INTERNACIONALES: ASIA

Organización para la Cooperación de Shanghai: cumbre en pos de la asistencia y el equilibrio de intereses

La Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) se lleva a cabo el 15 y 16 de septiembre...

18 de Septiembre de 2022

 

La Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) se lleva a cabo el 15 y 16 de septiembre en la ciudad de Samarkanda (Uzbekistán), con la participación de quince jefes de Estado y líderes de organizaciones de cooperación internacional con esta agrupación. En el volátil contexto geopolítico que acusan la región y el mundo, los participantes en la conferencia exhiben diferentes posturas y cálculos estratégicos a criterio de optimizar aún más los mecanismos de cooperación intrarregional.

Cumbre OCS en Samarkanda, Rusia, China, India, Shanghai
La Cumbre de la OCS es el primer encuentro presencial de los líderes de los países miembros de la organización desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 de 2020. Asimismo, se trata del primer viaje al extranjero del presidente chino, Xi Jinping desde principios de 2020, y es la primera oportunidad en la que los jefes de Estado de China e India se encuentran cara a cara desde el estallido de enfrentamientos, en enero de 2020, entre ambas naciones en su frontera. En particular, el enfoque de la Cumbre de la OCS en Samarkanda consignó el primer encuentro de magnitud entre los líderes de Rusia y China desde que Moscú comenzó su operación militar especial en Ucrania. La cita reviste una particular importancia, al considerarse la actual coyuntura internacional.

 
Rusia y China reafirman sus vínculos de asociación
 
Analistas suponen que la cumbre de la OSC en Uzbekistán propicia una oportunidad para que la República Popular China muestre su influencia en el mundo, y para que la Federación Rusa reafirme su política de incentivar los nexos con Asia, especialmente en una instancia en la que Moscú y Pekín mantienen relaciones tensas con Washington.
 
El presidente ruso Vladimir Putin afirmó que las conversaciones amplificarán el ímpetu para la asociación estratégica entre su país y China, tanto a nivel bilateral como en el concierto internacional. Por su parte, su homólogo chino Xi Jinping afirmó que, en su rol de gran potencia, Pekín está dispuesta a unirse a Moscú para realizar grandes cambios en el mundo -con miras a progresar en un desarrollo sustentable.
 
Al comentar sobre la próxima reunión entre Vladimir Putin y Xi Jinping, los expertos evaluaron que ambos líderes están tratando de realizar muchas alianzas, por lo que la cumbre Rusia-China es extremadamente importante -dado el presente juego de tensiones con Occidente.
 
China ha optado por un enfoque equilibrado en la crisis de Ucrania, al negarse a condenar la operación militar de Rusia en Kiev y tras dejar en claro su posición de oponerse a las sanciones occidentales contra el país euroasiático. A su vez, Moscú apoya firmemente a Pekín en el contexto de la escalada de tensiones con Washington tras la visita a Taiwán (China) de la vocero de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
 
En la perspectiva de Putin, la Cumbre de la OCS es una oportunidad para demostrar que su nación no podrá estar aislada del escenario internacional, aún cuando el conflicto ruso-ucraniano continúe. Adicionalmente, la instancia es idónea para que Moscú explore nuevos mercados o proveedores de los artículos que ya no está en capacidad de importar desde Europa. Para Xi Jingping, el cónclave le permite propalar su imagen previo al vigésimo Congreso del Partido Comunista de China, programado para el próximo mes de octubre.
 
De hecho, las relaciones entre Moscú y Pekín, pese a sus desacuerdos, observan una marcada profundidad y sintonizan con objetivos estratégicos recíprocos, especialmente en lo que respecta a la inhibición de la influencia de los Estados Unidos de América en territorio europeo. 

 
Acerca del rol de la OCS en el nuevo contexto
 
Fundada en 2001, la OCS incluye a India, Kazajstán, China, Kirguistán, Rusia, Tayikistán, Pakistán y Uzbekistán. Entretanto, Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia tomaron parte como observadores, mientras que Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía son naciones asociadas al consorcio.
 
En el presente contexto, esta organización es considerada como un novedoso centro de poder, que representa el 25 % de la población mundial y, en simultáneo, el 60% del área total de Asia y Europa. En consecuencia, otras naciones buscan permanentemente suscribir al OCS como Estados-miembro con pleno derecho, como observadores, o bien como socios de diálogo. En esta cumbre, la República Islámica de Irán también firmó oficialmente un memorandum de entendimiento, con miras a formar parte de la agrupación.
 
Al unirse a la OCS, cada Estado-miembro, observador o socio persigue sus propios intereses. El fortalecimiento de los mecanismos de cooperación desde el seno de la entidad puede asistir a la República Popular China y a la Federación Rusa a resolver no pocas dificultades políticas, económicas y de seguridad compartidas. En el ínterin, y en la perspectiva de otros miembros, la participación de nuevos países en la OCS implica una ampliación de la influencia de esta organización -no solo en el campo del comercio económico, sino también en el devenir de la política internacional.
 
A la postre, la OCS desempeña un rol cada vez más destacado en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad regionales, en tanto promociona y alienta la cooperación entre los países miembro, y aumenta constantemente su influencia en el ámbito internacional.


 
Publicado originalmente en VOV World (Voice of Viet Nam)