POLITICA: POR LUCILA O DONNELL

Uso y abuso

Cuando la teoría se convierte en la muletilla de quienes quieren impactar a través del discurso.

21 de Julio de 2010
Elecciones Como todos sabemos, el día 23 de octubre, otra vez los ciudadanos argentinos fuimos a sufragar. A realizar uno de los actos más importantes y festivos por los que atraviesan las naciones democráticas. Sin embargo, desde hace un largo tiempo, en la Argentina, ya prácticamente, no se vota por convicción, sino más bien, por opción. De este modo, las ganas de votar y preocuparse por las propuestas, las ideas, y de saber quienes son aquellos integrantes que le suceden a las cabezas de lista, casi no existe. Lo que fue la Campaña Este campaña, se ha caracterizado, por la agresión desmedida. Alejados de los preceptos éticos y morales, la mayoría de los candidatos, se han dicho de todo. Y en lugar de preocuparse por impartir ideas, han focalizado sus discursos, en manchar el nombre de candidatos de otros partidos. Además, en el caso del oficialismo, de hacer un revival de la década del ’90. Una década, que muchos querrán olvidar, pero otros, seguramente que no. La realidad es, que de nada sirve volver al pasado, y utilizar la memoria colectiva, principalmente, de aquellos que experimentaron directamente el dolor, como instrumento de batalla, o como herramienta para coptar votos. Eso es, involución, reduccionismo. Y un juego perverso. El pasado se conoce. El presente tiene impronta de pasado, pero eso no justifica, la especulación con el mismo. Tampoco es lícito, impartir mal conocimiento, aprovechando la ignorancia, y el desconocimiento de la sociedad. Porque convengamos, que no todos, deben saber quien fue Hannah Arendt, y cuales son los basamentos de su teoría filosófica ¿no? Uso y Abuso A partir de la señora Elisa Carrió, la figura de la filosofa, Hannah Arendt, se ha hecho más que popular. Lo cual está muy bien, lo que no está bien, es que todos se hayan querido colgar de la filosofa, difundiendo una teoría abortiva. Es decir, desfigurando las premisas debidamente estudiadas y analizadas por ella. Porque implícita o explícitamente, muchos candidatos se han valido de Arendt, para confundir a los ciudadanos. Aunque otros también, han utilizado la figura de Juan Domingo Perón y de Eva Duarte De Perón, apelando a la nostalgia peronista, intentando infiltrarse en esa estructura de sentimiento que acompaña a muchos peronistas. Los candidatos, y también el oficialismo, parecen desconocer que si lo peor que tiene Karl Marx, son los marxistas, lo peor que tiene Perón, son los peronistas. Hannah Arendt. La teoría Queriendo apelar al contrato moral y a la condición humana, se ha desvirtuado, notoriamente, el fin último y verdadero de las intenciones de Arendt. Es más, muy pocos saben, que es la condición humana. Así como también, pocos son los que conocen su teoría, de manera acabada. En Argentina, como siempre, se ha realizado un abuso de la teoría en si misma, para intentar cubrir los vacíos del saber. La idea entonces es, explicar brevemente, pero con claridad, la postura de una de las filósofas más importantes de la historia, fundamentalmente, del siglo XX. Ante todo, es importante destacar, que Arendt, analiza el tema de la política desde una perspectiva pluralista. A través de su obra, ha ido intentado rescatar el antiguo concepto de política que suponía, entre otras cosas, actuar conjuntamente con otros, en el ámbito de lo público. La relación que el hombre, entabla con el mundo, es la condición humana. Es decir, cuando el hombre nace, debe insertarse en un mundo ya creado. Un mundo compuesto por cosas, pero también, por otros hombres, con los cuales deberá relacionarse de una, u otra manera. De ahí, que cuando el hombre nace, entra a formar parte de la vita activa, la cual, está compuesta de tres formas. Estas tres formas a mencionar, son las que Arendt utilizará, para desarrollar el concepto de acción política. Labor: En esta actividad, el hombre se relaciona con la naturaleza, para satisfacer sus necesidades primarias, y así asegurar, su supervivencia como especie. Trabajo: Esta actividad, tiene que ver con la construcción de nuevas cosas, para poder satisfacer, otro tipo de necesidades. Acción: Para llevar adelante esta actividad, el hombre, necesita de la existencia de otros, o sea, necesita del vínculo con sus contemporáneos. Entonces, mientras la labor y el trabajo se desarrollan en la esfera privada, la acción y el discurso, transcurren en la esfera pública. Necesariamente, la acción, necesita de la alteridad. Por lo tanto, con cada nacimiento, la libertad, entra en escena, pero no la libertad como sentimiento. La libertad como la capacidad y posibilidad que tiene el hombre, de hacer algo nuevo. De este modo, la libertad, se presenta como un sinónimo de la acción. Y esto sucede, porque se manifiesta la alteridad y el compartimiento de un espacio. Pues entendemos, que es en la esfera de lo público, donde los hombres encuentran un espacio para actuar y dialogar, otorgándole un fuerte sentido a la política. De ahí también, que el poder, solo le pertenece a los hombres reunidos, puesto que cuando se separan, el mismo, desaparece, o lo que es peor, se vuelve despótico. Despótico, como en muchas oportunidades se presenta el actual gobierno; despótico, como se mostraron algunos candidatos, en los debates organizados. Candidatos que parecían ir por la vida, con la bandera moral flameando. Impartiendo una teoría maravillosa, pero teoría al fin. Algunos de ellos, poco agiornados, y obsesionados con la toma del poder, con la dictadura del proletariado. Muchos no llegan a comprender, que se necesitan nuevas herramientas y nuevos preceptos modernos para llevar adelante una política más igualitaria. El abuso de la teoría marxista, por ejemplo convirtió las ideas de los partidos de izquierda actuales, en viejas utopías. Me refiero a los partidos de extrema izquierda. El resultado Una señora Elisa Carrió que abusó de manera extrema de un contrato moral mal explicado, y poco probable en las sociedades modernas latinoamericanas. Pero poco probable, no porque no exista moral, sino porque no vivimos en Europa y para poder asemejarnos a los basamentos y estilos europeos, debemos ir, de lo simple, a lo complejo. Y complejo es, el contrato moral. Que es más teórico, que práctico en los tiempos que corren. Buscando impactar con el color de las palabras, con la cierta “complejidad” de las ideas. Como todos saben, el abuso no triunfó. Triunfó, la simplicidad de la palabra, la no confrontación, simulada o auténtica, pero no confrontación al fin. Triunfó, un nuevo tipo de presentación, que puede gustar o no, pero que no apeló al dolor de la memoria social, y tampoco a las teorías, para realizar su campaña. Será porque eso forma parte de PRO. Finalmente, hacer uso teórico, es lícito y necesario. Pero cuando se llega al abuso, queriendo impartir conocimiento errático, el resultado, está a la vista. Más cuando la moral, es la premisa fundamental de quienes se jactaron de auténticos, y terminaron padeciendo un bochorno interesante, que terminó por jugarles en contra. “No faltar a la verdad” ha sido la frase más escuchada del ARI. Ahora, no faltar a la verdad, pero tampoco abusar del desconocimiento social y de la teoría en si misma. Pregunta final. ¿Qué entenderá entonces el ARI, por Contrato Moral?
Lucila O Donnell