INTERNACIONALES : JAMES DI PANE & KAITLYN ROMAINE

Estados Unidos necesita más rompehielos para hacer frente a Rusia y China en el Artico

El presidente estadounidense Joe Biden ha reconocido el carácter crucial de la presencia..

21 de Junio de 2021

 

El presidente estadounidense Joe Biden ha reconocido el carácter crucial de la presencia de la Guardia Costera de su país en el Mar Artico, en oportunidad de su discurso ante la ceremonia de graduación de cadentes en la Academia de la Guardia Costera en New London, Connecticut, el pasado 19 de mayo. Sin embargo, será necesario contar con más que palabras para competir contra China y Rusia en el Círculo Artico.

Estados Unidos, Mar Artico, Círculo Polar Artico, Rusia, China, Guardia CosteraLos Estados Unidos han sido una nación con proyección hacia el Artico -lo cual consigna que posee recursos y territorio encima del Círculo Artico- desde que procedió con la compra de Alaska en 1867. Asimismo, lleva a cabo investigaciones científicas y respalda tratados en la Antártida.


El Círculo Artico contabiliza minerales y metales raros, así como también reservas no explotadas de crudo y gas natural. A junio de 2020, un aproximado del 13% de los recursos existentes de crudo y un 30% de los de gas no han sido aprovechados en esa región.

Los buques rompehielos ayudarán a los Estados Unidos a mantener un status de competititivdad frente a Rusia y China. La Guardia Costera los emplea para acceder a intereses estratégicos y económicos en el cuadrante ártico. Estos navíos son los más efectivos y eficientes a la hora de llevar a cabo investigaciones científicas y de mantener accesos a aguas congeladas que se presentan como valiosos recursos para el país. 

No obstante ello, el gobierno federal no ha invertido en nuevos buques rompehielos desde que el Healy fuera comisionado en 1999. EE.UU. no cuenta con rompehielos activos en las aguas reclamadas por el país al norte de Alaska. La flota de rompehielos de la Guardia Costera apenas cuenta con dos navíos: el Polar Star y el Healy. El Polar Star, comisionado más de cuatro décadas atrás, ha superado su expectativa de vida de treinta años. Sólo realiza una salida anual hacia la Antártida, a efectos de llevar suministros a la Estación McMurdo.

El Healy sufrió una avería tras un incendio producido por un fallo eléctrico, cuando se encontraba realizando una misión en el Artico en agosto de 2020, y no retornará al servicio hasta agosto de 2021. En otras palabras, un navío ha superado su vida útil, mientras que el otro ha quedado incapacitado durante un año.

Mientras tanto, Rusia cuenta con la más importante flota de rompehielos en todo el mundo, totalizando cuarenta unidades, y está contruyendo otros tres -habiendo planeado la construcción de una docena extra para la próxima década. Dado que los Estados Unidos no cuentan con rompehielos que patrullen el Artico, debe respaldarse en terceros países -por ejemplo, en Rusia- para cumplir con sus necesidades. En virtud de la recurrente actividad y competencia en la región, hacia donde otras naciones se dirigen para consolidar actividades comerciales y hacerse de recursos, EE.UU. se encuentra en una posición desfavorable.

China, país que se percibe a sí mismo como un 'Estado en cercanías del Artico' aunque no cuente con territorio allí, opera dos rompehielos y está construyendo su primera unidad con motorización nuclear. Después de Rusia, China será la segunda nación en operar rompehielos nucleares, mucho más poderosos que los potenciados con motores diésel.


La posibilidad certera de una expansión de las actividades rusas y chinas en un territorio en el que EE.UU. contabiliza recursos y derechos soberanos debería ser motivo de alarma para la Administración Biden, cuando menos. El think tank estadounidense The Heritage Foundation ha planteado que los EE.UU. deben ampliar su flota rápidamente, a criterio de consolidar sus intereses estratégicos.

Por su parte, la Administración Trump se ocupó de destinar más fondos en el programa Seguridad Polar, el cual ha delineado un plan para construir seis nuevos rompehielos, habiéndose planeado la navegación de prueba para los primeros hacia 2024. Tres de esos navíos -rompehielos polares pesados- cuentan con la capacidad de cortar hielo de al menos diez pies de grosor. Los otros tres -rompehielos medianos- pueden cortar hielo de hasta ocho pies de grosor.

Los rompehielos actualmente operados por la Guardia Costera, conocidos como cutters para Seguridad Polar, hacen lo mismo que otros cutters de esa fuerza, incluyendo tareas de búsqueda y rescate, patrullaje de seguridad, y misiones emparentadas con la seguridad nacional. Con al menos 65 pies de eslora, las tripulaciones pueden residir en estos navíos, en ocasiones destinados a patrullar zonas como el Caribe, en donde los temas recurrentes se relacionan con el narcotráfico y la migración de personas.

A diferencia de los cutters estándar, los destinados a Seguridad Polar también pueden cortar hielo de mayor grosor. Esto significa que pueden operar en áreas en donde los Estados Unidos no tienen una presencia permanente, además de las aeronaves y los submarinos de la Armada.

El nuevo presupuesto de la Administración Biden para la Guardia Costera planteó la remesa de US$ 170 millones para el programa de Cutters destinados a Seguridad Polar, a efectos de construir los primeros dos cutters. Asimismo, exige proporcionar los materiales e insumos necesarios para un tercero. El plomo de alto grosor es el componente que más tiempo lleva obtener, para la construcción de navíos.


El presupuesto de la Administración Biden exige priorizar a los cutters de Seguridad Polar, y localiza US$ 1.000 millones para ser invertidos en navíos, con un 17% de esa cifra reservado para los cutters de Seguridad Polar.

Por el momento, la Guardia Costera debe arreglarse con los activos existentes, razón por la cual unos  US$ 15 millones de ese presupuesto irán a parar a la manutención del antiguo Polar Star. Mientras más pronto la Guardia Costera pueda comisionar nuevos buques, más rápidamnte podrá evitar destinar fondos para reparar navíos obsoletos.

Aún después de que se produzca la adquisición inicial de tres nuevos rompehielos pesados, la Guardia Costera necesitará seis, para hacer frente a las exigencias planteadas por Rusia y China en el cuadrante ártico.

El proveer a la Guardia Costera con una flota más numerosa de rompehielos permitirá que la fuerza cumpla con la sentencia que acompaña a su misión: 'Semper paratus' -latín para 'Siempre Listos'; confrontando cualquier desafío que pudiere presentarse.



Artículo original, en inglés

 

Sobre James Di Pane

Di Pane se desempeña como asistente investigativo en el Instituto Davis para la Seguridad Nacional y la Política Exterior, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C. Sus informes son publicados regularmente en el sitio web The Daily Signal.