INTERNACIONALES : PHILIP GIRALDI | REALPOLITIK

Estados Unidos: 'Enviemos a los payasos'

Janet Yellen y Garland llevan a cabo visitas sorpresa a Ucrania.

24 de Marzo de 2023


Granja de Animales; o, quizás, una combinación de ambas. En cualquier caso, esa figura ayudaría a explicar por qué hay algo que está funcionando terriblemente mal aquí. Por ejemplo, hacia finales del Congreso de febrero, que debe lidiar con la ampliación del techo de la deuda, comenzaron a discutirse los temas relativos a recortes en la seguridad social y en Medicare, mientras que más recientemente, una crisis en el sector bancario parece iniciarse. De tal suerte que Janet Yellen, Secretaria del Tesoro, decidió involucrarse en operativos fotográficos en Kiev junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, poco después de entregarle las llaves de la economía de los Estados Unidos de América. Explicó la funcionaria a Zelensky el modo en que la Casa Blanca había aprobado unos US$ 12 mil millones adicionales en asistencia para Ucrania durante la semana anterior, incluyendo US$ 2 mil millones para sus fuerzas armadas y otros US$ 10 mil millones para respaldar al gobierno de Zelensky -junto a otros proyectos de infraestructura. El Tesoro de los Estados Unidos es ahora, de facto, fuente para el presupuesto anual total del gobierno ucraniano. Adicionalmente, Yellen describió con presteza cómo los Departamentos del Tesoro y de Estado implementarían una nueva serie de sanciones contra más de doscientas entidades e individuos que observen vínculos con los militares rusos, con industrias de alta tecnología, y con los sectores metalíferos y mineros de la Federación Rusa. Asimismo, el Departamento de Comercio de los EE.UU. también reforzará restricciones sobre exportaciones de materiales y tecnología -incluyendo semiconductores, vendidos a firmas estadounidenses a clientes en Rusia y China.

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En defensa de su notoria misión, Yellen compartió un editorial en el siempre complaciente 
New York Times, explicando la importancia que Ucrania tiene para los Estados Unidos. Escribió ella cómo, en Ucrania, '(...) el barbárico ataque ruso continúa -pero Kiev se mantiene fuerte y libre. La heroica resistencia ucraniana es resultado directo del coraje y la resiliencia de las fuerzas armadas de su país, de su liderazgo, y de su pueblo. Pero el presidente Volodymyr Zelensky y los ciudadanos ucranianos serían los primeros en reconocer que no pueden hacer esto en soledad -y que el respaldo internacional es crucial a la hora de mantener esa resistencia. Estoy en Kiev, con el objeto de reafirmar nuestro reiterado apoyo al pueblo de Ucrania. El Señor Putin aspira a que nuestra coalición se diluya, lo que él entiende le obsequiará ventajas en la guerra. Pero se equivoca. Tal como lo apuntar el presidente Biden aquí, la pasada semana, los EE.UU. afirmarán su respaldo a los ucranianos, por todo el tiempo que sea necesario... Los ucranianos están peleando por sus vidas en el frente, y por el mundo libre. Hoy, y todos los días, ellos merecen contar con el sólido y firme apoyo de los Estados Unidos'.

El editorial de Yellen continúa con mentiras tan grandes, que resulta sorprendente que el New York Times decidiera imprimirlo: 'Al ser confrontados con escenas de brutalidad y opresión, los ciudadanos de los EE.UU. siempre han acudido en respaldo de lo que está bien. Nuestra fortaleza como país proviene de nuestro compromiso con nuestros ideales -y de nuestra capacidad para ver en otros los mismos deseos que impulsan nuestro combate en pos de la libertad y la justicia'. Acto seguido, Yellen se detiene en las garantías ofrecidas por Zelensky, al respecto de que 'utilizará los fondos de la manera más responsable. En efecto, le damos la bienvenida a ese compromiso, así como celebramos su agenda con miras a fortalecer un buen sistema de gobierno en Ucrania'. ¿De qué habla esta señora?

