El episodio del misil debería servir para fortalecer la cooperación multidimensional entre los EE.UU. y Polonia
Al referirse al letal incidente que involucró la caída de un misil ucraniano en la periferia de Przewodow...
Al referirse al letal incidente que involucró la caída de un misil ucraniano en la periferia de Przewodow, una localidad polaca no tan alejada de la frontera con Ucrania, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, convino que la responsabilidad primaria por el asunto se desprende de la agresión rusa contra Ucrania.
Tras observar que 'la pasividad puede ser suicida para nosotros', Morawiecki puso énfasis en que 'existe sólo una manera de involucrar a Polonia en una guerra, y esa manera es alejarse de cualquier respaldo en el apoyo y la defensa de Ucrania'.
Semejante claridad de pensamiento, así como la firme perspectiva en el respaldo a Kiev, convierten a Varsovia en un eje central cada vez más importante para Washington.
En efecto, Polonia se ha transformado en el socio más importante de los Estados Unidos en una colección de ejes temáticos centrales para la seguridad en Europa -sean sus implicancias de orden militar, económico o energético.
En lo que compete al plano militar, y conforme lo consignara un reciente artículo publicado por la web Politico, 'mientras que Alemania, aliado tradicional de los Estados Unidos en la región, continúa teniendo relevancia como hub logístico, los interminables debates alimentados por Berlín en torno de cómo resucitar a sus fuerzas armadas y las carencias germanas al momento de motorizar una cultura estratégica han impactado en su efectividad como socio'.
Polonia, un miembro estratégico y geopolíticamente central de OTAN en la frontera europea con Rusia, es un aliado indispensable para los Estados Unidos de América. Desde su rol proactivo como protagonista de la seguridad continental, Polonia es una puerta de entrada crítica, y destacado interlocutor para los Estados Unidos, en el diálogo de Washington con naciones de la Europa Central y Oriental.
En rigor, Polonia ha venido desempeñando un rol de importancia única, como notorio muro de contención frente a las ambiciones geopolíticas de Moscú. Más específicamente, Rzeszow, la ciudad más importante en el sudeste de Polonia, se ha transformado en una suerte de importante base externa para Occidente, recibiendo refugiados ucranianos y operando como nodo para el transporte de armamento estadounidense. La ciudad ha oficiado de anfitriona para la 82a. División Aerotransportada del Ejército de los EE.UU., y para todo tipo de personal militar americano.
Más aún, la recurrente operación militar rusa en Ucrania, y el recurrente deseo europeo de alejarse de su dependencia frente a la energía Made in Russia, le han inyectado un novedoso imperativo al diálogo sobre seguridad e independencia energéticas.
Al respecto de este notorio frente de política exterior, los Estados Unidos también están allanando el camino para avanzar en su cooperación con Polonia, que ha sido un crítico protagonista del proyecto Nord Stream 2, iniciativa rusa que le permitiría a Alemania incrementar el flujo de gas natural importado directamente desde Rusia a través del Mar Báltico.
Westinghouse Electric Co., una firma estadounidense, ha resultado seleccionada para construir la primera planta de energía nuclear en Polonia. Ello contribuirá a la seguridad energética como uno de los núcleos de la cooperación binacional. Tal como lo apuntara Antony Blinken, Secretario de Estado, recientemente: 'El compromiso estadounidense a la hora de trabajar junto a Polonia con miras a facilitar la producción de energía nuclear segura, limpia y confiable, es un testamento de nuestra profunda relación bilateral, en el orden de la seguridad estratégica y de nuestro vínculo económico'.
Desde una perspectiva comercial y de inversiones más amplia, Polonia también es un pilar clave para la seguridad económica europea. La optimización de las relaciones bilaterales entre Washington y Varsovia en lo relativo al involucramiento económico transatlántico es algo que claramente hace a los intereses de los Estados Unidos.
A tal efecto, una de las interacciones más pragmáticas y de orden estratégico en las que Washington ha estado trabajando junto a Varsovia es la Iniciativa de los Tres Mares (Three Seas Initiative), que apunta a amplificar la libertad y el dinamismo económico en la región.
La citada iniciativa, liderada por Polonia, fue lanzada con la intenció nde promocionar la conectividad entre las naciones en las regiones del Mar Negro, Adriático y Báltico, respaldando el desarrollo de infraestructura y otros aspectos centrales que hacen a la conectividad. En efecto, la tarea que exige dotar a la Iniciativa de una realidad más operativa ha ganado necesidad y urgencia.
Claramente, el vínculo polaco-americano se ha visto motorizado por estos tres pilares: temas militares, energía y economía. Aspectos que, naturalmente, ampliarán el vínculo bilateral entre Washington y Varsovia, sirviendo a los intereses recíprocos de estos dos históricos aliados.
El actual es el momento idóneo para que Washington y Varsovia refuercen y amplifiquen su cooperación multidimensional, que se caracteriza por su excepcionalidad.
Artículo original, en inglés
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.