ECONOMIA INTERNACIONAL: MANUEL HINDS

El tren de la alegría

El martes fue un día espectacular. El índice del mercado de valores del Financial Times (Inglaterra) cayó 4,67 por ciento...

26 de Agosto de 2015

El martes fue un día espectacular. El índice del mercado de valores del Financial Times (Inglaterra) cayó 4,67 por ciento, el Standard and Poors de EE.UU., un 3,94 por ciento; el Eurofirst, un 5,44 por ciento; el Nikkei de Japón, un 4,61 por ciento; y el Composite de Shanghai, un 8,46 por ciento. El petróleo (WTI) se precipitó un 5,91 por ciento (en Europa, el 6,56 por ciento), y el cobre, 2,28 por ciento. Estas caídas, en un solo día, son realmente extraordinarias.

¿Qué está sucediendo? ¿Por qué China, el país sobre el cual todo mundo pensó era el motor de la economía mundial, se está tambaleando tan pronunciadamente? ¿Por qué está perdiendo su caché?

Para responder esta pregunta es necesario reconocer que China jamás fue, en rigor, el impulsor de la economía mundial. Para ser ese motor, Usted debe importar más de lo que exporta. Así, Usted crea una demanda en los mercados internacionales que otros países pueden llenar y que, como resultado, exportan más de lo que importan. De esta forma, uno entiende que los manirrotos son las locomotoras en los trenes de los mercados internacionales. Los exportadores son los vagones, halados por la demanda creada por los gastadores. Piense Usted: ¿quiénes son las locomotoras de los mercados de los licores: los cantineros, o los bebedores?


La fiesta

China no ha sido una bebedora. Era una cantinera en las francachelas que comenzaron en los primeros años de la década del 2000 en EE.UU. y en varios países europeos. La gráfica 1 muestra cómo la suma de todos los déficits en cuenta corriente en el mundo (las brechas producidas cuando un país importa más de lo que exporta) comenzaron a aumentar rápidamente en esos años, de alrededor de US$ 575 mil millones en 2001 a US$ 1,6 billones en 2008. El mayor bebedor era Estados Unidos, que incrementó su déficit anual de US$ 125 mil millones a US$ 801 mil millones en 2006. La gráfica también muestra los superávits en otros países que corresponden a esos déficits, que deberían ser iguales a los déficits por cuanto la suma de las cantidades vendidas deberían ser iguales a las cantidades vendidas. Pero, por errores de contabilidad, siempre se registra una diferencia entre superávits y déficits. Obsérvese que el total global establece el tamaño de lo comprado y lo vendido —es decir, el tamaño en cada año del mercado internacional. Ese tamaño se expandió como una burbuja y luego, tristemente, se vino abajo. El déficit de EE.UU. llegó a su máximo en 2006, mientras que el global llegó al suyo en 2008, coincidiendo con la crisis mundial, y luego cayó. La fiesta parece que ha llegado a término.

 


Fuente: World DataBank, The World Bank.

 

Los fiesteros y su retiro

La siguiente gráfica muestra quienes eran los principales bebedores y cantineros en esta fiesta en 2008. Del lado de los bebedores, EE.UU. se mostraba en compañía de algunos países que adquirieron cierta reputación cuando la fiesta se acabó: EspañaItalia, y Grecia. No están considerados Portugal Irlanda porque eran muy pequeños, no por falta de entusiasmo (he cortado el número de participantes en la gráfica de 166 a 12 países, a criterio de hacerlas más legibles). Estos eran los verdaderos motores de la fiesta. Sabiendo ya lo que les sucedió al final del convite, Usted puede comprender por qué ellos tuvieron que evadirse del festejo para tratar de poner sus libros en orden. Con la excepción de EE.UU., esos fueron precisamente los países que cayeron en crisis de deudas en 2008. Fue triste verlos abandonar el campo. Desafortunadamente, ellos debieron contenerse, porque sus deudas se habían vuelto demasiado grandes, y su nueva seriedad redujo el tamaño de los mercados internacionales. Y Usted, probablemente, hasta habló mal de ellos.

