La trampa: el golpe de estado contra la Justicia

La actitud independiente de algunos miembros y Ministros de la Justicia que pusieron fin a una serie de pretensiones del Poder Ejecutivo, como ser: denunciar sin pruebas ante el Consejo de la Magistratura; desatar campañas de difamación a través de su prensa adicta; y montar recusaciones sin causa, en un claro intento de apartar jueces probos e independientes de diferentes fueros. Siempre con el objetivo de manejar al resto de los magistrados a través del temor y la persecución a los mismos.

En los diferentes fueros, hemos presenciado -atónitos- los argentinos este tipo de atropello ante el silencio cómplice del Poder Legislativo y del propio Consejo de la Magistratura. Hasta se llegó al colmo de separar Jueces, Fiscales y de forzar la renuncia del propio Procurador (que fuera nombrado por el mismo Poder Ejecutivo). Para promover, finalmente, a un impresentable, mentiroso y adicto a la figura presidencial, cosa que no pudieron concretar... por "errores de tipeo".

Hace pocos días, un valiente fallo del Supremo Tribunal -que actuó como un poder verdaderamente independiente-, pudo garantizó el acceso de derechos y libertades para los ciudadanos, particularmente, los jubilados.

Bastó esa simple demostración de independencia por parte de la Justicia para que Miembros del Poder Legislativo y Ejecutivo, y miembros del Consejo de la Magistratura, pusieran en tela de juicio la honorabilidad del Tribunal y de la Justicia en general, involucrando a todos sus protagonistas y esforzándose por salpicarlos con idénticos niveles de corrupción e impudicia al que caracteriza al chiquero de la política.

En este sentido, no fue casual el discurso de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, denostando a la Corte Suprema el pasado 9 de diciembre. Alegó la jefe de estado haber descubierto la corrupción de parte del accionar de magistrados de raigambre garantista, fustigándolos por sus fallos proteccionistas en beneficio de la delincuencia. Por cierto, obvió apuntar que son, precisamente, esos jueces quienes adhieren y continuarán adhiriendo a la falaz doctrina de una de sus principales espadachines que tiene en la Corte Suprema, llamado Eugenio Raúl Zaffaroni.

Vale decir que tampoco fueron casuales las palabras vertidas en su oportunidad por la Señora Hebe Pastor de Bonafini, reclamando por "justicia popular" y amenazando con ingresar a la Corte. Tampoco lo fueron las apreciaciones de la Presidente quien, este miércoles, convocó a "democratizar la justicia", tomando como excusa el lamentable fallo en el Caso Marita Verón. Todo comienza a cobrar forma, enfocándose hacia el descrédito del Poder Judicial ante la sociedad toda. El objetivo es terminar de someter a la Justicia a los árbitros del poder de la mafia gobernante.

Hay, sin embargo, algo que no puede asegurarse, y ello es el reconocimiento presidencial hecho a la madre de Marita Verón acaso no haya sido una estrategia, considerándose que, en este caso, son protagonistas uno de los gobernadores con más peso de sospechas por corrupción, junto a su Señora esposa. Esta última, además, se encuentra tercera en el camino de la ínea sucesoria presidencial.

Es momento de sospechar del discurso oficial: el llamado de la primera mandataria a Marita para 'horrorizarse' por el fallo y sus chacales (medios afines), arengando a montar una violenta campaña de desprestigio contra toda la Justicia solo puede tener por meta el acorralamiento definitivo de la justicia independiente. Las respuestas de la Señora Rojtkés de Alperovich solo se acercaron a la justificación, en tanto remarcó ella al mejor estilo Cambalache: "Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos"... "La prostitución siempre existió"... Todo cuadra.

Cuidado, Argentinos, con la trampa del "Vamos por Todo". Pues también van por la Justicia, y si logran ese objetivo, hemos de perder definitivamente a la República y veremos instaurada la Tiranía.