POLITICA ARGENTINA: GONZALO IRASTORZA

Argentina y el COVID-19: prolegómenos de la pandemia, en una sociedad decadente y sin conducción

El mundo asiste a una crisis inédita.

01 de Abril de 2020

 

El mundo asiste a una crisis inédita. Uno de los tópicos que se discuten con recurrencia por estas horas remite al modo en que la República Popular China manejó la información relativa al COVID-19, y su evidente responsabilidad en esos fallos, de cara al resto del globo.

Alberto Fernández y Ginés González GarcíaSin lugar a dudas, la geopolítica compartirá una suerte de reconfiguración de magnitud, al aproximarse el cierre del ciclo de esta tragedia griega, la cual ha paralizado económicamente al orbe -y en medio de una replicación del crack de 1929, con sus imprevisibles consecuencias.
 
¿Cómo enfrentarse a este desafío? Por estos momentos, el mundo se debate ante tres posturas, en lo concerniente al avance del brote: cuarentena general, cuarentena localizada e inteligente, apertura total y normal funcionamiento. En efecto, no existen recetas mágicas, y parece evidente que no habrá vacuna contra el COVID-19, al menos hasta los albores del próximo año, 2021.
 
 
La Argentina y las reacciones frente a la pandemia
 
Una cuarentena total y que va para largo, ha sido la primera decisión de las autoridades en el orden doméstico. En principio, lo que parecía razonable para evitar el crecimiento exponencial del contagio, al transcurrir los días comienza a mostrarse como el proverbial remedio que se muestra como 'peor que la enfermedad'
 
El país empieza a certificar que sus sistemas pueden salir devastados ante la interrupción total del intercambio económico. La premisa básica de estas líneas es que debe procederse con la puesta en funcionamiento las condiciones para que el aparato económico nacional eche a andar nuevamente. En todo concepto, es falsa y maniquea la dialéctica planteada por la perspectiva oficial, la cual propone decidirse entre economía o vida. Naturalmente, no habrá mayor vida tras acontecer una destrucción total del sistema económico, que es el destino hacia el que hoy se dirige la República.

'En la Argentina, se tomó la medida extrema del confinamiento generalizado, que ahora se prolonga quince días, en tanto no se descarta el volver a hacerlo. Por cierto, muchos epidemiólogos del mundo desaconsejan enfáticamente esta estrategia, que desperdicia la posibilidad de beneficiarse de la inmunización de rebaño, y prefieren asegurar el blindaje de los grupos de riesgo. Por otro lado, mantener detenido el país tanto tiempo resulta catastrófico, no sólo para la economía sino también para la salud y la seguridad públicas', explica Agustín Monteverde. Al aislamiento ordenado -que acusa la excepción de las actividades esenciales-, se suman los imprudentes toques de queda y la declaración de pequeños 'Estados de sitio', planteados por fuera de la ley por numerosos intendentes de localidades centrales de la Pampa Húmeda, complicando y/o impidiendo el tránsito de contratistas, camioneros y productores vinculados al trabajo agropecuario. La postal comparte dantescas imágenes de ciudades sitiadas, con jefes comunales irresponsables y demagogos que, arrogándose poderes copiados de tiempos medievalistas, terminan subvirtiendo las operaciones de la única cadena productiva que aún funciona y obsequia resultados a la Nación. Colabora, en este contexto, la condenable inacción de gobernadores de provincia, de fuerzas policiales provinciales, y de un sistema de administración de justicia que se exhibe como un verdadero cartón pintado.
 
Estudios recientes desarrollados en los Estados Unidos de América consignan que el presente contexto podría derivar en un quiebre contundente de las PyMEs, luego de poco menos de un mes de cuarentena. En la Argentina, habremos de recordar, el letal golpe contra el complejo económico nacional tiene lugar hoy, tras dos años de extendida recesión y luego de más de diez de estancamiento: el PBI per cápita no crece desde 2009. La casta política y su recurrente planteo socialdemócrata que habla de 'proyecto nacional' es la principal empobrecedora desde 1983 a la fecha.