 


Fuente: World DataBank, The World Bank.

Ahora, obsérvese quiénes eran los cantineros. Los principales países que les vendieron los bienes y servicios a los fiesteros incluían a ChinaAlemania y Japón, que son potencias industriales, y Arabia SauditaRusia y Noruega, traficantes de petróleo. Estos estaban trabajando mientras los otros fiesteaban.

La siguiente gráfica muestra la situación en 2013. Los griegos, los italianos y los españoles ya se habían marchado, junto con los portugueses y los irlandeses. Estados Unidos aún figura allí, pero en circunstancias reducidas. Su déficit se redujo de US$ 800 mil millones en 2006 a US$ 400 mil millones en 2014. La simpatía latina no ha desaparecido del todo, porque Brasil ha ingresado a la fiesta. Aunque su producción está cayendo, Brasil succionó US$ 81 mil millones más de importaciones que de exportaciones en 2013 y US$ 103 mil millones en 2014. Sus agresivos déficits, sin embargo, no han sido capaces de devolver la fiesta a su magnificencia original.

 


Fuente: World DataBank, The World Bank.


El retiro de los cantineros

Mientras la fiesta se desvanece, los cantineros están viendo que la demanda por sus servicios también declina
. Como se muestra en la siguiente gráfica, los superávit chinos, que habían sido el motor de su economía, no de la de la internacional, están disminuyendo, trayendo con ellos las tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Esta es la razón por la que el crecimiento de China está cayendo. No era el motor. Era uno de los vagones, y los motores bajaron la velocidad.

Lo mismo está ocurriendo con Japón. De los grandes cantineros, solo Alemania ha aumentado sus superávits de una manera decisiva. Ahora, Alemania es el país con el superávit más grade en su cuenta corriente en todo el mundo —el máximo cantinero en el mundo.

 


Fuente: World DataBank, The World Bank.


Los países emergentes

Y ahora nos toca ver a los otros que se creyeron que eran las locomotoras y que ahora están dándose cuenta de que eran los furgones de cola —los productores de productos primarios. La próxima gráfica muestra cómo los países de América Latina, la mayor parte de los cuales son exportadores de esos productos, han visto sus tasas de crecimiento subiendo y bajando con los precios de ellos. Conforme la fiesta se va muriendo, la demanda por esos productos se ha desvanecido, y sus precios han caído, y los ingresos por exportaciones han bajado y las tasas de crecimiento de sus PIBs ha colapsado. La caída de esos países se ha acelerado por fugas de capital. Tanto como esos capitales llegaron cuando la gente pensó que eran los motores del mundo; ahora, esa gente está saliendo de ellos, deprimiendo aun más sus economías.

 


Fuentes: World DataBank, The World Bank para el PIB per capita, e International Financial Statistics del IMF para los precios de los productos primarios.


Lo que viene

Ahora, podrá Usted reclinarse, relajarse y contemplar cómo la historia aterriza en su esperado final. China ya está acercándose a un colapso poco elegante. Entonces, una gran parte deAmérica Latina hará lo mismo. La crisis que se avecina no será ligera. Todo el mundo culpará a China, al cantinero. Pero nosotros, Usted y yo, sabemos quiénes armaron la francachela y quiénes, al ponerse en juicio, llevaron a su conclusión la burbuja que ellos habían creado.


Lectura complementaria

Del autor: Locomotoras y vagones de cola en la economía mundial. 21 de agosto de 2015, en www.elojodigital.com/contenido/14603-locomotoras-y-vagones-de-cola-en-la-econom-mundial

 

Publicado originalmente en Diario Hoy (El Salvador)
Sobre Manuel Hinds

Economista y consultor económico, Hinds se desempeñó como Ministro de Hacienda de El Salvador entre 1994 y 1999. Se le considera el padre de la dolarización, tras haber propuesto la idea en su país. Es autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (publicado por Yale University Press en 2006) y co-autor con Benn Steil de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009). Hinds también es columnista de El Diario de Hoy de El Salvador. En 2010, obtuvo el Premio Hayek del Manhattan Institute.