ECONOMIA INTERNACIONAL: NICHOLAS ANTHONY

Al respecto del informe de la Reserva Federal sobre la moneda digital de bancos centrales

Ha demorado casi un año pero, finalmente, la Reserva Federal ha publicado un informe en relación...

08 de Febrero de 2022

 

Ha demorado casi un año pero, finalmente, la Reserva Federal ha publicado un informe en relación a las monedas digitales de banca central (CBDCs). El trabajo no logra satisfacer la expectativa generada por la Fed. Si algo logra, muestra que una CBDC es una solución en la búsqueda de un problema.

Reserva Federal, Fed, Estados Unidos, Washington, Jerome Powell, CBDCEl informe de cuarenta páginas contiene tan poca información, que le hace pensar en qué ha estado trabajando la Fed todo este tiempo. Para ser justos, el reporte si ofrece una idea de cómo la Fed se imagina que tomaría forma una CBDC, pero su visión no es buena. La Fed puede que finalmente haya cumplido su promesa de entregar un reporte, pero tiene un largo camino por delante si desea presentar una CBDC.

La estrategia deseada por la Fed para una CBDC que sería “de privacidad protegida, intermediada, ampliamente transferible y de identidad verificada”. Eso podría sonar bien a primera vista, pero una mirada más cercana revela que esta estrategia realmente es algo desafortunado.

La protección de la privacidad de los estadounidenses ha sido una de las preocupaciones más grandes en torno al diseño de una CBDC. De manera tal que tiene sentido que la privacidad haya sido mencionada en primer lugar. Sin embargo, al final de la lista, la Fed fundamenta esa promesa con solo dos palabras: “identidad verificada”. Esencialmente, esto significa que la Fed ha abandonado la idea de conformar una CBDC que actuaría como una versión digital del efectivo. Esto significa que las personas necesitarán tener sus identidades verificadas antes de usar la CBDC de tal manera que la Fed pueda mantener un registro de sus transacciones. Donde el efectivo le ofrece a los estadounidenses la libertad de tomar decisiones financieras en privado —una libertad que debería estar protegida por la Cuarta Enmienda— la CBDC de la Fed probablemente sería otro canal de recolección de información.

Además, no queda claro que beneficios reales tendría la CBDC de la Fed para los consumidores. En el reporte, la Fed estableció que una CBDC podría mejorar la velocidad de los pagos, la inclusión financiera y el status internacional del dólar. Pero todas esas son áreas que están siendo arregladas a través de otros esfuerzos —esfuerzos que probablemente serán terminados antes de que una CBDC llegue al mercado.

Por ejemplo, tanto los sectores privados y públicos han estado desarrollando redes para acelerar los pagos. Para lograr la inclusión financiera, los datos de las encuestas de la FDIC han encontrado que el número de hogares no banderizados disminuye cada año conforme la tecnología hace que los servicios bancarios sean más accesibles. Esa tasa de mejora probablemente solo aumentará conforme las iniciativas del sector privado para ayudar a los no-banderizados (esto es, BankOn) continúan despegando. Finalmente, cada paso positivo para el dólar mejorará su status internacional. Una CBDC podría ayudar a EE.UU. a mantenerse al día, pero no es tan única en su habilidad de mejorar el status del dólar. Además, es altamente improbable que una “CBDC” sea un requisito necesario para competir en el escenario mundial. Las personas no van a correr hacia el yuan chino o la naira de Nigeria simplemente porque se han vuelto “digitales”.

Una CBDC podría ser una prospecto emocionante para los bancos centrales, pero Fed va a necesitar una serie mucho más robusta de beneficios si va a justificar experimentar con el dinero en las billeteras de la gente.

Justo antes de la publicación del reporte, el Gobernador de la Fed, Jerome Powell, escribió al Senador Toomey (Republicano en representación de Pennsylvania) diciendo, “Una pregunta crítica es si la CBDC rendiría beneficios de manera más eficaz que los métodos alternativos”. Según toda la evidencia, parece que la respuesta a esa pregunta es negativa.

Tanto la Fed como el Congreso de los Estados Unidos de América tendrán un largo camino por delante si uno pretende justificar la supuesta necesidad de una CBDC ante el pueblo estadounidense.


* El autor, Nicholas Anthony, se desempeña como administrador del Centro para las Alternativas Monetarias y Financieras en el think tank estadounidense The Cato Institute, en Washingon, D.C..