Y tal es la versión de Yellen, que reposa sobre el eslogan: 'Por qué peleamos': 'Nuestro respaldo es impulsado, primero y principal, por el deber moral de asistir a un pueblo bajo ataque. También tenemos claro que, como lo dijo el presidente Zelensky, nuestra asistencia no es un ejercicio de caridad. Es una inversión en seguridad global y democracia. Atendamos al impacto estratégico de nuestro apoyo ofrecido a Ucrania hasta el momento. La guerra del señor Putin consigna una amenaza directa contra la seguridad europea, así como también contra los valores y leyes que dan forma al sistema internacional basado en reglas'.

Finalmente, los ciudadanos de los Estados Unidos portan el 'deber moral', en apariencia, de enviar a sus hijos e hijas para que pierdan la vida en la defensa de Ucrania. Y, claro, todo se trata de respaldar al 'mundo libre', a la democracia y al notable sistema internacional basado en reglas. ¿Se ha ocupado alguien de citar la observación hegeliana, al respecto de que la política exterior de Joe Biden ya se ha 'repetido a sí misma, primero como tragedia en Afganistán, y luego como farsa'? Mientras tanto, cabe sospechar que Zelensky se rió a carcajadas durante todo el proceso y mientras se dirigía hacia el banco, poco después de que Yellen desaparecía en el horizonte y luego de acercar el dinero. Probablemente, el mandatario ucraniano ya le haya encargado a alguno de sus amigotes ir de shopping en la Riviera francesa, para completar las compras que precisa su otra propiedad. Pero, esperemos un momento: la historia se vuelve más excitante; la siguiente semana contabilizó otra visita al Señor Z., a cargo del casi invisible Fiscal General de los EE.UU., Merrick Garland -un hombre que literalmente puede mirar a Z. a los ojos, puesto que ambos son de baja estatura. En general, Garland se dedica a perseguir a supremacistas blancos y a exigir que el el renovado FBI se nutra de activos que aprendan todo lo necesario para identificar y perseguir a antisemitas; sin embargo, ha llevado a cabo ya dos periplos a Kiev, para reunirse mano a mano con el valiente guerrero de camiseta que ya está siendo beatificado como el Winston Churchill del siglo XXI.

Garland visitó la ciudad, para hacer esa otra cosa compelido por su sentido de ley y justicia, esto es, manufacturar un tribunal con el fin de arrestar, procesar y reprender a criminales de guerrarusos luego de que Ucrania emerja triunfante de su conflicto con el endiablado presidente Vladimir Putin. Este ecosistema sería moldeado bajo el formato de los tribunales de Nuremberg que juzgaron a los nazis tras la Segunda Guerra Mundial. Garland supo citar el escape que su familia emprendió del holocausto, para explicar por qué él mismo se ha involucrado personalmente en lo que estima como 'impartir justicia'.  Una vocero del Departamento de Justicia americano describió la misión de Garland en Kiev del siguiente modo: 'para reafirmar en persona el compromiso estadounidense de ayudar a poner a Rusia en el banquillo por crímenes de guerra incurridos, a raís de la guerra injusta y no provocada contra la soberanía de su vecino'.

Garland mantuvo distintas reuniones con el presidente Volodymyr Zelensky y con funcionarios a cargo del sistema de seguridad del gobierno ucraniano, incluyendo al fiscal general Andriy Kostin, en tanto asistió a lo que se dio en llamar 'Conferencia Unida por la Justicia'. Zelensky comentó sobre el propósito de la conferencia, que coincidía con responsabilizar al liderazgo político ruso por las supuestas atrocidades perpetradas por sus fuerzas armadas. 'El objeto principal de estas reuniones es designar responsabilidad', declaró. Según se ha informado, el Departamento de Justicia de los EE.UU. se encuentra activamente involucrado en la recolección de evidencias que se utilizarán para procesar a los rusos. En oportunidad del primer viaje de Garland a Ucrania, en junio de 2022, anunció el fiscal la designación de Eli Rosenbaum -fiscal de la Oficina de Investigaciones Especiales, bien conocido por haber perseguido a nazis, con miras a encauzar los esfuerzos estadounidense para identificar y rastrear a criminales de guerra de la Federación Rusa.

