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"Es hora de despertar y que el Campo haga todo lo que es capaz de hacer"

En este 2011 -año electoral-, el debate político aumenta su temperatura. Todos los sectores intentan hacer valer su presencia en el armado de las listas, con miras a octubre. El sector agropecuario también se percibe como políticamente activo y, desde el año 2008 -instancia del enfrentamiento entre el Campo y la Administración de Cristina Fernández- se viene hablando de los "agrodiputados" o "agrolegisladores". Mundocampo entrevistó al Diputado Nacional Juan Casañas (UCR Tucumán), actual presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara Baja.

01 de Junio de 2011

-Algunos dicen que el calorcito del poder los está atrapando y los está desviando de los objetivos que el sector está buscando. ¿Cuál es el rol que están ocupando hoy los llamados “agrodiputados”?

-Vivimos en una sociedad donde siempre nos hemos quejado de todas las cosas que estaban mal planteadas, mal hechas.  Después de la (Resolución) 125, después de haber estado más de ciento veinte días en la ruta y después de haber escuchado todos esos mensajes de la presidenta, la verdad es que hemos sido muchos, gracias a Dios, los que decidimos participar en política e involucrarnos.  Este es un país democrático y todas las resoluciones que se toman se deben a la lucha política y el sector nunca estuvo bien representado; tuvo alguno que otro representante aislado pero en la historia de la Argentina tenemos más de ochenta años sin ningún tipo de política seria que promueva la producción agropecuaria. Creo que es hora de revertir eso; la verdad es que, en 2008, uno se ilusionaba con un sector productivo pujante, fuerte, que se sentara a la mesa de la discusión y que realmente tuviera participación, voz y voto; o sea, una participación proactiva.  Después creo que nos dormimos en los laureles y se nos escapó todo lo que habíamos logrado; la Mesa de Enlace perdió brillo, perdió protagonismo y capacidad de reacción. Los agrodiputados nos hemos quedado solos, tratando de ver cómo armamos esto y encima nos peleábamos entre nosotros o más bien no nos poníamos de acuerdo.  Hoy tenemos un desafío muy grande que es evitar que el kircherismo se mantenga en el poder porque va por todo: quiere reformar la Constitución, el modelo de ellos va por una "venezuelización" de la Argentina y está contra el sector productivo, lo manifiesta en cada acción que hace. Así que entiendo que el sector productivo tiene que seguir participando y yo sé que no son las mismas condiciones, yo diría que ahora son peores.  Antes fue simplemente una rebelión fiscal y hoy debería ser una rebelión para defender nuestra calidad de vida y nuestra decisión de vivir en el campo trabajando, porque esta gente está en contra de todos estos sistemas productivos y nosotros tenemos que defendernos más que nunca.

-¿Cuál cree usted que es la estrategia para lograr esas metas?

-A la estrategia hay que elaborarla, pero básicamente lo que esperamos es la participación del productor.  Ayer estuve en Mar del Plata, mañana tengo una exposición en el sur de Tucumán, hoy estoy acá, en Salto, con los amigos, brindando un homenaje y pudiendo hablar con los productores de la zona.  Hay que despertar, hay que ayudar a que la gente tome conciencia y creo que la estrategia es esa.  Ya estamos en el Congreso, hay diez u once agrodiputados trabajando, algunos más, otros menos, yo tengo la presidencia de la Comisión de Agricultura, entonces creo que tenemos que trabajar fuertemente para cambiar, en sociedad con los partidos políticos, la realidad que nos toca a todos los argentinos. La estrategia es seguir poniendo el cuerpo como lo pusimos en las rutas, sólo que ahora hay que poner un poco más de agudeza, un poco más de inteligencia y mucho más de organización para realmente poder avanzar.  Yo siempre dije que en el 2009 los sorprendimos y ellos nos subestimaron pero, en 2011, hay que ver la cantidad de plata que están bajando a las provincias y demás, están preparados, están movilizados para ganar.  No quieren perder el poder porque si pierden, aparte de que van a ir presos varios, van a dejar de ganar muchísima plata, así que es hora de que los argentinos dignifiquen el Himno (Nacional) donde habla del ‘gran pueblo argentino’, se pongan los pantalones y empiecen a defender lo que le corresponde.

