INTERNACIONALES : ANTHONY B. KIM

Washington necesita contar con una agenda funcional, a criterio de lidiar con la amenaza existencial representada por China

'Si no ahora, entonces, ¿cuándo?'. Esta es una de las preguntas críticas con las que Washington debe lidiar...

03 de Abril de 2023

 

'Si no ahora, entonces, ¿cuándo?'.

Esta es una de las preguntas críticas con las que Washington debe lidiar, al tratar con la amenaza existencial más importante que los Estados Unidos de América enfrentan hoy. Los EE.UU. deben confrontar y emerger victoriosos, en el presente siglo.

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Esta cuestión central nada tiene que ver con el cambio climático al que suele referirse John Kerry. En los hechos, lo importante es cómo obstaculizar efectivamente a una República Popular China que ha estado contaminando a los Estados Unidos y al resto del mundo, en los andariveles económico, político, social y, naturalmente, en el concierto del medioambiente.

Entre las naciones del planeta, sólo una de ellas puede desafiar con eficacia a los Estados Unidos, y ese país es la República Popular China -que, en la práctica, nada tiene de 'república' ni de 'popular'.

Esa nación se halla bajo el control total del Partido Comunista Chino, una organización de malicioso comportamiento, cruel y predatoria. Su capacidad militar y económica, junto con su calculada predisposición para desafiar a Washington y a sus aliados en el concierto internacional -en prácticamente todo frente estratégico- consignan una amenaza de magnitud que no observa precedentes.

Al referirse al notable estudio desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation, e intitulado 'Cómo Obtener la Victoria en la Nueva Guerra Fría con China' (en inglés, Winning the New Cold War With China'), el senador Marco Rubio (Partido Republicano, en representación del estado de Florida) subrayó la gravedad del asunto, pocos días atrás:

Obviamente, China se ha vuelto más agresiva y transparente en torno de lo que está haciendo en todo el globo. Y existe un creciente consenso bipartidista en los Estados Unidos al respecto de que algo debe hacerse, Sin embargo, aún creo que este proceso requiere de un marco más abarcativo. Y lo que quiero decir con ello es que es sencillo pararse frente a las cámaras y declarar "Nos pondremos más inflexibles con China"; pero creo que es preciso poner énfasis en las razones por las cuales ello importa. De manera tal que Usted pueda hacerlo de un modo inteligente que, en la práctica, sirve al interés nacional de los Estados Unidos.

En efecto, Washington requiere contar con una agenda funcional a efectos de hacer frente a la más importante amenaza existencial que tiene enfrente. A tal fin, el actual es el momento idóneo para conversar genuinamente sobre los aspectos más negativos del autoritarismo chino, en tanto que también debe conversarse cómo es posible incrementar la firmeza contra Pekín. Más que nunca, es hora de enfocarse en acciones políticas concretas contra las metodologías coercitivas incurridas por el Partido Comunista Chino -comportamiento que ha puesto en jaque los valores de la libertad.   

Sin ambigüedades, el déficit chino en materia de libertad ha distorsionado mercados y territorios más allá de las fronteras de China. De acuerdo al Indice Anual de Libertad Económica, la economía china continúa posicionada en el escalafón de economías 'represivas', situándose en el puesto número 154 entre 179 naciones evaluadas.

Más importante aún, y tomándose en consideración una perspectiva de política exterior más amplia, debe recordarse que los Estados Unidos deben tratar hoy con una amenaza más notable que la que Pekín consignaba más de una década atrás. El envalentonado liderato político en Pekín se ha vuelto recurrentemente más agresivo hoy y, en más de un sentido, en una amenaza para Washington, para sus intereses, y para su rol en el concierto global.

Aún queda tiempo para que los EE.UU. puedan contrarrestar la influencia maliciosa y manipuladora de Pekín -aunque esa ventana de oportunidad rápidamente ha comenzado a cerrarse.

La calibración de una novedosa estrategia no será sencilla para los tomadores de decisión en Washington. La réplica simbólica y poco eficiente del gobierno estadounidense frente al desafío chino ha perdido aún más fuerza, en estos últimos años. Mientras tanto, el liderato del PCCh comernzará a planificar y luego implementar acciones aún más perniciosas -incluso antes de que Washington pueda comenzar a poner en marcha cualquier contraestrategia significativa.

China está llamada a volverse un asunto más crítico, con el paso del tiempo. Los Estados Unidos de América y sus aliados no pueden permitir ni tolerar que un régimen genocida y abrazado a la tiranía se convierta en la superpotencia líder del planeta.

Al recordar que, 'Bajo el presidente Xi Jinping, el régimen comunista se ha vuelto más represivo en el orden doméstico y más beligerante en el frente externo', Kevin Roberts, presidente de The Heritage Foundation, observó, en comentarios compartidos recientemente:

Nos encontramos hoy en una nueva Guerra Fría, contra la República Popular China. A criterio de emerger victoriosos de esta guerra, necesitaremos contar con un esfuerzo total, combinado entre Estado y sociedad, para resguardar a nuestro pueblo y a nuestra economía ante las acciones maliciosas del Partido Comunista Chino. Se ha perdido mucho tiempo, y corresponde pasar a la ofensiva.

Ciertamente; el momento de actuar, es ahora.



Artículo original, en inglés


 

Sobre Anthony B. Kim

Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.