INTERNACIONALES : NICOLE ROBINSON & ABDULLAH HAYEK

Jordania busca optimizar su economía, con novedosos proyectos energéticos y turísticos

El sector turístico jordano se exhibe en fuerte expansión. Durante el primer trimestre de 2023, el sector vio incrementarse su actividad...

08 de May de 2023

 

El sector turístico jordano se exhibe en fuerte expansión. Durante el primer trimestre de 2023, el sector vio incrementarse su actividad en un 90,7%, superando las cifras de idéntico período en 2019.

Príncipe de la Corona de Jordania, Hussein bin Abdullah, Geopolítica
Petra, Wadi Rum, el Castillo de Karak, Aqaba y el Mar Muerto
son apenas algunos de los sitios que han puesto al reino hashemita de Jordania en el mapamundi. Sin embargo, éste no es el único sector en crecimiento del país. Los rubros tecnológico y energético muestran potencial para continuar creciendo en un reino que en mucho depende de la asistencia financiera externa.

Con una población de once millones de personas, Jordania es un aliado regional crítico de los Estados Unidos de América en el esfuerzo antiterrorista global; el país se halla en paz con el Estado de Israel; y se caracteriza por su moderna influencia en el mundo árabe. Los refugiados registrados -unos 760 mil-, de origen iraquí, sirio y palestino, sin embargo, le suman presión a una economía que cuenta con limitados recursos naturales, un sector público demasiado grande, y un débil sector privado. La pandemia de COVID-19 y el impacto de la guerra desatada por Rusia en Ucrania sobre los mercados de alimentos y de energía exacerbaron toda cuestión vinculada con el alto endeudamiento, el desempleo, y la creciente pobreza.

A criterio de morigerar la carga jordana, los Estados Unidos proporcionan más asistencia que cualquier otra nación, totalizando más de US$ 23.8 mil millones durante los últimos setenta años -y alcanzando la misma unos US$ 2.6 mil millones sólo en 2020. La asistencia financiera externa, no obstante, no puede ser la base de planes de crecimiento de largo plazo.

Desde 2020 hasta 2023, el puntaje de Jordania en el Indice de Libertad Económica -desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation- perdió 7.2 unidades. Jordania se ha beneficiado de un intercambio comercial aperturista -y lo propio de su sistema de inversiones. En contrapartida, el crecimiento económico del país se ha detenido, en razón de la ausencia de reformas de los marcos regulatorios vigentes.

No obstante, Jordania disfruta de una serie de ventajas económicas naturales. El turismo religioso es un buen comienzo para ilustrarlo.

Para los cristianos, Jordania guarda una importancia especial. Aún cuando el país es predominantemente musulmán, es el hogar de una de las comunidades cristianas más notables del planeta, con numerosas locaciones de importancia para la religión. Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista en el Río Jordán. Este sitio, conocido como 'La Betania Allende el Jordán' atrae a más de doscientos mil visitantes cada año.

A efectos de incrementar la cifra de visitantes en esta destacada locación de índole religiosa, se lanzó un proyecto de US$ 300 millones, en diciembre pasado. El mismo evalúa el desarrollo de un nodo turístico de alto nivel, que contará con un centro para visitantes, piscinas para bautismos, y una serie de senderos y puentes que servirán para explorar la zona -junto con la erección de restaurantes, tiendas de comercio de souvenirs, y jardines botánicos.

El proyecto no se financiará con fondos gubernamentales. Nueve organizaciones dedicadas a la fe están movilizando hoy a inversores privados para que construyan las referidas áreas, y doce nuevas iglesias y templos. La Alianza Bautista Mundial -una red global de iglesias bautistas- se asociarán con la Convención Bautista de Jordania, con miras a construir un cónclave bautista. Las comunidades anglicanas, ortodoxa griega, católica, luteranos evangélicos y otros, también proyectan construir nuevos templos, viviendas para visitantes y residencias para monjes y sacerdotes de distintos credos.

La Iglesia Católica -de 30 mil metros cuadrados- se convertirá en el complejo religioso más importante de Oriente Medio. El patriarcado católico-latino de Jerusalén ha calificado al sitio como un 'zona en pos de la unidad', en medio de las conocidas tensiones regionales.   

Jordania aspira a que la optimización del sitio religioso atraiga a más de un millón de visitantes anualmente, aumente los ingresos del rubro turístico, y fortalezca los vínculos entre credos afiliados a musulmanes y cristianos.

El turismo en formato exclusivo, no obstante, no solucionará los padecimientos económicos jordanos, como tampoco generará empleos suficientes para su muy educada población. De acuerdo a la Administración de los EE.UU. para el Comercio, 'El sector de Tecnología y Comunicaciones Informativas jordano es uno de los rubros que más ha crecido en la economía nacional, representando un 3.8% del PBI, con ingresos anuales que exceden los US$ 2.3 mil millones'.

Hussein bin Abdullah II, Príncipe de la Corona jordana, se propone posicionar a su país como líder regional en el sector tecnológico, patrocinando núcleos para programación en código -coding boot camps-, maratones de competencias para entendidos en cibernética (hackathons), y otras competencias para emprendedores -con el objetivo de aumentar la capacidad del público en Tecnología de la Información, sobre todo entre la población joven. La vecina Israel es hoy líder global en ciberseguridad e innovación digital. El crecimiento en este sector obsequiaría a Jordania acceso a un mercado regional que contabiliza un aproximado de 400 millones de consumidores. 

Por su parte, la energía es el otro sector de notable crecimiento reciente. El proyecto de oleoducto Basra-Aqaba, joint venture impulsado por los gobiernos jordano e iraquí, buscará desarrollar un sistema de ductos entre la ciudad de Basra -situada al sur de Irak- y el puerto jordano de Aqaba (localizado en el Mar Rojo). La meta: potenciar la seguridad energética de Jordania y aportarle a Irak una novedosa y segura ruta para exportar su crudo.

Ambos sistemas de oleoductos -de casi 2 mil kilómetros de extensión- podrían aportar entre 2 y 3 millones de barriles de crudo diarios. Se espera que el proyecto exhiba un costo total de construcción en el orden de los US$ 18 mil millones.

Los beneficios económicos del programa son significativos tanto para Jordania como para Irak. Para Jordania, el sistema devengará entre US$500 millones y US$ 3 mil millones en comisiones de tránsito, por año operativo. Para Irak, las instalaciones servirán para diversificar las rutas de exportación energética, y vincular su economía a vecinos árabes más estables (alejándose de la República Islámica de Irán).

Para Europa y los Estados Unidos, el sistema de oleoductos reducirá la dependencia del crudo transportado a través del Estrecho de Ormuz.

La asistencia financiera aportada por Washington es una solución onerosa para el problema económico jordano. Al promocionar la inversión y el intercambio comercial, sin embargo, diversificando su economía y alentando la actividad de emprendedores y la innovación, Jordania podrá consolidar un futuro genuinamente sustentable -y un próspero futuro- para sus ciudadanos.



Artículo original, en inglés

-Desarrollado con la colaboración de Abdullah Hayek



 

Sobre Nicole Robinson


Robinson se desempeña como asistente en investigaciones para el Centro Allison para Política Exterior, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.