SOCIEDAD: SAMIRA ALVAREZ

Un año de mentiras, y un bebé en prisión: cómo y por qué la fiscalía de Bariloche prorroga un caso sin evidencias

Elena Makarova, erróneamente señalada como víctima en el mediático caso de Konstantin Rudnev...

01 de Noviembre de 2025

 

Elena Makarova, erróneamente señalada como víctima en el mediático caso de Konstantin Rudnev, compartió una declaración pública en la que exige el fin del abuso judicial, el cierre del expediente por falta de pruebas, y la liberación inmediata de los detenidos (ver video completo). 
 
Elena Makarova

Cabe recordar que tanto la ciudadana y su hijo recién nacido fueron detenidos por un periodo de tres meses en la ciudad argentina de Bariloche, tras ser identificados por error como víctimas en un supuesto caso de trata relacionado con una 'secta rusa'.
 
Durante los siete meses transcurridos desde aquella detención, los abogados probaron que no existen víctimas, ni testigos, ni delito alguno.
 
Sin embargo, la fiscalía encabezada por Fernando Arrigo insiste en prolongar la investigación por un año entero.


Vacaciones de régimen estricto

Veintiún personas, entre ellas Angelina, amiga de Makarova, llevan varios meses bajo investigación en la Argentina. Asimismo, continúa preso en la cárcel de máxima seguridad de Rawson (Unidad 6) el anciano Konstantin Rudnev, quien exhibe un delicado estado de salud.

De acuerdo a sus familiares y su letrado, Makarova no ha recibido los medicamentos necesarios, ni la atención médica adecuada. Mientras que a los detenidos no se les permite regresar a sus hogares ni abandonar el país, y el dinero que les envían sus familiares comienza a agotarse. A ninguno de ellos se le han presentado cargos formales pues, como ya se consignara, no existen acusaciones, ni víctimas, ni pruebas.

Todos llegaron a la Argentina como simples turistas, sin mediar la comisión de ilícitos, pero se convirtieron en víctimas de las acciones de la fiscalía y de la construcción de un caso sin sustento.
 
Elena Makarova exige la liberación inmediata de todos los detenidos, su regreso a sus familias y el cierre del apócrifo caso, convertido ya en una vergüenza para la justicia argentina. En efecto, Elena fue al hospital a dar a luz (así sucedió el 21 de marzo pasado), no para terminar entre rejas. Lo primero que vio al despertar de la anestesia fue a la policía.
 
En ese mismo instante, fue retenida dentro de la sala, con su bebé recién nacido en brazos. Le fue confiscado su teléfono móvil, fue interrogada y luego encerrada junto a su hijo durante 90 días en un albergue estatal, carente de luz solar y de atención médica.

La declararon 'víctima de trata de personas', supuestamente vinculada a Rudnev, a quien jamás conoció ni vio en su vida.

Elena recuerda con dolor cómo tanto ella como su bebé fueron tratados como vulgares delincuentes. No recibió apoyo médico ni psicológico alguno.
 
 
El bebé que creció entre muros

Su hijo Miroslav nació el 21 de marzo y, apenas unas horas después, fue llevado a una habitación cerrada disfrazada de refugio. Allí pasó noventa días sin sol, recibió cuatro vacunas en un solo día -tras tres meses de encierro y sin atención sanitaria.

Elena debía amamantarlo bajo la vigilancia de la policía -situación de intolerable estrés para cualquier madre.


La carta: la Voz de la Verdad

El 16 de junio, en el aeropuerto, previo a abordar el avión que la sacó del infierno, Elena escribió a mano una declaración: afirmó que no era víctima y que no conocía a Konstantin Rudnev. Entregó la carta a su abogado, David Molnero, para que la incorporara al expediente. Resultado: la declaración jamás apareció en el caso. La fiscalía de Bariloche la ignoró, como si nunca hubiese existido.

Elena está preocupada, porque su voz sigue sin ser escuchada, mientras personas inocentes permanecen privadas de libertad -incapacitadas de poder reunirse con sus familias.
 
 
El llamado de Elena Makarova

'Me dirijo a la fiscalía de Bariloche —personalmente al procurador general Fernando Arrigo, y a los fiscales Tomás Labal, Gustavo Javier Rebor y Rodrigo Nicolás Treviranus. Exijo poner fin de inmediato a esta persecución judicial y cerrar un caso sin fundamentos legales. Pido que no se prorrogue la detención de personas que llevan meses bajo investigación sin cargos, sin pruebas y sin víctimas'

Todas sus solicitudes dirigidas a la fiscalía de Bariloche siguen sin respuesta. De acuerdo a Makarova, esto no es justicia, sino un sistema que castiga a los inocentes y se niega a reconocer sus errores.

De acuerdo con la defensa, en los escritorios de los fiscales hay pruebas que desmontan completamente el caso de Konstantin Rudnev, pero los funcionarios judiciales se rehúsan a incorporarlas al expediente, mientras siguen celebrando audiencias basadas en acusaciones ya refutadas.

Sin 'víctima', no existe un caso. Sin caso, no hay ascensos ni bonificaciones. Todo resulta demasiado evidente, y los hechos invitan a poner bajo escrutinio la definición de 'justicia' vigente en la República Argentina.

En el epílogo, la opinión pública se pregunta: ¿por qué la fiscalía de Bariloche continúa prorrogando el seguimiento de un caso sin pruebas?

¿Y cuándo llegará a su fin la farsa, más parecida a una operación de inteligencia ruso que a un proceso judicial de un Estado democrático?

Preguntas sin respuesta.