INTERNACIONALES: PETER BROOKES

Homicidio del embajador: vínculos entre Rusia y Turquía no sufrirán alteraciones

El conmocionante homicidio del Embajador ruso ante Turquía en Ankara...

20 de Diciembre de 2016

El conmocionante homicidio del Embajador ruso ante Turquía en Ankara en una exhibición fotográfica el próximo-pasado lunes por parte de un ciudadano turco -hecho en apariencia motivado por la situación en la vecina Siria- claramente no ayudará a la hora de estabilizar una región que ya se muestra abundante en problemáticas (especialmente teniendo en cuenta que involucra a dos actores clave en Eurasia).

Los vínculos entre Rusia y Turquía ya acusaban tensión, previo al incidente que hoy tratan los medios internacionales.

Rusia, KarlovPor ejemplo, Moscú y Ankara respaldan a posiciones diferentes en lo que hace a la recurrente guerra civil siria -que ya se ha cobrado entre 400 mil y 500 mil vidas. Los turcos desean deponer al dictador sirio Basher al-Assad, mientras que los rusos buscan preservar el régimen del mencionado, histórico aliado de Moscú.

Esta diferencia en relación a al-Assad se superpone al episodio en que aviones de combate turcos derribaron uno similar ruso en el pasado otoño septentrional, a raíz de que la aeronave rusa había sobrevolado espacio aéreo de Turquía. Este incidente siguió a la intervención militar de Moscú en el conflicto sirio.

Pero, exhibiendo la clara intención de mantener las puertas abiertas a mejores relaciones con Ankara, la respuesta de Moscú tras el homicidio de su diplomático fue calma, limitada mayormente a desalentar a potenciales turistas rusos a visitar Turquía, y obstaculizando las importaciones de alimentos desde Turquía.

En efecto, las relaciones ruso-turcas han progresado desde su momento de más baja intensidad desde entonces, incluyendo el inicio de conversaciones en torno de Siria y reconociendo preocupaciones mutuas en relación al terrorismo islamista, y acordando coordinar la evacuación de civiles de la ciudad sitiada de Alepo.

De tal suerte que, a pesar de este trágico episodio en las relaciones bilaterales, Rusia y Turquía exhiben sólidos intereses en el desarrollo y la manutención de relaciones cercanas entre uno y otro país. Rusia, por su parte, desea explorar oportunidades con miras a debilitar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la cual Turquía es un miembro central. Turquía tiene bajo su responsabilidad la seguridad del flanco sudeste de la organización, oficia de anfitrión para las fuerzas militares estadounidenses, y monitorea los Estrechos Turcos a través de los cuales la Flota del Mar Negro (perteneciente a Rusia) zarpa hacia aguas del Mar Mediterráneo.

Asimismo, Turquía está en búsqueda de otros socios que le sirvan para contrapesar los vínculos no especificados con Europa y los Estados Unidos de América, que se han visto tensionados a partir de la guerra en Siria y el intento de golpe de Estado contra el presidente Recep Tayyip Erdogan el próximo-pasado verano septentrional. Dadas las crecientes preocupaciones en Occidente en relación a la firmeza con que Rusia impone su agenda global, la jugada de la 'carta rusa' obsequia a Ankara poder de negociación tanto con el Viejo Continente como con EE.UU. en cuestiones que le interesan -sin mencionar Oriente Medio.

Debido a este cúmulo de circunstancias, Moscú y Ankara probablemente hallen los modos para hacer a un lado la crisis surgida con el homicidio del embajador, profundizando sus relaciones bilaterales. En efecto, Rusia, Irán y Turquía han optado por seguir avanzando y mantener conversaciones en torno de Siria en las próximas horas, en Moscú.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/12/20/russia-turkey-relations-unlikely-to-be-derailed-by-shooting-of-ambassador/

* Fotografía, crédito: Dmitry Serebryakov/NEWSCOM/Zuma Press


 

Sobre Peter Brookes

Es Analista Senior en temáticas relativas a seguridad nacional en la Fundación Heritage, Washington, D.C. En la actualidad, Brookes ejerce su tercer período como miembro designado en el congreso estadounidense de la Comisión de Revisión de Seguridad y de Economía entre Estados Unidos y la República Popular China. Anteriormente, se desempeñó en la Administración del ex presidente George W. Bush como secretario adjunto de Defensa para Asuntos de Asia y del Pacífico, en donde fue responsable por la política de Defensa de EE.UU. de 38 países y cinco alianzas bilaterales en el continente asiático.