quienes nos representen, deberían conocer el trabajo de personalidades de las ciencias, como John von Neumann, Oskar Morgenstern, John Forbes Nash y otros, quienes elaboraron esquemas matemáticos y sociológicos a partir de una trama tan compleja como lo es la toma de decisiones, con el objetivo de evitar los trastornos que produce la falta de acuerdo a todo nivel. Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar. Email : franciscomontesano -arroba- totalnews.com.ar.
Por Francisco Montesano, Totalnews.com.ar