Se ha procedido a erigir un 'Estado presente', paquidérmico e ineficiente, cuyo costo merodea el 45% o el 50 % del Producto Bruto -habida cuenta de que, en términos históricos, el país ha sabido ser más eficiente, con un gasto público promedio en ningún caso superior al 25%. La ya evidenciada parálisis total del sistema productivo responde, como es obvio, a una excepcionalidad. Sin embargo, es consecuencia directa de la falta de inversión real en el sistema sanitario, acompañado ello de consabidas improvisación y negligencia consolidada desde la función pública. Al final del día, no deja de sorprender que algunos ciudadanos insistan en su deseo de residir en un 'Estado finlandés' con prestaciones comparables como las ofrecidas por el Estado en Costa de Marfil. La ciudadanía en su conjunto mantiene con impuestos y tributos, año tras año, a un aparato público intolerablemente oneroso y confesamente inservible. En tal contexto, el coronavirus expone, en limpio, la identidad de los responsables en el eventual colapso del sistema de salud pública.
 
 
La explosión de la inseguridad que se aproxima
 
Ya algunos medios de comunicación han comenzado a revelar que las cifras de decesos a causas del brote irán en aumento, a lo cual también contribuirá el colapso económico -el cual, de manera muy específica, cobra forma en los asentamientos precarios situados en la periferia de grandes núcleos urbanos. Habrá de subrayarse que, en tales geografías, reinan la informalidad y la precariedad más absoluta. En la práctica, se contabiliza a más de tres mil asentamientos carenciados, cuya población puede estimarse en más de tres millones de personas.

¿Qué sucedería, si se disparan allí, en simultáneo, variables como el quiebre sanitario y su correlato en el ámbito de la seguridad? Nadie conoce mejor la constitución sociológica del conurbano bonaerense que los jefes comunales peronistas y macristas, indistintamente. A ninguno de ellos escapa que los territorios que administran podrían convertirse en polvorines si, al mismo tiempo, no recibiesen ayuda económica de la Nación y no se reforzarse, de manera superlativa, el dispositivo de seguridad que ha comenzado a montarse para hacer frente a una emergencia desconocida (...) A diez personas, se las puede detener; a cien, también. Si son mil, la cosa se complica; y, si estallasen focos en distintos lugares al mismo tiempo, el conflicto podría llegar a topes dramáticos', ha señalado Vicente Massot
 
 
Al respecto de la penosa actuación de la prensa y los medios de comunicación
 
Los medios tradicionales de comunicación, por su parte, protagonizan centralmente una marcada mediocridad y uniformidad de pensamiento, azuzando al escarnio público a quienes osan u osaren 'violar' la cuarentena. En su funcionamiento periódico, fomentan una peligrosa adicción a la delación y a un espíritu policial tenebroso, a sus respectivas audiencias. Algunos podrían consignar que hasta George Orwell -autor de la novela distópica 1984- se enorgullecería frente a la facilidad con la que se reeduca a segmentos poco informados de la ciudadanía, para reconfigurarlos en obedientes soldados del 'Gran Hermano'.

Los comunicadores, desconociendo incluso cualquier atisbo de espíritu crítico, casi al unísono, pujan por dirimir quién comparte la declaración más elocuente para beneficiar con ella al Gobierno Nacional y a sus dignatarios, en tanto propician un discurso único que, supuestamente, habrán de seguir los ciudadanos.

Reconocidos comunicadores sociales presentan -prisioneros del delirio y la insensatez- al Presidente de la Nación como si se tratara de Julio César en las Galias, o a un Marco Aurelio en las épicas campañas de Germania. El disenso casi ha sido borrado del mapa; casi nadie se atreve a exponer que el Jefe de Estado, si se ha de recurrir nuevamente a analogías con la Antigua Roma, antes bien ha decidido proponerse como un Nerón, a poco de iniciar una danza en medio del fuego y las cenizas.
 

La sociedad argentina, en su cénit de decadencia
 
La réplica de la sociedad argentina frente a la pandemia -casi asumiendo sin chistar un pasaje sin escalas hacia el cataclismo- se muestra coherente con su funcionamiento tradicionalmente decadente.

