Los días de Julian Assange en el Reino Unido están contados

El primer acto de la obra de teatro que versa sobre la extradición de Julian Assange se desarrolló este lunes en Londres -aunque no precisamente en el distrito artístico de la ciudad, sino en una corte de Westminster. El fundador de Wikileaks hizo su primera aparición en un tribunal, a petición de un proceso de extradición por parte de los Estados Unidos de América. Assange fue exhibido en un link en video, desde la prisión situada en el sudeste de Londres, y en la que por estas horas se encuentra cumpliendo una condena de cincuenta semanas, tras eludir el pago de fianza.

Sin demostrar un atisbo de timidez ante la atención pública, y presentándose como un autodesignado periodista-héroe-promotor-de-la-verdad, Assange se salió de las formalidades, al ser consultado por el magistrado interviniente si acaso se entregaría voluntariamente a los EE.UU. La réplica del imputado fue: 'No deseo someterme a un proceso de extradición, por haber desarrollado una actividad periodística que ha ganado muchos, muchos premios, y que ha protegido a tantas personas'.

De tal suerte que el show debe continuar. Pareciera ser que Assange intentará estirar el proceso, por el tiempo que le sea posible.

Desde luego, Estados Unidos no acusó a Assange por su oficio de periodista, sino por haber conspirado con Chelsea Manning a los efectos de cometer el delito de intrusión informática, transgresión penal que comporta una condena máxima de cinco años de prisión efectiva. Y, ahora, dado que Ecuador ha decidido revocarle su asilo político y lo expulsó de su Embajada en la capital británica -donde vivió los últimos siete años-, ese país (en simultáneo con Suecia) podría exigir que responsa por cargos formulados por sus autoridades. En rigor, el proceso de extradición podría avanzar rápidamente, si la persona sencillamente acordara someterse al mismo. En este caso, Assange podría haber declarado ante el juez que renunciaba a sus derechos, con el objeto de contestar la extradición.

De haber hecho eso, el servicio de Marshals de los Estados Unidos de América hubiese, entonces, podido ponerlo bajo su custodia y trasladarlo hacia territorio estadounidense para que hiciera frente a los cargos federales que pesan en su contra. Si acaso hubiese completado la pena de 49 semanas en una prisión británica, es un tema que hubiese quedado bajo discusión entre funcionarios del Reino Unido y estadounidenses. Pero Assange eligió no transitar ese sendero, y tal es su derecho. 

Luego de lo cual, el magistrado interviniente fijó el 30 de mayo próximo como fecha para una cuestión menor de procedimiento, y también el 12 de junio, en cuyo ínterin el papeleo oficial (preparado en los Estados Unidos) será compartido a Assange y su equipo legal.

El gobierno de los Estados Unidos de América tiene un interés sustancial en extraditar a Assange. De acuerdo a un comunicado de prensa con origen en el Departamento de Justicia, y que anunció la acusación, Assange se vio involucrado en una de las más grandes 'exposiciones de información clasificada en la historia de los EE.UU.'.

Conforme se ha informado, Assange conspiró junto a Manning para ayudar a romper 'una contraseña almacenada en ordenadores del Departamento de Defensa americano, el cual a su vez se encontraba conectado a la Red de Protocolos Secretos en el Internet (Secret Internet Protocol Network o SIPRNet)'. Esto permitió a Manning 'loguearse en las computadoras del sistema, utilizando un nombre de usuario que no le pertenecía'.

La acusación proclama que Manning, quien fuera en su momento condenado a hacer frente a una corte marcial por conducta impropia, '(...) entre enero de 2010 y mayo de 2010 (...), descargó cuatro bases de datos completas, almacenadas en departamentos y agencias del gobierno de los Estados Unidos. Esas bases de datos contenían un aproximado de 90 mil significativos informes sobre actividades en la guerra de Afganistán, 400 mil informes de igual calibre sobre el conflicto en Irak, 800 síntesis informativas relacionadas con detenidos en el penal militar de Guantánamo, y 250 mil cables oficiales del Departamento de Estado americano'.

El proceso de extradición lleva tiempo, y comporta complejidad. Las extradiciones de orden internacional son administradas por los Departamentos de Justicia y de Estado. El documento que tipifica en qué casos los EE.UU. tienen o no un convenio de extradición con tal o cual gobierno extranjero es el Título 18 del Código Penal de los Estados Unidos, en su apartado 3184 (United States Code § 3184). EE.UU. y el Reino Unido tienen un convenio de extradición, de forma tal que el proceso está debidamente tipificado, de acuerdo con el Departamento de Justicia, por el tratado, y 'es llevado adelante por el gobierno federal de los Estados Unidos, y por el gobierno de una nación extranjera'; en este caso, la Gran Bretaña.

Dada la inversión necesaria en tiempo de calendario, numerosos tratados permiten que se proceda con el arresto provisional de un fugitivo. En el caso de referencia, Assange ya está cumpliendo con una condena por haber evitado el pago de fianza, razón por la cual Estados Unidos -aunque aún no lo haya hecho- podría proceder con un arresto provisional. La Oficina de Asuntos Internacionales en el seno del Departamento de Justicia tiene la responsabilidad primaria de trabajar en conjunto con fiscales federales y con el Departamento de Estado, a los efectos de garantizar que el proceso de extradición y la burocracia que acompaña al mismo estén en orden y que cumplan con el tratado.

A la postre, el Departamento de Estado da inicio a la solicitud formal de extradición, 'respaldada por toda la documentación necesaria, debidamente certificada, autenticada y, de ser necesario, traducida al idioma de la nación en donde el fugitivo haya sido arrestado, dentro de un período específico de tiempo (entre treinta días y tres meses, dependiendo del tratado)'.

En sí misma, la solicitud es presentada por vía de nota diplomática, 'preparada por el Departamento de Estado, y transmitida al gobierno extranjero a través de canales diplomáticos'. Conforme lo admite el propio sitio web del Departamento de Estado, 'las apelaciones y las demoras son comunes' en los procesos internacionales de extradición. La extradición promedio, citándose la consulta con Jonathan Masters, llevan más de un año, desde el momento de la solicitud hasta el instante en que el individuo se somete al proceso, mientras que algunos casos se han extendido por más de doce años. Finalmente, y como lo hemos anticipado, Assange retornará a los titulares de las noticias, en algún tiempo.

La obra teatral más extensa en Londres es 'La Caza del Ratón (Mousetrap)', que lleva ya 57 años y sigue vigente. El primer acto del drama de Assange acaba de dar inicio, sin final a la vista. Pero cabe esperar que el telón caiga próximamente, y que Julian Assange sea extraditado hacia los Estados Unidos, para que haga frente a la justicia.    

Artículo original, en inglés, aquí