Superar las consecuencias de la guerra, eje de la cooperación entre los EE.UU. y Vietnam

La guerra de Vietnam, una de las más prolongadas en la historia de los Estados Unidos, concluyó con la histórica Operación Ho Chi Minh. A 46 años de aquella efeméride, las relaciones entre Hanói y Washington han registrado grandes cambios. De enemigas, ambas naciones transitaron hacia la amistad y, luego, hacia una diversificada sociedad. Sus vínculos se elevaron a nivel de asociación integral. Este resultado se atribuye a los esfuerzos de ambos para neutralizar paso a paso el odio, construir la confianza mutua y trabajar juntos para aliviar las consecuencias de la guerra, abrazándose a un espíritu constructivo.

 

El alivio de las secuelas de guerra constituye un aspecto central en la cooperación entre Vietnam y los Estados Unidos desde que ambas partes anunciaran la normalización de sus relaciones diplomáticas en 1995. De tal manera, se comprometieron a resolver las obligaciones humanitarias y a hacer frente a las consecuencias de guerra de manera responsable, ponderándose a esta variable como una fuerza impulsora para el fomento de sus nexos.

 

Las funestas consecuencias de la guerra

 

Será lícito consignar que las consecuencias compartidas por el pasado conflicto bélico son de magnitud, y que se evidencian no solamente a través de lesiones corporales de veteranos y civiles, así como malformaciones de víctimas con el agente naranja/dioxina, sino también en áreas de suelos contaminados por esta sustancia tóxica y otras que albergan artefactos explosivos sin detonar. De hecho, los vietnamitas sobrevivientes después de la guerra continuaron enfrentándose a serios problemas económicos, sociales y ambientales. En lo particular, estas secuelas dejaron impactos a las nuevas generaciones, ya que Vietnam es la nación que cuenta con la tasa de defectos al nacimiento más alta del mundo.

 

Por su parte, Estados Unidos y sus aliados también debieron hacer frente a importantes pérdidas humanas. Mientras tanto, centenares de miles de veteranos de guerra estadounidenses han padecido trastornos mentales debido a traumas y temores que desarrollaron durante su despliegue en el país indochino (lo que comúnmente se conoce como síndrome de Vietnam).

 

Cooperación en materia de obligaciones humanitarias y de resolución de las consecuencias de guerra

 

Desde la normalización de las relaciones, Vietnam y los Estados Unidos se han embarcado en el mismo camino, a criterio de aliviar las consecuencias de la guerra. En 2006, las partes firmaron un memorando de entendimiento sobre el programa de tratamiento de la salud mental y el medio ambiente contaminado por el agente naranja en Vietnam, lo que consignó un hito destacable en la exploración conjunta de nuevas soluciones para esta compleja problemática.

 

En 2012, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se asoció con el Ministerio de Defensa de Vietnam a efectos de implementar el proyecto sobre la desintoxicación de la dioxina en el aeropuerto internacional de Da Nang, en el centro del país. A posteriori, ya en 2018, ambas partes rubricaron un acuerdo de cooperación para desplegar el mismo proyecto en el aeropuerto de Bien Hoa, en el sur del territorio indochino.

 

El año pasado, Estados Unidos se comprometió a proporcionar US$ 65 millones para apoyar a los ciudadanos vietnamitas con discapacidad en ocho provincias prioritarias durante cinco años, para ayudarles a tener oportunidades de integrarse a la sociedad y mejorar su calidad de vida. El ex embajador del país estadounidense en Hanói, Daniel J. Kritenbrink, declaró entonces:
 

'En la actualidad, una de las prioridades en la cooperación entre los dos países radica en realizar las labores humanitarias y resolver las consecuencias de la guerra, incluídos los temas vinculados a la desintoxicación de la dioxina y el apoyo a los discapacitados afectados por esta sustancia química residentes en ocho provincias contaminadas, así como la búsqueda de los soldados desaparecidos en la guerra por ambos lados'.

 

A lo largo de la última década, la parte estadounidense ha apoyado a Vietnam con cientos de millones de dólares para ayudarle a superar las secuelas dejadas por el conflicto bélico. Como contrapartida, también el país indochino también ha cooperado estrechamente con los Estados Unidos para acelerar la búsqueda de miles de restos de soldados desaparecidos en la guerra. Al respecto, el Coronel General Nguyen Chi Vinh, viceministro de Defensa de Vietnam, afirmó: 'Estados Unidos aprecia la cooperación de Vietnam en la búsqueda de sus connacionales que desaparecieron en la guerra. Puede decirse que se trata de un ámbito de colaboración del que estamos muy orgullosos. Lo hacemos guiados por la humanidad y la responsabilidad, y también por la necesidad de generar confianza y fortalecer la cooperación bilateral'.

 

En rigor, la cooperación en el alivio de las consecuencias de guerra contribuye al proceso de normalización de las relaciones bilaterales y a la construcción de confianza recíproca. Para ello, Vietnam y los Estados Unidos han debido renunciar a sus hostilidades y trabajar juntos para avanzar hacia un futuro promisorio y compartido. Este no es solo un modelo de reconciliación para ambas naciones, sino también para numerosos conflictos regionales e internacionales hoy vigentes.