Por citar un caso elocuente e hipócrita en todo alcance, de súbito, muchos hoy recuerdan que el país cuenta con fuerzas armadas. Sin importar que esos memoriosos selectivos han sido artífices directos -ya fuere por omisión, complicidad o acción directa- de la hecatombe moral y material de aquéllas. En pocas palabras, de lo que se trata es de un corpus social que lleva décadas inoculando una proposición socialdemócrata disfuncional y francamente enfermiza, en donde el orden de prioridades ha sido aniquilado: la combinatoria cumbia-reggaetón, Tinelli y fútbol era, para ese elemento, lo más importante.
 
En rigor, habrá que decir que la República Argentina no se encuentra hoy bajo amenaza sólo por la amplificación de la pandemia. Grandes porciones de la ciudadanía acusa hoy enfermedades más letales que el coronavirus. Entre estos males, habrá que citar a la ignorancia, la indiferencia, la tibieza, y la compañía perfecta de un progresismo endémico.

Muchos conciudadanos han preferido ignorar las glorias del pasado, y aniquilar las propias perspectivas de futuro; hoy, se exhiben sumidos en una negación absoluta de cualquier propuesta vinculada a la trascendencia y la unidad. Al mismo tiempo, han celebrado el tránsito hacia la más categórica insignificancia en el concierto de las naciones.

La supervivencia de la Argentina como Estado-nación tiene los días contados. Carl Schmitt supo sentenciarlo en modos lapidarios: 'Porque un pueblo haya perdido la fuerza o la voluntad de sostenerse en la esfera de lo político, no desaparecerá lo político del mundo. Lo único que desaparecerá, en tal caso, será un pueblo débil'.



Referencias

-Monteverde, Agustín. 'Lo que viene (aunque se viene) es un tsunami de emisión monetaria'; 29/03/2020.

-De acuerdo a un estudio desarrollado por JP Morgan que analiza, en base al movimiento bancario y de caja diaria (ingresos y egresos) de 570 mil pequeñas y medianas empresas estadounidenses, en ese país una PYME puede 'resistir' en promedio, y como máximo, 27 días sin facturación. El documento detalla que hay sectores que podrían 'aguantar' más y otros menos tiempos, con sus ingresos paralizados como consecuencia de la pandemia del coronavirus. CFR. Montenegro, Maximiliano. 'Cuántos días 'resiste' la PyME con facturación'; 29/03/2020.

-'Por eso, para la gente corta que gobierna nuestro país en las últimas décadas, la salud no existe. O es la oportunidad de hacer negocios: robar con los sobreprecios de los insumos médicos y brindar mal servicio para empujar a la población hacia la salud privada. Y lo poco que hacen es asistencial ('Inauguramos el Hospital X'), y no preventiva. Por eso, hace cuarenta años atrás, se enseñaba Higiene en primaria y secundaria; ahora, no. Por eso, antes, las personas se bañaban y, ahora, a veces sí, y a veces, no. Durante el siglo XXI, los gobiernos dejaron de costarnos un 25% del PBI, para pasar a costar el 50%. Lo que hemos tenido a cambio es despilfarro, políticos über ricos, y capitalismo de amigos billonarios que ponen fortunas en las campañas electorales. Por eso, la inversión en activos fijos (edificios de escuelas, hospitales, juzgados, comisarías; rutas, puertos y FFCC; centrales eléctricas) se ve deplorable. Porque no se ha invertido en su mantenimiento. Hoy, toda la Argentina luce como «12 monos»”. Speroni, Iris. '12 MONOS'; 23/03/2020.

-Massot, Vicente G. 'Los dilemas de la pandemia'; 26/03/2020.

-'Si bien el mundo se debate ahora en la posibilidad de testear masivas cantidades de personas para ver cuántos contagiados hay, existe un testeo gratuito que funciona muy bien. El kit del linchador jacobino que ya ha permitido identificar muchos casos positivos de delatores vecinales. Y los medios han sido vehículos infectos de esta locura. Gente que filma a otro saludando al vecino y lo manda a la tele... ¡y la tele lo transmite! Sabíamos que los medios masivos eran una cloaca; no pensábamos que estaba tan pútrida'. Mariani, Karina. 'El peligro de los linchadores jacobinos'; 29/03/2020.

-Schmitt, Carl. 'El Concepto de la Política'; S/D.


 
Sobre Gonzalo Irastorza

Gonzalo Irastorza es Licenciado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales (Universidad Católica Argentina). Su correo electrónico de contacto, aquí.