INTERNACIONALES : NICOLE ROBINSON

La normalización de los vínculos de Qatar con los Estados del Golfo, variable crítica para una región estable y segura

Arabia Saudí, los Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Egipto acordaron restaurar sus vínculos...

19 de Enero de 2021

 

Arabia Saudí, los Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Egipto acordaron restaurar sus vínculos con Qatar, en ocasión de celebrarse la 41a. edición de la Cumbre del Consejo para la Cooperación en el Golfo, hace casi dos semanas. El convenio consigna el final de una disputa que ha dividido a la región del Golfo Pérsico desde 2017.  

Consejo de Cooperación en el Golfo, Qatar, Arabia Saudí, Geopolítica, IránRematado con un 'caluroso abrazo' entre Mohammed bin Salman -Príncipe de la Corona de Arabia Saudí- y el Emir Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani -de Qatar-, los saudíes y sus aliados en el Consejo levantarán su bloqueo económico y diplomático contra el último país, reabrirán su espacio aéreo, terrestre y fronteras marítimas con los qataríes.

Las rispideces emergieron tras años de tensión entre Qatar y sus vecinos del citado Consejo de cara a numerosas temáticas, incluyendo el supuesto respaldo ofrecido por Qatar a la Hermandad Musulmana, Hamás y otras organizaciones extremistas de la región. A efectos de hacer frente a las preocupaciones de los miembros del Consejo, Arabia Saudí redondeó una serie de doce condiciones que habrán de ser tomadas seriamente por Qatar, previo a permitir su retorno a la organización. 

No queda claro aún si acaso Qatar ha acordado respetar esas demandas, pero el levantamiento del bloqueo y la restauración de los vínculos representan hoy un dolor de cabeza menos para Washington. 

Qatar hace de anfitrión para un aproximado de 10 mil tropas estadounidenses que se desempeñan en el Centro Combinado de Operaciones Aéreas en la Base Aérea Al Udeid, una de las más importantes bases aéreas de los Estados Unidos en el mundo. Washington ha podido equilibrar sus relaciones con Qatar y con otros socios del Consejo, pero la fractura ciertamente ha debilitado a ese órgano a la hora de hacer frente a la amenaza iraní y a la recuperación post-COVID-19. 

Esta victoria diplomática de Washington allana el camino hacia la plena reconciliación en el seno del Consejo y, con gran probabilidad, hacia la consolidación de un frente más unificado en el Golfo Pérsico. 

La amenaza consignada por Irán continuará, sin embargo, siendo un foco principal de conflicto, conforme los Estados del Golfo y Qatar avanzan. Sin conocerse aún una política articulada claramente por el Consejo, los Estados del Golfo fallan a la hora de condenar al unísono a Teherán. Arabia Saudí, Bahrein y los Emiratos Arabes Unidos han exigido se plantee una posición común para contener a la amenaza iraní, mientras que Omán, Kuwait y Qatar han mantenido vínculos más estrechos con los el régimen en Teherán. 

Los Estados del Golfo continuarán mostrando su desacuerdo en lo que respecta al modo de lidiar con Irán, pero los eventos registrados en el seno del Consejo podrían servir para construir una confianza superadora, la cual habilite a los Estados Unidos para perseguir una agenda basada en una cooperación militar, de seguridad y económica más robusta en el Golfo. 

La Administración Trump propuso la idea de una Aliana Estratégica en Oriente Medio, junto a los socios árabes de los Estados Unidos. El concepto primigenio de los estadounidenses, el cual involucró a la seguridad, la cooperación económica y la resolución de conflictos, generó un entusiasmo considerable. Sin embargo, el proyecto ha recibido escasa tracción, en virtud de las disputas en el seno del citado Consejo.

El resultado de la cumbre del Consejo de Cooperación en el Golfo ofrece un ambiente mucho más favorable para que los Estados Unidos desplieguen cimientos más sólidos, sobre los cuales podrá desarrollarse la Alianza Estratégica de Oriente Medio.  

Washington, no obstante, deberá trabajar junto a sus socios en Oriente Medio, a efectos de construir confianza, y de trabajar paso a paso con miras a la eventual consolidación de ese proyecto. Este marco conjunto impulsaría las intenciones americanas de propiciar seguridad y estabilidad regional, al tiempo que liberará a las fuerzas militares de EE.UU. para que puedan ser desplegadas en otras geografías.

Conforme la competencia incrementa su temperatura en el Golfo y en otros cuadrantes del globo, Estados Unidos tiene ahora una oportunidad para involucrarse positivamente a sus socios en el Golfo Pérsico, a través de un marco multilateral que fortalezca al Consejo, de cara a los desafíos que pueda, eventualmente, acercar el futuro.



Artículo original, en inglés

 

Sobre Nicole Robinson


Robinson se desempeña como asistente en investigaciones para el Centro Allison para Política Exterior, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.