Amén de tener que lidiar con la
aguda crisis del COVID-19, la
problemática economía de la Argentina está
colapsando, y, como suele suceder, el nudo de la
inflación está
asfixiando a los argentinos. La inflación oficial de la Argentina para agosto 2020 es de
40,70% anual. Y, como nunca antes, la tasa de inflación oficial del país está relativamente cerca de la tasa que quien esto escribe calcula a diario, recurriendo a
datos de alta frecuencia y a la teoría de paridad del poder de compra, metodología que desde hace mucho ha demostrado su validez al comparársela con las estadísticas oficiales. Hoy, medimos la tasa de inflación anual de la Argentina, y de allí surge que ésta se ubica en 37 por ciento, pero probablemente no por demasiado tiempo, en razón de que el
nudo inflacionario es generalmente seguido de una puerta que no abre.
Conforme lo declarara
Milton Friedman en su contribución al
New Palgrave Dictionary of Economics en 1987 respecto de la '
teoría cuantitativa del dinero' (
QTM, por sus siglas en inglés): '
La conclusión (de la QTM) es que los cambios sustanciales en los precios o en el ingreso nominal son casi siempre el resultado de los cambios en la oferta nominal del dinero'.
La forma del ingreso de la QTM establece que: MV=Py, donde “M” es la oferta de dinero, “V” es la velocidad del dinero, “P” es el nivel de precios, y “y” es el PIB real (ingreso nacional).
Utilicemos la QTM a efectos de formular algunos cálculos base, con miras a determinar cuál es la tasa de 'crecimiento de oro' para la oferta del dinero. Esto es la tasa de crecimiento del dinero amplio que permitiría que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) logre su objetivo de inflación. Calculo la tasa de 'crecimiento de oro' para la última década.
De acuerdo a estos cálculos, el crecimiento promedio anual del PBI a lo largo de la última década es de 1,38 por ciento; el crecimiento promedio anual de la Oferta Total de Dinero (M3) es de 32,47 por ciento; y el cambio anual promedio en la velocidad del dinero es de 0,87 por ciento. Utilizando estos valores, y siendo el objetivo de inflación del BCRA del 11 por ciento (el promedio de los objetivos de inflación del BCRA, entre 2010-2020), calculé que la tasa anual de 'crecimiento de oro' para la Oferta de Dinero Total de Argentina era de 11,51 por ciento.
En donde Tasa de crecimiento de oro = 11% + 1,38% - (0,87%) = 11,51%
La tasa de '
crecimiento de oro' esta representada en el gráfico inferior. Asimismo, se incluyen las tasas de crecimiento anual en la oferta total de dinero a lo largo de la última década, así como también el promedio, que es de 32,47 por ciento. Queda claro que el BCRA ha estado muy por encima de la tasa de '
crecimiento de oro' durante la última década.
En la actualidad, el crecimiento anual en la oferta del dinero se sitúa (por los cielos) en 53,71 por ciento —más de 40 puntos porcentuales por encima de la tasa de 'crecimiento de oro'.
Con el dinero creciendo a más de 50 por ciento al año, no debería sorprender que los argentinos traten a los
pesos como
papas calientes —ellos intentan canjearlos por dólares de los Estados Unidos, tan rápido como les sea posible. Al
estilo tradicionalmente argentino, el BCRA decidió, el pasado 15 de septiembre,
restringir aún más el acceso de los argentinos a los dólares estadounidenses en el mercado de tipo de cambio extranjero, tras mantener el límite de compras de dólares para ahorros en US$200 al mes, mientras que aumenta los impuestos que los ciudadanos pagan por las compras de dólares para pagar deudas de tarjetas de crédito o para ahorros, a un impresionante 35 por ciento.
En lugar de limitar la libertad de los argentinos de usar su
moneda preferida, esto es, el
dólar, l
a Argentina debería suspender al BCRA y al patético peso, destinándolos al interior de un museo.
Es hora de que, oficialmente, la Argentina dolarice. Y esto sería una tarea sencilla de cumplir. A pedido del entonces presidente
Carlos Menem, el
Dr. Kurt Schuler y quien escribe, preparamos '
Una propuesta de dolarización para la Argentina', publicado originalmente en inglés en
Friedberg’s Commodity and Currency Comments Experts’ Report (el 1 de febrero de 1999).
Aunque Menem no logró soltar el gatillo para dar pie a la dolarización en la Argentina, esta era posible en 1999 ,y hubiese funcionado adecuadamente, al igual que lo haría hoy. En rigor, le permitiría a la Argentina evitar el caos monetario, la inflación por los cielos, y las posteriores devaluaciones y defaults que han arruinado al país desde 1999.