“En soja de primera, ahora hay que estar atentos a los hongos”

“Estas lluvias llegaron para tranquilizar un poco, sobre todo a los sojeros” es la primera idea que dispara Bello y agrega: “el maíz, lamentablemente, ya está marcado porque hubo seca en dos momentos claves: uno fue en la formación de las flores, a principios de diciembre y luego, de Navidad a Reyes, que es cuando se marca la floración, fue un desastre. Se están salvando los maíces de ciclo largo que fueron sembrados en nuestro partido en la primera quincena de octubre. Esos maíces, dentro de todo, se están defendiendo, pero, en general, grandes rendimientos no va a haber; la mayoría de los productores que hicieron maíz están muy complicados. No hay posibilidades de que estas lluvias -que llegaron tarde- permitan compensar con llenado de grano. Tenemos espigas más chicas, con menos granos y -por más que siga lloviendo- el llenado de esos granos no va a compensar el tamaño de espiga y la falta de granos”.En cuanto a la soja de primera, el ingeniero asegura que “recibió un buen baldazo de agua que es de gran ayuda. Claro que todo depende del tipo de lote, del barbecho que tenga y de la variedad y del grupo que se usó. A mi entender, los grupos tres, corto y tres largo, están más comprometidos que los grupos cuatro porque éstos tienen cierta plasticidad. El aborto floral que provocó la seca no permite, en los grupos tres, recuperar flores, en cambio, el grupo cuatro todavía puede aprovechar esta humedad”.

Según el entrevistado, la situación de la soja de segunda “es todo un dilema”. Bello explica que “hay gente que sembró y se le quemó todo, hay gente que estuvo sembrando hasta más allá del 20 de enero y hay gente que -en algunos cuarteles donde ha llovido- sembró y hoy tiene un soja en estado v1 o v2, pero tienen soja”.

También Bello deja en claro que -si bien este es un año malo- “no es como el 2008/2009, no es un desastre y tampoco es generalizado. La zona norte, para el lado de Los Indios, tuvo -al principio de la siembra- el granizo que mató todo, pero también le llovió entre ochenta y cien milímetros, con lo cual, se pudo volver a sembrar. Para el lado de Alberti, o sea para el sudeste nuestro, y para el lado de Chiviloy, también vino lloviendo. El tema es que -a diferencia del año pasado- teníamos una reserva de agua menor, entonces las marcas de la seca son más notorias”.

Consultado sobre las estrategias que se deben desplegar en años como este, el profesional asegura que “en las malas es cuando se ve quién hace las cosas bien y quién se confía. Estas también son apuestas; hay gente que siembra maíz en lotes que sabe que no son de lo más aptos pero, como Chacabuco es una zona donde -en general- llueve bien, los déficits que presentan esos suelos se compensan. Ahora, en los años como éste, en que la primavera fue seca y el verano tuvo días terribles de mucho calor y sin humedad, no hay posibilidades para el maíz. El que hizo las cosas bien, que hizo un buen barbecho, que limpió bien el lote y no está viendo ahora qué hace con la ‘rama negra’, ese productor dentro de todo, la va a zafar.

Las plagas que están y las que vienen

Otro asunto que está preocupando a los productores son las plagas propias de la sequía. Respecto de esto, Bello dice que “los grandes protagonistas, lo que todo el mundo está controlando son arañuela, trips y algún cogollero; son ácaros que nosotros vemos por lo general en el mes de diciembre, pero, cuando la seca se prolonga, como fue en 2008/2009, tenemos control de estas plagas hasta febrero. Por otro lado, mientras estamos todos ocupados con la arañuela, no hay que descuidarse porque, con esta lluvia, en soja de primera, que está en v4 o v5, hay que estar atentos a los hongos y defender esta soja que tanto costó, con un buen fungicida preventivo, porque las condiciones para hongos están. También es de esperar que empiece a aparecer alguna isoca y alguna chinche”.