INTERNACIONALES: LEE EDWARDS

Reino Unido: consecuencias de la victoria conservadora

La apuesta socialista en el Reino Unido ha fracasado miserablemente.

15 de Diciembre de 2019

 

La apuesta socialista en el Reino Unido ha fracasado miserablemente.
 
Reino Unido, Boris JohnsonEsta es la primera lectura que arroja la apabullante derrota cosechada por el Partido Laborista el pasado jueves, en ocasión de desarrollarse los comicios generales en el Reino Unido, al tiempo que encuestadoras de opinión ya han consignado que ese espectro político ha tenido su peor registro en el parlamento desde 1935.    
 
Los socialistas estimaron que podrían hacerse de una mayoría parlamentaria, respaldándose en un pensamiento radicalizado de izquierda, y prometiendo revertir las reformas privatizadoras implementadas por Margaret Thatcher en los años ochenta. El Partido Laborista promocionó un esquema estatizador a gran escala, del sistema de transporte ferroviario, del correo, de los servicios de agua y electricidad.
 
La ciudadanía británica no suscribió a esas propuestas, y decidió obsequiarle al conservador Boris Johnson una amplia mayoría parlamentaria, en tanto también le otorgó un sólido voto de confianza para proceder definitivamente con la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).
 
En apariencia, los conservadores se anotaron una cosecha récord de escaños, desde que Thatcher se alzó con la victoria electoral en 1987, para oficiar de primer ministro por tercer período consecutivo.
 
El decisivo rechazo registrado por la agenda socialista sorprendió a los Demócratas Socialistas de los Estados Unidos, quienes lo apostaron todo por sus camaradas en la Gran Bretaña, trabajando en modalidad remota desde sus teléfonos en Nueva York y en otras geografías, a efectos de intentar inclinar la balanza a favor del Partido Laborista.
 
Este espectro político americano entendió que una victoria del socialismo en el Reino Unido podría propiciar un resultado similar en los Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales de 2020.
 
Ahora, los socialistas estadounidenses habrán de preguntarse si acaso su plan magistral para convertir a los Estados Unidos de América en una nación socialista no es una lejana utopía. ¿Es lo sucedido en Gran Bretaña una muestra anticipada de lo que podría sucederle al progresismo estadounidense, si acaso el Partido Demócrata se respaldare en una plataforma socialista?

Estas preguntas sin dudas afectarán, incluso en lo material, al proceso para nominación de candidatos a la presidencia en el Partido Demócrata.
 
Algunos observadores políticos ven paralelismos entre la victoria del Partido Conservador británico en el norte de Inglaterra y en los Midlands -territorios que se hallaban bajo dominio laborista durante décadas- y la captura que consolidara el presidente estadounidense Donald Trump de distritos 'seguros' de los Demócratas, como es el caso de Pennsylvania, Wisconsin, y Michigan. Los tories británicos, por ejemplo, ganaron en la ciudad de Workington, que el laborismo había logrado retener, consecutivamente, desde el año 1918.
 
El matutino estadounidense The Wall Street Journal editorializó que el 'tropiezo' laborista consigna una advertencia a los Demócratas estadounidenses 'que creen que el populismo de izquierda es el camino para vencer al populismo de derechas de Donald Trump'.   
 
Al tomarse en consideración inicial sobre los resultados en la Gran Bretaña, los conservadores estadounidenses se muestran hoy confiados en que, tal como el votante británico no se vio conmovido por los cantos de sirena del socialismo, el mismo sentido común se adueñará de los votantes de los Estados Unidos, empujándolos a rechazar la plataforma neomarxista incorporada por el Partido Demócrata americano.
 
Sin importar la reiteración de muchos, quienes preferirían vivir en unos EE.UU. socialistas antes que capitalistas, lo cierto es que hay un largo trecho desde las encuestas iniciales hasta la instancia de los resultados definitivos.


Artículo original, en inglés, en éste link

 
Sobre Lee Edwards

Reconocido historiador y analista del conservadurismo estadounidense en la Fundación Heritage, Washington, D.C., Edwards es autor de más de veinte libros, incluyendo biografías de Ronald Reagan y Barry Goldwater. También es presidente de la Fundación por la Memoria de Víctimas del Comunismo (Victims of Communism Memorial Foundation) desde 2007, y que lanzaran en modalidad online el Museo Global sobre Comunismo en 2009. Publica en la web estadounidense The Daily Signal.