INTERNACIONALES: OLIVIA ENOS & SARAH BROWN

Millones de manifestantes en las calles en Hong Kong; las razones

Por segunda semana consecutiva, manifestantes llenaron las calles de Hong Kong el pasado domingo..

19 de Junio de 2019


Por segunda semana consecutiva, manifestantes llenaron las calles de Hong Kong el pasado domingo, para protestar contra lo que se evalúa como una grave amenaza contra las libertades en el territorio.

En réplica, Hong Kong decidió suspender indefinidamente la legislación que se hallaba en el núcleo de la controversia: un proyecto que hubiese legalizado las extradiciones a la República Popular China.

Protestas en Hong Kong, contra la ley de extradiciónFundamentalmente, el proyecto hubiese dotado a las autoridades hongonesas para trasladar a cualquier persona -ciudadano o no- hacia territorio chino, por pedido del gobierno de Pekín.

Luego de suspender el proyecto, la jefe ejecutiva de la ciudad, Carrie Lam -foto-emitió un comunicado con disculpas públicas, en el que admitió 'deficiencias' en el trabajo del gobierno, que 'condujo a controversias y disputas de magnitud en el seno de la sociedad local'. Pero el pueblo de Hong Kong entiende que Lam ha fracasado a la hora de respaldar sus demandasd de retirar por completo el proyecto, y renunciar.

Carrie LamComo respuesta, un aproximado de dos millones de personas llevó su protesta a las calles el pasado domingo, lo cual determinó que la suspensión perentoria del proyecto de extradición no ha resultado suficiente.

A pesar de la naturaleza pacífica de las manifestaciones, la policía de Hong Kong respondió con extrema violencia, empleando bastones, gas pimienta, gas lacrimógeno, y munición de goma. Numerosas personas fueron arrestadas, al tiempo que fueron tratadas por las heridas sufridas en ocasión de manifestarse en el espacio público.

Las protestas del domingo fueron las más imponentes en la historia reciente de Hong Kong, sobrepasando incluso las manifestaciones registradas en 1997, cuando el territorio fue cedido por la Gran Bretaña a China. Estas protestas fueron incluso todavía más populosas que las de 2014, cuando la gente se manifestó bajo el espectro nucleado por el Movimiento de los Paraguas, o Umbrella Movement.

Más de mil comercios cerraron sus puertas el miércoles último, para permitir que los empleados se sumaran a las marchas (originalmente, el miércoles era el día en que la legislatura planeaba leer el proyecto por segunda vez).


La libertad, en riesgo

 

El think tank estadounidense Heritage Foundation ofició recientemente de anfitrión de un foro que exploró el impacto del proyecto de extradición, en la sociedad civil. No hay dudas de que su aprobvación hubiera consignado un serio deterioro para la autonomía del territorio. Mientras que Hong Kong en efecto mantiene convenios de extradición con otras naciones, incluyendo los Estados Unidos de América, jamás acordó lo propio con China, por obvias razones.



Martin Lee, fundador del Partido Demócrata de Hong Kong, supo afirmar oportunamente:

No existe ley de extradición porque, en China, no existe Estado de derecho; allí, el Partido Comunista Chino determina quién es inocente y quién es culpable.

La historia prueba que no existen razones para esperar que los sistemas legal y judicial chinos garanticen el debido proceso. Considérense los ejemplos más recientes. A comienzos de 2017, Xiao Jianhua, un hombre de negocios chino de nacionalidad canadiense, fue secuestrado de su hotel en Hong Kong por agentes chinos, para desaparecer sin dejar rastro, poco después.

En 2015, el editor de medios Lam Wing Kee fue secuestrado y confinado a un cuarto pequeño durante cinco meses, bajo monitoreo permanente. Wing Kee era uno de cinco editores en ser secuestrados durante ese año. Su colega, el ciudadano chino nacido en Suecia Gui Minhai, también fue secuestrado mientras se hallaba en Tailandia.

La evidencia es insoslayable. Las precedentes, no son acciones que inspiran confianza en China frente al respeto por el Estado de derecho y el debido proceso. El pueblo de Hong Kong, en tal contexto, tiene razón al preocuparse.  


Prosperidad bajo amenaza

El proyecto de extradición hubiese comportado implicancias extremas, más allá de la esfera de las libertades civiles. En rigor, representa una amenaza contra los negocios internacionales que han convertido a Hong Kong en un sitio notablamente próspero, como lo es hoy. Una y otra vez, Hong Kong ha encabezado los ránkings de libertad económica, en el Indice desarrollado por la Fundación Heritage de los Estados Unidos. Tal fue el resultado durante 25 años, aunque 2019 bien podría ver modificado ese rumbo.

Hong KongEl citado proyecto podría perfectamente recortar la libertad para hacer negocios en el territorio, permitiendo que Pekín congele activos y cuentas bancarias en el seno de Hong Kong, forzando que importantes cantidades de capital permanezcan en suelo chino.

Este factor ya ha allanado el camino para la incertidumbre en la comunidad internacional de negocios, en tanto amenaza el dinamismo económico que Hong Kong vien exhibiendo durante tanto tiempo en el continente asiático.

El status de Hong Kong como región administrativa especial con un alto grado de autonomía es un hecho. Históricamente, ha sido la única ciudad de China que ha sabido demostrar un compromiso con el Estado de derecho. Legislaciones como la comentada multiplican las dudas en el futuro del territorio.


Este escenario terminará por develar a qué amo sirven los líderes políticos de Hong Kong -si acaso acatarán las exigencias de la Pekín comunista, o si responderán efectivamente al pedido general de la ciudadanía. Los valientes hombres y mujeres de Hong Kong saben bien lo que está en juego; sus protestas no son en vano.

La voz del pueblo hongkonés es la voz de la libertad. Solo por esa razón, el gobierno de los Estados Unidos de América debería respaldarlos.



Artículo original, en inglés, aquí

* Análisis desarrollado con la colaboración de Sarah Brown.
 

Sobre Olivia Enos

Es asistente en investigación en el Centro de Estudios Asiáticos en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Sus artículos se publican en el sitio web The Daily Signal (Estados Unidos).