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Las obras que Hebe María Pastor de Bonafini dejó inconclusas en el norte

La Fundación Madres de Plaza de Mayo, su presidenta, Hebe de Bonafini, y su ex asesor legal Sergio Schoklender son viejos conocidos en el norte de Salta. Viviendas entregadas sin servicios, una universidad y un hospital que nunca funcionaron son algunos ejemplos.Fondos que la entidad destinaba a obras eran manejados de manera discrecional por los piqueteros.

15 de Junio de 2011

La primera visita de Bonafini en el norte argentino se produjo días después de que las localidades de General Mosconi y Tartagal sufrieran el saqueo, el incendio y la destrucción de edificios públicos y comercios, el 10 de noviembre de 2000.

“La feroz y sangrienta represión”, como en ese entonces los medios nacionales calificaban al violento enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y piqueteros de la UTD Mosconi, y que dejó como saldo 2 muertos civiles y 24 uniformados heridos con armas de fuego, atrajo la atención de Hebe de Bonafini. La presidenta de las Madres, al llegar a Mosconi junto al ex apoderado de la Fundación Sergio Schoklender y secundada por cientos piqueteros de la UTD, se dirigió hacia la ruta nacional 34, que había logrado ser despejada por las fuerzas de seguridad.

Más allá de su apoyo moral a las violentas acciones de los piqueteros, ni la propia Hebe de Bonafini ni la Fundación volvieron a tener presencia en la zona hasta pasados algunos años cuando, mediante los recursos que recibía del Ministerio de Planificación Federal, a cargo el arquitecto Julio De Vido, los piqueteros comenzaron a recibir transferencias de dinero en efectivo a nombre de Juan Carlos “Hippie” Fernández para la construcción de barrios para los miembros de la UTD.

Con los fondos provenientes del Ministerio de Planificación (Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, cuyo titular es el arquitecto santacruceño Luis Alberto Bontempo), los piqueteros comenzaron a construir el barrio San Francisco, ubicado a un costado de la ruta nacional 34, en dirección al acceso sur de la localidad. Debían ser 400 casas para los desocupados que más las necesitaran, construidas por ellos mismos. El plazo de ejecución era de 8 meses, pero pasados dos años las viviendas no se habían concluido y allí comenzaron los inconvenientes.

Toma de las casas

Las casas fueron entregadas en un acto realizado el 19 de diciembre de 2007, del que participaron Hebe de Bonafini, Julio De Vido, el gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey, y el vicegobernador Andrés Zottos. Pero como las casas no estaban concluidas, los piqueteros firmaron otro acuerdo para una segunda etapa y con esos fondos concluyeron sólo en parte la primera.

Sin embargo, desde la firma del convenio entre el Ministerio de Planificación y la UTD Mosconi ningún organismo provincial ni nacional controló el avance de obras, y menos la calidad de las mismas. La electricidad de las 80 viviendas fue realizada por alumnos de la Escuela Técnica de Mosconi, ya que el vicepresidente de la UTD, Lisandro Valenzuela, era su vicerrector.

En octubre de 2008 dos mujeres de escasos recursos, junto a sus hijos, usurparon dos de las viviendas que no estaban aún finalizadas, exigiéndole al presidente de la UTD, “Hippie” Fernández, la entrega de dos unidades habitacionales. La policía debió protegerlas porque medio centenar de piqueteros intentaron sacar a Marta Alicia Alvarado y Soledad Peñalva por la fuerza. Las mujeres denunciaron que la adjudicación de las casas -que carecían de todos los servicios- las hacían los hermanos Fernández, a pesar de que debió ser el Instituto Provincial de la Vivienda quien realice los sorteos; los beneficiados eran generalmente familiares cercanos a los dos piqueteros.

Barrio La Esperanza

Un par de meses más tarde, 30 familias que debían ser beneficiarias del segundo barrio -La Esperanza-.

pidieron la intervención del Gobierno provincial porque no conseguían las viviendas, a pesar de que la UTD ya iba por el cuarto convenio. Pero si alguien conocía esa situación era el Ministerio de Planificación. El mismo día de la inauguración del primer barrio, las familias entregaron una nota al propio Julio De Vido reclamando por la forma desastrosa en que se realizaban los trabajos y la falta de todos los servicios. El ministro la firmó como recibida y anticipó que ya tomaría cartas en el asunto, cosa que nunca hizo.

La universidad que nunca funcionó

En el acto realizado en 2007, encabezado por Bonafini, De Vido y Urtubey, la Fundación inauguró formalmente la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, aunque allí advirtieron que comenzaría a funcionar en julio del año 2008. A pesar de su denominación, estaba previsto que funcione como una escuela de artes y oficios enseñando carpintería, plomería, albañilería, una carrera de derechos humanos y otra de cine. Pero a pesar del lanzamiento, y de que los piqueteros usurparon un amplio edificio que años antes funcionaba en Campamento Vespucio como la proveeduría de YPF, la universidad nunca funcionó; carecía de todo mobiliario -sillas, mesas o pupitres- y de alumnos. Hebe de Bonafini, en un programa conducido por Víctor Hugo Morales, se refirió a esta universidad y recordó el quehacer de la Fundación con los hermanos Fernández.

Hace unos días, cuando se desató el escándalo por Sergio Schoklender, los piqueteros hicieron otro acto de inauguración para ponerla en funcionamiento. Pero hasta el viernes pasado seguía como hace tres años, sin ningún tipo de actividad.

En intendente Isidro Ruarte confirmó que allí (en el edificio de la ex proveeduría de YPF) no hay nada, ninguna actividad. “El lunes pasado me invitaron a otra inauguración, pero no fui. Hace tres años los piqueteros usurparon ese edificio, pero nunca le dieron utilidad. Por suerte, pudimos recuperar una parte y allí instalamos uno de los museos. A veces mandan gente de la UTD para que limpie el salón, seguramente para no ser desalojados”, dijo.

Ruarte recordó, en referencia a las casas construidas, que el municipio tuvo que hacer algunas obras para ponerles servicios porque la gente los pedía. “Pasé 10 años de mi gestión haciendo todos los esfuerzos para ponerles límites a esos piqueteros. Ahora que dejo la Intendencia, seguramente le tocará al que venga batallar con gente que no sabe y no quiere dialogar, que creen que la violencia es el único camino”, reflexionó.

Publicado por la web InformateSalta.com.ar (previamente, en El Tribuno)