Garland dijo a sus anfitriones: 'Más de doce meses atrás, fuerzas rusas que invadían dieron inicio a la comisión de atrocidades a gran escala, como nunca se vio en conflicto alguno desde la Segunda Guerra. Nos encontramos reunidos aquí hoy en Ucrania para hablar claramente, y con una sóla vos: los perpetradores de aquellos delitos no se saldrán con la suya. Además de nuestro trabajo mancomunado junto a Ucrania y la comunidad internacional, los Estados Unidos han abierto investigaciones criminales por los crímenes de guerra cometidos en Ucrania, y que podrían violar la legislación estadounidense'. Concluyó, completando el despliegue de mentiras que tanto aman Joe Biden y Tony Blinken: 'Los EE.UU. reconocen que lo que suceda aquí en Ucrania observará un impacto directo en la fortaleza de nuestra democracia'.

Naturalmente, hay más que ironía en todo el asunto, sin mencionar una hipocresía de alto nivel, en razón de que los Estados Unidos han asesinado más personas directa e indirectamente, mientras cometieron más delitos contra la humanidad en distintas formas durante el pasado -en veinte años- que ninguna otra nación. Con la predecible excepción de Israel, que actualmente incurre en la comisión de delitos contra la humanidad casi a diario. Curiosamente y sin embargo, la sorda Casa Blanca y el Pentágono parecen comprender, de cierto modo, que el abrir la caja de Pandora podría no ser una buena idea cuando se trata de crímenes de guerra. La pasada semana, Lloyd Austin, Secretario de Defensa, se rehusó a compartir información originada en los EE.UU. sobre supuestos crímenes de guerra rusos con la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Holanda. El Pentágono se ha dedicado a bloquear la posibilidad de que la Administración Biden comparta evidencia recolectada por la inteligencia americana con la CPI en torno de las actividades rusas en suelo ucraniano porque el ayudar a la Corte a investigar a los rusos podría sentar precedente y, a futuro, allanar el camino para que ciudadanos de los Estados Unidos terminen procesados. Washington no reconoce jurisdicción a la CPI, temiendo que ésta pudiera intentar examinar el paupérrimo récord americano de crímens de guerra perpetrados en Asia y en el Africa. De igual modo, Israel no reconoce a la Corte Penal Internacional, por -fundamentalmente- idéntica razón.

Así que, aquí nos encontramos: dos funcionarios de primer nivel del régimen Biden se escabuyen en Kiev para obsequiar fondos obscuros y un apoyo moral irrestricto, junto con la promesa de que habrá más efectivo en camino; lo propio se hizo con la promesa de más armamento y con tribunales de guerra para lidiar con esos endemoniados rusos. Y, ¿adivine Usted qué más? Es un paquete muy positivo para los Estados Unidos! Canción que en mucho se asemeja a las que se oyeron previamente en sitios tales como Vietnam, Irak y Afganistán; mentiras, iguales a las de ahora. Yellen debería haberse quedado en su casa, entregándole esos fondos al pueblo estadounidense en lugar de a Zelensky. Si Garland desea investigar a alguien, pues entonces debería investigar al Pentágono, a las agencias de inteligencia, y al Congreso. Y, en efecto, a su propio FBI. No olvidemos cómo los Biden y los Clinton se volvieron multimillonarios. Y, luego, está el asunto de la destrucción del gasoducto Nord Stream. Es divertido cómo cada vez que alguien levanta una roca en cualquier área del gobierno estadounidense, algo verdaderamente putrefacto emerge.


Artículo original, en inglés


 

Sobre Philip Giraldi

Especialista en contraterrorismo; ex oficial de inteligencia militar de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA). Se desempeña como columnista en medios estadounidenses, y como Director Ejecutivo en el Council for the National Interest. Giraldi es colaborador frecuente en Unz.com, Strategic Culture Foundation y otros. En español, sus trabajos son sindicados con permiso en El Ojo Digital.