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La agitación política italiana y su impacto en el enfoque decisional compartido de la Unión Europea

Como país con un importante rol geoestratégico en la Unión Europea (UE), las recientes convulsiones...

06 de Octubre de 2022

 

Como país con un importante rol geoestratégico en la Unión Europea (UE), las recientes convulsiones en la escena política italiana han atraído una especial atención por parte de la opinión pública regional e internacional. En particular, se puede decir que los resultados de las elecciones generales anticipadas del 25 de septiembre, con la victoria a favor de la extrema derecha, pueden generar cierto impacto en las políticas generales de la UE.
 
Italia, Giorgia Meloni, Fratelli d'Italia
Italia decidió celebrar el 25 de septiembre elecciones generales anticipadas luego de que el primer ministro, Mario Draghi, se viera obligado a dimitir (julio de 2022) debido a la presión interna. Los resultados electorales anunciados el 26 de septiembre indicaron que la coalición de derechas liderada por 'Hermanos de Italia' (Fdi) conquistó la mayoría absoluta de escaños, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. A posteriori, la coalición de centroizquierda encabezada por el Partido Democrático (PD) reconoció la victoria de la coalición de derechas, y expresó su responsabilidad como partido de la oposición en el Parlamento. Este resultado no solo provoca un cambio fundamental en el equilibrio político de Italia, sino también significa que habrá algunos ajustes en las políticas económicas y diplomáticas de los Estados miembros de la UE en el futuro próximo.

 
Posibles cambios
 
Los analistas regionales e internacionales se refirieron 'sin sorpresa' a los resultados de las elecciones parlamentarias italianas recientes, porque es lo que predijeron después que el gabinete del primer ministro Mario Draghi anunciara su renuncia en julio pasado. Numerosas encuestas realizadas en vísperas de las elecciones también arrojaban el mismo resultado, una clara victoria de la coalición de centroderecha Fdi.
 
Como resultado, el equilibrio de fuerzas en el escenario político italiano se ha visto modificado radicalmente. En consecuencia, la extrema derecha tendrá la prerrogativa de dirigir y formar gobierno, al tiempo que tendrá el control en ambas cámaras de la Asamblea Nacional. En particular, es muy probable que la líder del Fdi, Giorgia Meloni, asumirá el cargo de primera ministra, convirtiéndose en la primera mujer en ostentar el puesto.
 
De hecho, el ascenso al poder de la extrema derecha en Italia no es una sorpresa, porque desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora ese país había estado gobernado por 43 primeros ministros y próximamente, será el cuarto gobierno en los últimos cuatro años. Sin embargo, los impactos que devienen de este cambio son los que preocupan a la ciudadanía, especialmente en el contexto de que Italia, en particular, y toda Europa, en general, enfrentan graves dificultades socioeconómicas, debido al incremento sin precedentes de los precios mundiales de los alimentos y la energía tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania. Por ende, la agitación política de Italia en el contexto actual provoca preocupación en el resto del Viejo Continente.

 
Preocupación europea
 
De acuerdo al criterio de analistas, numerosas razones que preocupan a este continente, específicamente a la UE, a partir de las fluctuaciones de la política italiana. En primer lugar, desde una perspectiva económica, Italia es el Estado miembro del bloque regional que más se beneficia del paquete de apoyo de 750 mil millones de euros dirigido a aliviar los impactos causados por la pandemia de COVID-19. El despliegue efectivo de dicha asistencia en esa nación garantizará el éxito de dicho proyecto en toda la región.
 
En este sentido, la líder de la alianza de centroderecha Fdi, Meloni, anunció repetidamente durante su campaña electoral que abandonaría las regulaciones de la UE sobre disciplina presupuestaria (es decir, se mantiene un déficit anual dentro del 3 % del PBI mientras que la deuda soberana no supere el 60 % del presupuesto total). Es obvio que, con la toma del poder de la Fdi en Italia, el bloque comunitario enfrenta una mayor presión para estabilizar su política económica y frenar la actual escalada inflacionaria.
 
Con respecto a los asuntos exteriores, muchos líderes de la alianza de centroderecha Fdi tienen una postura diferente a la de la mayoría de los otros Estados miembros de la UE en el conflicto ruso-ucraniano. Especialmente, los presidentes del Partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, y del partido Liga Italiana, Matteo Salvini, son dos líderes de dicha coalición que se oponen a las estrictas sanciones europeas contra Rusia.
 
Esto significa que la UE corre el riesgo de fracturarse en cuanto al manejo de la crisis ucraniana, una vez que se forme el nuevo gobierno en Italia. Adicionalmente, los líderes de la Fdi mostraron diferentes puntos de vista sobre la actual política europea para resolver la crisis migratoria, cuando anunciaron rechazar la recepción de inmigrantes desde el exterior en su territorio. Una vez ocurra esto, ejercerá, sin duda, una mayor presión sobre la estrategia migratoria de la agrupación continental.
 
Sin embargo, desde una perspectiva diferente, algunos analistas consideran 'positiva' la formación del nuevo gobierno en Italia, destacando que podría generar un cambio notable para toda Europa. Mientras, algunos otros propusieron fortalecer las soluciones diplomáticas con Rusia para resolver la crisis ucraniana, y recuperar los vínculos entre el bloque continental y el país euroasiático. Actualmente Hungría es el país integrante de la UE que más apoya una solución diplomática con Moscú. Los líderes húngaros consignaron que solo el diálogo con Rusia podrá solventar satisfactoriamente los problemas que enfrenta hoy Europa.


 
Publicado originalmente en VOV World (Voice of Viet Nam)