INTERNACIONALES: JUAN DAVID ESCOBAR CUBIDES

Colombia, frente al COVID-19: loable reacción del gobierno y la comunidad médica

En Colombia, los profesionales del rubro de la salud pública está haciendo frente...

23 de Marzo de 2020

 

En Colombia, los profesionales del rubro de la salud pública está haciendo frente a una novedosa enfermedad -la cual, además, era desconocida por ellos mismos. En principio, la misma fue declarada como epidemia; por estas horas, el COVID-19 se ha reposicionado como una alarmante pandemia. En tal sentido se ha expresado la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el país, al día de hoy se han confirmado 196 casos de coronavirus, en diferentes ciudades y departamentos.

Colombia, Nariño, Iván Duque, Coronavirus, COVID-19En Antioquia, hay 22 casos registrados; en Bogotá, 82; en Cundinamarca, 7; en el Valle del Cauca, 26; en Bolívar, 12; en Huila, 10; en el Norte de Santander, 8; en Risaralda, 8; en el Atlántico, 5; en el Quindío, 3; en Caldas, 3; en el Tolima, 3; en Santander, 2; en el Magdalena, 2; en el Cauca, 2; y, en el Meta, 1. A nivel mundial, el número de casos asciende a 242.488, distribuídos en 165 países. Y los decesos registrados se cuentan en el orden de los 9.865.

Las cifras se exhiben ciertamente alarmantes, aún cuando no resultan comparables frente a otras pestes que ha padecido la humanidad. Si bien es cierto que la situación actual reviste una gravedad de magnitud, no deja de ser certero recordar que, en su oportunidad, adquirieron una dimensión más devastadora la denominada peste negra de 1348 a 1361, que arrojó un saldo de 24 millones de muertos, equivalentes al 25% de la población de Europa y Asia. Otro tanto sucede con la tuberculosis, con su resultado estadístico superando el millón de muertes. De igual modo, el SIDA -que, según la OMS, hacia principios del año 1990, se había cobrado una cifra de 30 millones de infectados y 12 millones de muertos. No siendo menos grave, pero sí más reciente, la humanidad padeció el tenebroso Ébola, en el ciclo 2014-2016, contabilizándose 28.646 casos y 11.323 muertos. En idéntico orden, el H1N1 (gripe aviar) se cobró la existencia de 18.377 personas. Adicionalmente, distintos países en todo el mundo deben hacer frente a un aproximado de 200 epidemias con rigor anual.

¿Qué sucedió con el COVID-19? Tras dialogar quien esto escribe con distintos profesionales del rubro de la medicina -algunos de ellos, allegados a mi círculo de contactos-, la conclusión parece clara: no hubo diligencia y cuidado previo para evitar la propagación del virus en la República Popular China, ni en Europa, conforme la responsabilidad de las grandes potencias radicaba en contener de manera inmediata una epidemia llamada a mutar en pandemia, considerándose que tenían a disposición cuantiosos recursos y tecnología para hacerlo. En vistas de lo sucedido, el virus arribó a América Latina, y los gobiernos de la región no tuvieron otro camino que implementar medidas de corte preventivo, que operan en sintonía con las bien conocidas vicisitudes y necesidades del territorio.

Ahora, bien; no obstante la gravedad de la crisis sanitaria, es plausible concluir que las medidas tomadas recientemente por el gobierno de la República de Colombia, reúnen los parámetros de eficiencia, eficacia y efectividad a criterio de superar idóneamente la emergencia social. Verbigracia, en nuestro país, amén de acatar las recomendaciones preventivas de la OMS y de nuestros expertos médicos del orden nacional, se ha decretado -por parte del Ejecutivo Central- una acertada cuarentena de 19 días, con la proporcionalidad que amerita la calamidad nacional. A tal efecto, la Administración ha clausurado sus fronteras aéreas para vuelos internacionales durante treinta días; ha anticipado la devolución del IVA; ha suspendido la actividad de los bares. Positivamente, ha tomado también la determinación de destinar un billón de pesos colombianos en créditos para el sector agropecuario, lo cual les garantizará el ingreso a los campesinos de nuestro país -los más afectados en el concierto social-, con el propósito de que puedan llegar a las distintas centrales de abasto para, así, proveer los alimentos que la población demanda.

Dichos créditos podrán utilizarse para capital de trabajo, inversión y reactivación económica. Más aún, el Presidente confirmó que se garantizará un ingreso adicional a más de 2,6 millones de hogares de Familias en Acción, y que habrá un giro para, aproximadamente, 204 mil estudiantes de bajos recursos que hacen parte del programa Jóvenes en Acción. Frente a la devolución del IVA, el mismo se hará efectivo a partir del 8 de abril, y los beneficiados, que serán la parte más vulnerable de la población, estarán en los programas de Familias en Acción y del Adulto Mayor. Y, al respecto de los bares, estos habrán de cerrar preventivamente, hasta el 15 de abril. Sin lugar a dudas, las medidas tomadas son acertadas y asertivas, a fin de mitigar los efectos colaterales del COVID-19. Y no es poco.

Acto seguido, será lícito consignar el carácter y el liderazgo demostrado por nuestra comunidad médica. Los médicos de Colombia han sabido tomar la iniciativa, concientizando al público frente a la crítica importancia de mantener los parámetros y cuidados de salubridad necesarios para evitar la propagación del virus. La pedagogía, la atención y el compromiso de nuestros médicos han sido monumentales. En tal sentido, hemos observado con agrado el anuncio de la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, quien confirmara la primera importación de 50 mil tests PCR RT de COVID-19 desde Corea del Sur, un producto llamado Allplex de SEEGENE, que devuelve auspiciosos resultados en un lapso de cuatro horas. Datos que certifican que Colombia se ubica a la vanguardia de las más idóneas prácticas mundiales con la meta de mantener a raya al coronavirus.

Adenda: la reacción del Gobierno y el compromiso desmedido de nuestros médicos merecen la más sincera congratulación de parte de la ciudadanía, al tiempo que bien se han ganado el más elevado de los reconocimientos. Desde luego que no es sencillo lidiar con una pandemia desconocida para la comunidad de profesionales. Aún cuando es bien conocido que la humanidad ha sabido capear pestes peores -Ébola, H1N1, Dengue, entre otras-, habrá de quedar claro que el coronavirus no será una excepción. Nuestra responsabilidad social radica en acatar, disciplinada y ordenadamente, tanto las recomendaciones médicas como las medidas sanamente adoptadas por el Gobierno Nacional, aunque sin caer presas del pánico, conforme allí, precisamente, reposa el sentido de la superación: los verdaderos líderes se conocen en la adversidad.


 
Sobre Juan David Escobar Cubides

Escobar Cubides reside en Medellín (Colombia), y se desempeña como Editor político en el sitio web Al Poniente, colaborando también con análisis sobre la realidad política colombiana en otros medios de comunicación de la región.