Al respecto de la sociedad entre los EE.UU. y Suiza: valores compartidos, y un sólido vínculo en temas económicos y estratégicos

Los Estados Unidos de América y Suiza han sido descritos, durante mucho tiempo, como 'Repúblicas Hermanas' -término que simboliza la profunda sociedad entre ambos. Al compartir valores democráticos comunes, el respeto por el Estado de derecho, un ideario basado en el libremercado, y aún constituciones similares, las dos naciones exhiben un récord certificable que ilustra el carácter dinámico de su asociación en cuestiones críticas y variadas. La nación alpina, a pesar de su pequeño tamaño, cuenta con una influencia notoria en una variedad de cuestiones estratégicas y económicas, que resultan de altísimo valor para Washington.


Y lo cierto es que nadie moldeó la relación entre los EE.UU. y Suiza en las recientes décadas como Faith Ryan Whittlesey (foto), asistente vital del ex presidente Ronald Reagan y embajadora ante Berna en dos oportunidades. Tal como lo refiriera recientemente una muy respetable revista suiza, Whittlesey fue 'la embajadora que cultivó las más sólidas relaciones entre Suiza y los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial'.

Como reflejo de esta relación única, Abby Spencer Moffat, miembro de trayectoria en el board del think tank estadounidense The Heritage Foundation, y su madre, Diana Davis Spencer, fueron honradas recientemente con el Premio Embajadora Faith Whittlesey Leadership al Liderazgo, por parte de la Fundación Suizo-estadounidense.

Tras aceptar el reconocimiento, Davis Spencer subrayó: 'Faith fue una notable fuerza inspiradora que unió a nuestras dos naciones'.

Hoy día, el legado de Whittlesey al respecto de la ampliación de los vínculos suizo-estadouindenses se refleja en las relaciones dinámicas y recíprocamente beneficiosas entre ambos países.

Whittlesey declaró alguna vez: 'La importancia de Suiza en mucho excede a su tamaño'. Suiza es una de las economías de libremercado más avanzadas. De acuerdo al Indice Anual de Libertad Económica -desarrollado por Heritage-, Suiza, como la segunda economía más libre del globo, encabeza el ránking europeo.

De igual modo, el magazine The Economist describió a Suiza: 'Tal como una pequeña localidad de montaña que trasciende a su tamaño como sitio de conversaciones -esto es, un sitio en donde se tratan distintos temas, pero donde no se toman decisiones críticas-, Suiza ha prosperado como paraíso para los negocios, mucho más allá de lo que hubiera podido esperarse de un país pequeño, sin salida al mar y con escasos recursos naturales'. La revista destacó el 'sentido común' y los 'bajos impuestos' como 'el ingrediente secreto' de la exitosa nación alpina.

Desde luego que es notorio y bienvenido que Suiza y los Estados Unidos de América hayan avanzado a grandes pasos en la profundización de sus vínculos económicos y de negocios. Washington y uno de los principales socios comerciales de Suiza en el concierto internacional, y es el destino más importante para las exportaciones y la inversión suiza directa en el globo -como también es un nodo vital para la educación y la investigación.

Más específicamente, en el frente económico, firmas estadounidenses y suizas trabajan mancomunadamente para desarrollar productos farmacéuticos de alta tecnología y elevada calidad, componentes para la industria aeroespacial, maquinaria pesada y equipos que fluyen en ambas direcciones -convirtiendo a ambas economías en cada vez más competitivas con el mundo, en la forma de socios dinámicos que aportan altas cuotas de valor agregado.

Estos dos aliados exhiben un profundo vínculo, beneficiándose recíprocamente en comercio e inversiones, mediando una importante cifra de compañías subsidiarias (de ambas nacionalidades). Un aproximado de quinientas compañías suizas operan en los Estados Unidos, y son directamente responsables por la creación de más de 250 mil puestos de trabajo en suelo americano.

Tras aceptar el reconocimiento antes apuntado, Moffat honró a Whittlesey, recordando que ella, como nadie, 'personificó la expresión de su ex jefe, el presidente Ronald Reagan, al respecto de que el líder de mayor peso no necesariamente es aquel que hace las cosas más grandes. Es aquel que logra que las personas conviertan en realidad esas cosas grandes'.

En efecto, el pragmático liderazgo que se rige por sumar y multiplicar, en lugar de restar y dividir, se vio claramente en la diplomacia desplegada por Whittlesey; asimismo, su faena se convirtió en la piedra angular de la sociedad suizo-estadounidense, y así seguirá siendo, mientras ambas naciones continúen avanzando juntas.

Artículo original, en inglés