Paraguay: CELAC y la participación del presidente Cartes

La Cumbre de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se celebra en estos momentos en La Habana, Cuba, cuenta con la presidencia del régimen dictatorial cubano de Raúl Castro, lo que de por sí prueba la nula tendencia de esta reunión en favor de la libertad y el estado de derecho.

 

No hay mucho que esperar de estas cumbres, y menos de esta en particular. Se escucharán los mejores discursos contra la pobreza y en favor del empleo, como si los presidentes se creyeran merecedores de una originalidad única, de una patente de invención por algo que a nadie se le ocurrió antes.

 

Antes bien, en estas reuniones se elucubran las mejores y nefastas políticas estatistas que sobre valoran el rol del Estado en el desarrollo. Desde elevar todavía más los aranceles, pasando por la aprobación de nuevas oficinas burocráticas hasta sostener el enjambre de impuestos y las medidas proteccionistas, estas Cumbres son el deleite de los "ingenieros sociales" que no cesan en sus intentos de seguir estorbando el intercambio voluntario entre individuos y empresas.

 

De manera que en la Cumbre de la CELAC nadie se animará de hablar de temas sustanciosos. Se preferirán como es usual el brindis, las fotos y los discursos, y cuanto más largos mejor, según dicen.

 

Nadie se referirá, por ejemplo, del deplorable autoritarismo y populismo de los gobiernos cubano y argentino que azotan a sus pueblos. Como si no estuviera demostrado como dice el Informe de Libertad Económica publicado por el Cato Institute de EE.UU. y el Instituto Fraser de Canadá que el desempleo y la pobreza son el resultado de las malas políticas gubernamentales que violan de algún modo u otro la libertad, la propiedad privada, los contratos y la prensa libre.

 

De ahí que un hay un tema que no formará parte de la agenda de esta Cumbre. Se dejará fuera del más mínimo análisis si qué tipo de relación internacional le conviene a esta parte del mundo, la representada por la Alianza del Pacífico o la del Mercosur.

 

Son dos bloques divergentes que bien harían los mandatarios en tomarlos en cuenta, después de todo es lo que a sus pueblos interesa por la directa relación que guardan sobre la calidad de vida. Los miembros de la Alianza del Pacífico, que consta de México, Colombia, Chile y Perú, se muestran serios y responsables, por cuanto se han decidido por mercados abiertos con un entorno jurídico predecible y confiable.

 

El Mercosur, por su parte, es lo contrario. Es el que le encanta a Maduro como seguidor de Chávez, a los Castro, a Dilma Roussef, a Pepe Mujica y a Cristina Fernández, puesto que coloca como un pedestal a los políticos, es decir a ellos mismos.

 

Solo que esta conducta "constructivista", como diría F. Hayek, termina inexorablemente provocando inflación, lo que afecta negativamente el poder adquisitivo del dinero, finanzas públicas debilitadas que aumentan el endeudamiento e igualmente corrupción que crea más pobreza de la que existe.

 

¿A cuál de estos bloques prefiere el presidente del Paraguay, Horacio Cartes? Está visto que el primer mandatario está encantado hasta ahora por seguir en el bloque mercosurino, apelando infelizmente a la antigua política pendular fundada en la idea de ponerse bien con todos, congraciándose con sus "aliados".

 

La cumbre de la CELAC aglutina a países que forman parte de dos bloques divergentes o, mejor dicho, a dos formas de hacer gobierno en cuanto se refiere a sus políticas de relacionamiento internacional.

 

Esta cumbre es la oportunidad para que el presidente Cartes saque sus propias conclusiones acerca de cuál de ellos conviene al Paraguay. Así sabremos si el viaje presidencial fue o no productivo.