INTERNACIONALES: RILEY WALTERS

Nueva era en el Japón, tras la asunción del emperador Naruhito

De aquí en más, el día 1ero. de mayo pasará a ser un día histórico para el Japón, tras registrarse la abdicación del Emperador Akihito...

09 de May de 2019

De aquí en más, el día 1ero. de mayo pasará a ser un día histórico para el Japón, tras registrarse la abdicación del Emperador Akihito al trono, que fue cedido a Naruhito, Príncipe de la Corona. Toda vez que el evento ha observado un carácter fundamentalmente simbólico, consignará el inicio de una nueva era para el país.
 
Emperador Naruhito, JapónEl Japón, como la mayoría de los países, utiliza el mismo calendario gregoriano -tal como lo hacen los Estados Unidos de América. Pero Japón también hace uso de un segundo calendario, que acompaña los años de cada emperador en la Corona. Akihito ocupó el trono japonés en su rol de 'Heisei', que significa 'Consolidar la paz', desde 1989 hasta el presente.
 
Mientras que en el Japón cursa el año 2019, también es el año número 39 del período Heisei. El último año para ese lapso finalizó el martes 30 de abril del año en curso.
 
Naruhito fue coronado como nuevo emperador, asumiendo en ese puesto desde el 1ero. de mayo. Desde entonces, gobierna en el período conocido como 'Reiwa', que significa 'Bella armonía'.
 
Si bien el Japón es una democracia -como lo es el Reino Unido-, su familia real aún desempeña un rol destacado como símbolo de la identidad japonesa.
 
El emperador es el símbolo del estado del Japón, al tiempo que sus poderes se verifican limitados por la Constitución. El emperador designa un primer ministro, designado luego por el cuerpo legislativo. El primer ministro -que actualmente es Shinzo Abe, en esa posición desde 2012- encabeza el Gabinete, que cuenta con atribuciones ejecutivas. Las leyes y la reforma constitucional se conducen a través de la legislatura del Japón, conocida como Diet.
 
Al atenderse a los últimos 31 años de las relaciones diplomáticas americano-japonesas, se ha registrado un significativo número de eventos. Akihito llegó al trono tras heredarlo de su padre, y el período Heisei dio inicio casi al final de la Administración de Ronald Reagan, en enero de 1989. Desde entonces, los Estados Unidos y el Japón han experimentado cambios demográficos, desastres naturales, ataques terroristas, booms y depresiones económicas, giros políticos, disrupciones tecnológicas, y mucho más.
 
Amén de tales eventos, la relación de los Estados Unidos con el Japón se ha convertido, muy posiblemente, en la mejor alianza que Washington nutre en el cuadrante Asia-Pacífico. La relación económica entre ambas naciones es de plena madureza, tal como puede caracterizarse a los vínculos entre EE.UU. y Canada, y con el Reino Unido.
 
Mientras que la relación americano-japonesa ciertamente no es perfecta, la relación entre el presidente estadounidense Donald Trump y Shizo Abe es, con toda probabilidad, la mejor amistad que se conoce entre dos líderes mundiales en la contemporaneidad. Trump visitará el Japón hacia fines de mayo, convirtiéndose en el primer líder extranjero que visitará al nuevo Emperador Naruhito.
 
A lo largo de los próximos meses, habrá incontables oportunidades para que los vínculos entre EE.UU. y Japón florezcan, o bien ingrese en un amesetamiento.
 
Estados Unidos y Japón se encuentran negociando, por estos días, un acuerdo comercial bilateral, plan que ha albergado la Administración Trump desde que se sancionara el retiro americano del Acuerdo Transpacífico, que era liderado por Tokio previo a la salida de Washington del convenio.
 
Sin embargo, las negociaciones bilaterales podrían terminar acusando una parálisis, si la Administración estadounidense se inclina por implementar aranceles contra las importaciones automotrices, incluyendo a los vehículos oriundos del Japón.
 
Hacia fines del verano septentrional, el Japón oficiará de anfitrión del G-20, foro que nuclea a los líderes de las veinte principales economías del globo. Shinzo Abe explorará oportunidades para asociarse con los Estados Unidos y con otras naciones que, portando similares agendas, busquen desarrollar estándares para el futuro del comercio electrónico y el ámbito de la seguridad en el ciberespacio.
 
Nadie tiene la certeza de lo que el horizonte determinará para los Estados Unidos o para el Japón en los próximos quince o treinta años. Al menos por lo que queda de 2019, sin embargo, existe margen para que las relaciones diplomáticas entre Washington y Tokio crezcan significativamente.

 



Artículo original, en inglés, aquí
 


 
Sobre Riley Walters

Riley Walters es Asistente Investigativo en el Instituto Davis para la Seguridad Nacional y la Política Exterior en el think tank estadounidense The Heritage Foundation (Washington, D.C.). Es colaborador regular en el medio The Daily Signal.