INTERNACIONALES: GERMAN GORRAIZ LOPEZ | PUNTOS DE VISTA

¿Consideran los Estados Unidos un ataque nuclear preventivo contra Rusia y China?

Zbigniew Brzezinski, autor del libro 'El Gran Tablero Mundial: La Supremacía Estadounidense...

14 de May de 2022

 

Zbigniew Brzezinski, autor del libro 'El Gran Tablero Mundial: La Supremacía Estadounidense y sus Imperativos Geoestratégicos' (1997), considerada la Biblia geoestratégica de la Casa Blanca -así como el libro de cabecera de las sucesivas generaciones de geoestrategas y politólogos-, habría levantado acta del inicio del declive de Washington, al afirmar: 'Es cierto que nuestra posición dominante en la política internacional no es la misma que la de hace veinte años pues, desde 1991, los Estados Unidos, en su status de potencia mundial, no han ganado una sola guerra'.

Xi Jinping, República Popular ChinaEn consecuencia, añade: 'A los Estados Unidos les ha llegado la hora de comprender que el mundo contemporáneo es bastante más complicado y anárquico que en los últimos años tras la Guerra Fría, con lo que la relevancia de nuestros valores, así como la convicción en nuestro excepcionalismo y universalismo, son al menos prematuras desde el punto de vista histórico'.
 
Continuando con la exposición de su tesis sobre el declive americano, en un discurso ofrecido ante el Council on Foreing Relations (CFR), el ex asesor del ex presidente Jimmy Carter advirtió: 'La supremacía estadounidense ya no era posible, en razón de una aceleración del cambio social impulsado por la comunicación instantánea, que ha dado lugar a un despertar universal de la conciencia política de las masas (Global Political Awakening), y que está resultando perjudicial para la supremacía externa como la que prevaleció en la época del colonialismo y el imperialismo'.

Finalmente, en un artículo publicado en la revista Foreign Affairs (1970), expuso su visión del denominado 'Nuevo Orden Mundial', al afirmar: 'Se vuelve necesaria una visión nueva y más audaz, con la creación de una comunidad de naciones desarrolladas que puedan tratar de modo eficaz los amplios problemas de la humanidad'. Acaso esbozos de una teoría que perfilará en su libro 'Entre Dos Edades: El Rol de los Estados Unidos en la Era Tecnotrónica' (1971), donde explica: 'Ha arribado la era de un reequilibrio del poderío mundial, poder que habrá de pasar a manos de un nuevo orden político global basado en un vínculo económico trilateral entre el Japón, Europa y los Estados Unidos', doctrina que implicaría el sometimiento de Rusia y China, y que incluiría la eventualidad de un ataque nuclear preventivo por parte de Washington, recurriendo este escenario al empleo de misiles Trident II contra objetivos vitales rusos y chinos -naturalmente, en el supuesto de declararse una Tercera Guerra Mundial.

El conflicto ucraniano habría escenificado el retorno de la Guerra Fría entre Rusia y los EE.UU. (una suerte de Guerra Fría 2.0), la reactivación de la carrera nuclear, y una posible reedición de la Crisis de los Misiles -que tendría como epicentro a Kaliningrado. Así, la OTAN habría apostado por incrementar los recursos destinados al desarrollo militar, amén de informar sobre sus proyectos de colaborar en esa área con países como Ucrania, los países del Báltico, Georgia, Moldavia y Polonia tras la crisis ucraniana, y habría incrementado su presencia militar en el Este europeo -reemplazando cuatro batallones en los Países Bálticos y Polonia, así como aeronaves de combate F-16. Con ello, el contingente total de sus tropas en suelo europeo superaría los 75 mil elementos.
 
En la práctica, este concierto consolidaba la vulneración del Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997, por la cual la OTAN descartaba 'el estacionamiento permanente de un contingente sustancial y adicional de tropas de combate en el Este de Europa' y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo 'Las fuentes del comportamiento soviético', publicado en Foreign Affairs en 1947. Las ideas centrales del paper se resumen en la cita siguiente: 'El poderío soviético es impermeable a la lógica de la razón, aunque muy sensible a la lógica de la fuerza'.
 
En este contexto, se incluiría la posible integración de Suecia y Finlandia en las estructuras militares de la OTAN, y el incremento de fuerzas militares -con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia- y, en el supuesto de ingresar Suecia y Finlandia en la OTAN y cerrar el acceso del citado enclave soviético al Mar Báltico, Rusia instalaría en Kaliningrado los misiles Iskander-M; estos vectores pueden dotarse de ojivas múltiples. La maniobra también involucraría el despliegue de sistemas de misiles antiaéreos S-400 con lo que, en palabras del politólogo Vladímir Abrámov, 'la provincia de Kaliningrado volverá a desempeñar el papel de pistola en la sien de Europa, como hace dos décadas', no siendo descartable la reedición de la Crisis de los Misiles.
 
Por otra parte, asistimos a unas sorprendentes declaraciones del ex ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, recogidas por el diario Telegraph, en donde refiere: 'Londres podría acoger misiles nucleares estadounidenses en suelo británico en medio de las tensiones con Rusia', lo que podría entenderse como el retorno a una carrera armamentista como la desarrollada durante la Guerra Fría frente a la URSS (en tanto este desarrollo reviviría el proyecto Partnership entre los EE.UU y Europa, a efectos de proveer al Reino Unido de misiles Polaris, de julio de 1962). Así, según The Guardian, Johnson tendría la intención de ampliar su arsenal nuclear, desde las 180 cabezas actuales hasta las 260, lo que consignaría una virtual ruptura del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
 
De otro lado, el acuerdo estratégico entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos conocido como AUKUS, simbolizaría un cambio en la cartografía geopolítica mundial, al desplazar al escenario atlántico por el cuadrante Indopacífico como epicentro del pulso geopolítico entre los EEUU y China, con el objetivo de establecer una arco de crisis nuclear alrededor de China. El mismo abarcaría desde la Cachemira india hasta el Japón, pasando por Corea del Sur y Filipinas, y cerrando esa construcción con Nueva Zelanda y Australia, siempre con el propósito de disuadir a China de su aventura de dominar el Mar de China, consolidándose su posterior sometimiento. Así, Washington tendría planificado un programa nuclear con una duración de treinta años y un coste de un billón de dólares -trillions, en inglés-, que incluiría un novedoso misil hipersónico y un sistema de alerta temprana para la detección de misiles crucero en territorio estadounidense (JLENS). En tal concierto, un ataque nuclear preventivo estadounidense contra objetivos críticos chinos -en el caso de que Pekín se proponga efectivamente recuperar Taiwan- no debería descartarse.


 
Sobre Germán Gorraiz López

Desarrolla análisis relativos a temas económicos y geopolítica. Publica regularmente en su blog "Los Restos del Naufragio". Reside en Navarra, España.