-¿Qué opinión le merece el desempeño del Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca?

-Julián Domínguez es un político hábil, yo siempre dije que es un gran conversador.  Lo pusieron para conversar con el sector productivo, para desgastar a la Mesa de Enlace y para no dar ningún tipo de solución.  Sale un día la presidenta castigando al sector y al otro día aparece Julián Domínguez diciendo que el sector es bárbaro.  Después, uno se sienta con un problema puntual, él habla, deja toda la sensación de que lo va a solucionar pero no lo soluciona para nada. Toma notas, siempre hay un ayudante que toma notas y nunca más se sabe nada.  Aparece a los tres o cuatro meses, cuando lo vamos a buscar de vuelta, y realmente soluciones no hay.  Está por empezar otra vez la siembra de trigo y hay seis millones de toneladas que están en los bolsones.  El productor tiene realmente una disyuntiva enorme: si seguir invirtiendo en el campo argentino o especular y ver qué es lo que va a pasar con este gobierno.

-Cuando asumió el ministro Julián Domínguez la contratara era la Mesa de Enlace. ¿Cuál es la lectura que hace hoy de ésta?

-La verdad es que la Mesa de Enlace nunca existió. Representa a cuatro sectores diferentes y, después del año 2008, debería haber quedado una institución formada porque hay muchos productores en el interior que necesitan esa bandera para seguirla.  Los dirigentes de la Mesa deberían dejar las pequeñas diferencias que tienen de lado y que muchas veces son personales.  Creo que es muy buena la renovación dentro de la dirigencia rural, creo que tenemos que ayudar para que así sea pero la Mesa de Enlace también tiene que ponerse a trabajar.  Esperamos en breve poder juntarnos con los dirigentes de las cuatro entidades y poder seguir trabajando en forma conjunta.  A mí me da mucha tristeza porque creo que hay, tanto en el sector político como en la dirigencia gremial, mucho vedetismo, muchas miserias humanas, nos estamos peleando por cosas muy insignificantes y por eso no podemos defender realmente al sector agropecuario como corresponde.

-En un año electoral y desde el importante lugar que usted ocupa: ¿Qué mensaje le deja al productor?

-Yo creo que el sector agropecuario en 2008 le demostró al país que el campo era muy importante.  Yo me acuerdo que cuando salimos a las rutas el kircherismo tenía el 70% de imagen positiva y tenía toda la estructura, el poderío y nadie decía nada de que el kircherismo tuviera alguna falla.  El campo lo desafió, sin organización, sin nada, se paró y les complicó muchísimo el panorama.  Después de ese desenlace el kirchnerismo bajó de un 70% a un 30%.  O sea, el mensaje es que el campo, cuando quiere, puede.  Obviamente, hoy tenemos buenos precios de soja, de maíz, el ternero está valiendo bien y el trigo vale bien pero no lo podemos vender por estar cerrada la exportación. Ya empezaron con algunos remates de cooperativas por esta zona, ya hay persecuciones bien marcadas contra los productores con el tema de la AFIP y demás. Hay que despertar, hay que pararse de una buena vez y hacer lo que el campo es capaz de hacer.  Yo no estoy hablando de volver a las rutas, yo creo que hay otras formas de participar mediante asambleas, mediante el apoyo a los legisladores, a los dirigentes rurales porque, obviamente, un dirigente cuando tiene trescientos tipos detrás se comporta de otra manera.  Cuando están solos, los dirigentes se duermen o se pelean entre ellos, pero mucho tienen que ver las bases en este tipo de reacción.

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