POLITICA: MATIAS E. RUIZ

Boudou y los costos marginales

La estrategia de la defensa de Amado Boudou comienza a deshilacharse sin remedio. Acaso previendo un desenlace...

02 de Julio de 2014

La estrategia de la defensa de Amado Boudou comienza a deshilacharse sin remedio. Acaso previendo un desenlace todavía más nocivo para los intereses de su defendido, los letrados que asesoran al Vicepresidente de la Nación le aconsejaron desistir de la ampliación de su comparecencia. Es que la entrevista concedida oportunamente a los periodistas Tenembaum y Zlotogwiazda en Todo Noticias terminó exponiendo con crudeza las carencias discursivas del segundo de Cristina Fernández; de poca ayuda sería para Boudou continuar autosaboteándose en una segunda indagatoria ante Ariel Lijo.

De a poco, comienzan a trascender detalles más apasionantes del affaire Ciccone; aquéllos no solo tienen que ver con el negocio de reestructuración de la deuda de la Provincia de Formosa -gracias al cual The Old Fund (TOF) se anotó su primer gran contrato por algunos millones de pesos-: emerge la constitución de un puñado de sociedades offshore que no parece justificarse sino en el ocultamiento de los verdaderos titulares de TOF. Ahora mismo, Lijo acaba de completar la redacción de un exhorto a la justicia estadounidense para que ésta proceda a la apertura del secreto en los registros de, por ejemplo, la firma European Advisory, Llc., inscripta en el estado americano de Delaware.

La solicitud del magistrado argentino recayó en la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia americano (OIA), bajo actual comando de la Directora Mary Ellen Warlow. El bureau de referencia provee asistencia en materia de asuntos criminales al Procurador General de los Estados Unidos de América y a fiscales estatales y locales. Hacen al interés de OIA delitos relacionados con el tráfico de drogas, el crimen organizado, la corrupción, el terrorismo y el lavado de activos. Naturalmente, Warlow devolvió el exhorto de Lijo, apuntando que el juez autóctono deberá adjuntar a la solicitud la debida tipificación de los delitos que hacen al Caso Ciccone/TOF; por cierto, con miras a justificar el eventual levantamiento del secreto impuesto por Delaware a las transacciones y titularidad de las sociedades allí constituídas. Para el juez que entiende sobre el caso que hoy interesa (y compromete) al circuito político argentino, replicar a OIA no será una tarea mayormente compleja: dispone de toda la información necesaria. La liberación de los datos que hacen a European Advisory y otras compañías allanaría el camino para identificar a sus titulares; de ahí en más, solo sería necesario concatenar apropiadamente los nombres que surgieren de los expedientes, relacionando a Boudou con tales individuos (el comentario en Comodoro Py es que Ariel Lijo ya se ocupó de confeccionar ese fatigoso organigrama).

La consecuencia más altisonante -y, a la vez, perniciosa- de este subcapítulo: el magistrado que más dolores de cabeza le ha obsequiado recientemente a Balcarce 50 remitirá ante la oficina subsidiaria del Departamento de Justicia del norte información que vincularía al Vicepresidente de la República Argentina y allegados al lavado de activos de origen ilícito, movilizados a través del circuito bancario estadounidense, delito de orden federal que involucra severas penas para los involucrados directa e indirectamente -incluso para contadores que hubieren firmado registros-, y que podría disparar mecanismos lindantes con la intervención de oficio en EE.UU. (siempre con Interpol inspeccionando el caso entre bambalinas). Para edulcorar las andanzas del segundo de CFK todavía más, el juez federal que entiende sobre Ciccone cuenta con las torpezas del primero, a la hora de ver facilitado su trabajo: Aimé siempre declaró públicamente no tener nada que ver con The Old Fund; sin embargo, en esa pista, también ha aparecido la identidad de su hermano Juan Bautista, a quien TOF le abonó pasajes aéreos para trasladarse a Estados Unidos en compañía de su cónyuge -conforme lo explorado por Perfil.com. Asimismo, Sebastián Boudou -hermano menor del procesado- es mencionado en la causa por enriquecimiento ilícito que comienza a ganar empuje en los tribunales. Sebastián incluso ha tomado parte en operaciones del clásico 'pase de manos' de bienes inmobiliarios con Agustina Kämpfer, pretendida novia del hombre del caído en desgracia. Lección fundamental para amateurs: la transferencia de bienes no necesariamente significa blanqueo. Este poco refinado costumbrismo -tan estúpido como deliberado- de comprometer a amigos del alma y familiares directos, parece haberse extendido cual epidemia en el concierto de la dirigencia local, por cuanto no solo abarca a Boudou, sino también al atormentado Lázaro Antonio Báez (quien puso alegremente a su hijo Martín como titular de la obscura firma panameña Teegan, Inc.). Por cierto, al íntimo del difunto Néstor Kirchner, le costará conciliar el sueño esta noche de miércoles: es lícito suponer que se ha notificado de que el castillo de naipes que daba forma a la burda persecución contra José María Campagnoli acaba de derrumbarse. Al empresario K de la construcción y la obra pública por excelencia, se le acerca la hora de rendir cuentas.

Existe -desde luego- otro fundamento operativo que empuja a la viciada política vernácula a reciclar sus tonterías en la confección de sociedades: de lo que se trata es de replicar ante los propios equívocos con la prerrogativa albertofernandista de que los eventos remiten, a lo sumo, a 'coimas entre privados' (ejemplo: Skanska). La incompetencia parece no conocer límites en materia de creatividad.

Mientras un reducto de senadores de oposición han advertido que no compartirán salón con un Vicepresidente procesado (iniciativa de la que, obviamente, el divertido espacio PRO se ha autoexcluído), la Presidente de la Nación comienza a evadirse de cualquier presentación pública que potencialmente pueda exponerla a inquisiciones sobre Boudou, su Protegido. Evidenciando que, para ella, desandar el camino hacia los casi quinientos días que le quedan de mandato, se convertirá en un suplicio inacabable.
 

Sobre Matias E. Ruiz

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.