Al respecto del asesinato de Soleimani
Estados Unidos se encuentra ahora en guerra con Irán...
Estados Unidos se encuentra ahora en guerra con Irán, en un conflicto que fácilmente podía haberse evitado, y que no terminará bien. No habrá declaración oficial de guerra desde ninguna de las partes, aunque el asesinato del Comandante General de la Fuerza Quds iraní, Qassem Soleimani, y de Abu Mehdi Muhandis -cabecilla de Kata’ib Hezbolá- por la acción de un drone de ataque en su versión Reaper en Baghdad modificará el extendido conflicto entre ambas naciones, llevándola a su cénit. Irán no puede tolerar que el homicidio de un oficial militar de carrera carezca de respuesta, ni aún cuando no está en capacidad de confrontar militarmente, y de manera directa, con los Estados Unidos de América. Pero habrá represalias, y el sospechado empleo de subsidiarios o proxies por parte de Teherán -a efectos de escenificar ataques limitados- ahora será reemplazado por acciones más perjudiciales que directamente serán atribuídas al gobierno iraní. Conforme Irán cuenta con significativos recursos a nivel doméstico, uno podría esperar que la totalidad de la región del Golfo Pérsico sea desestabilizada.
Y también está la cuestión de la carta terrorista, la cual se pondrá en marcha. Irán contabiliza una extendida diáspora en gran parte de Oriente Medio, dado que ha sido amenazado por Washington durante muchos años, y la misma ha tenido un tiempo prudencial para prepararse para combatir en una guerra en las sombras. Ningún diplomático, soldado e incluso turista estadounidense alguno deberá considerarse seguros desde ahora; más bien, al contrario. Se inaugurará una 'temporada abierta' para la caza de estadounidenses. Estados Unidos ya ha ordenado una evacuación parcial de su embajada en Bagdad, en tanto ha advertido a todos los ciudadanos de su país que abandonen esa nación, en lo inmediato.
Donald Trump llegó a la victoria electoral en 2016, bajo la promesa de poner fin a las guerras inútiles en Oriente Medio pero, ahora, ha probado claramente que ha mentido. En lugar de explorar mecanismos para una detente, una de sus primeras acciones coincidió con poner fin al acuerdo nuclear con Irán (denominado, por sus siglas en inglés, JCPOA), reintroduciendo sanciones contra Teherán. En un sentido, desde el inicio, Irán ha consignado una excepción para la promesa antibélica de Turmp, postura que razonablemente podría atribuírse directamente a su incestuosa relación con la comunidad israelí en los Estados Unidos, que emergiera, en particular, de las explícitas necesidades del belicista primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Trump tiene toda la responsabilidad sobre lo que sobrevendrá. Predeciblemente, neoconservadores e israelíes celebran el resultado, con Mark Dubowitz -del instituto pro-israelí Fundación para la Defensa de las Democracias, FDD- enalteciendo: 'Es mucho más que bin Laden (...) un golpe masivo contra el régimen iraní'. Las credenciales de Dubowitz como 'experto en Irán' son, en el mejor de los casos, dudosas. Sin dudas, Qassem Soleimani era carismático, y muy popular en Irán. Era una poderosa figura militar en toda la región, oficiando de contacto primigenio para subsidiarios o proxies en el Líbano, Siria e Irak. Pero lo que Dubowitz no comprende es que nadie en una jerarquía militar es irremplazable. Los asistentes de Soleimani y altos funcionarios pertenecientes al ministerio de inteligencia ciertamente son más que capaces de suplirlo, continuando sus políticas..„
En rigor, la serie de ataques ingenuos iniciados por los Estados Unidos durante la pasada semana solo lograron bloquear la partida de las fuerzas armadas estadounidenses de la región. El Pentágono y la Casa Blanca han estado insistiendo en que Irán estaba detrás de los ataques perpetrados por Kata'ib Hezbolá contra una instalación estadounidense que luego motivó el ataque por parte de Washington contra supuestos objetivos en forma de milicia, en Siria y también en el seno de Irak. Aún cuando la presencia militar estatounidense es una invitada por parte del gobierno iraquí, Washington se adelantó con su ataque, siendo que el primer ministro de Irak, Adil Abdul-Mahdi, dijo 'No'.
A criterio de justificar sus acciones, Mark Esper, Secretario de Defensa, llegó a insistir en que 'Irán está en guerra con el mundo entero', clara demostración de qué tan ignorante el equipo de la Casa Blanca en realidad es. Como es característico, el gobierno de los Estados Unidos no ha proporcionado evidencias a la hora de probar el involucramiento de Irán o de Kata'ib en los recientes desarrollos. Sin embargo, luego del ataque que terminó con la vida de 26 soldados iraquíes, las masivas manifestaciones de ciudadanos contra la embajada americana en Bagdad se volvieron inevitables. Esas expresiones también fueron atribuídas a Irán por Washington, sin importar que, sin lugar a dudas, los presentes en las marchas eran ciudadanos iraquíes.
Ahora que Estados Unidos ha matado a Soleimani y a Muhandis con un ataque con un drone en el aeropuerto de Bagdad, acción sancionada sin la aprobación del gobierno de Irak, resulta también inevitable que el primer ministro solicitará que las fuerzas estadounidenses abandonen el país. A su vez, ello volverá insostenible la posición del remanente de tropas estadounidenses en la vecina Siria. De igual manera, forzará a otras naciones de la región a reevaluar su carácter de anfitrionas de soldados, marineros y elementos de la fuerza aérea estadounidenses, en virtud de las consecuencias difíciles de anticipar. Queda claro ahora que Washington, ingenuamente, ha dado inicio a una guerra que no sirve a los intereses de nadie.
La sangre de ciudadanos estadounidenses, iraníes e iraquíes que perecerán en las próximas semanas mancharán las manos de Trump, conforme esta guerra nunca fue inevitable, y tampoco sirve al interés americano. Seguramente, se convertirá en una debacle, así como también en devastación para todas las partes involucradas. Y, perfectamente, podría consignar el fin de las aspiraciones imperiales de los Estados Unidos en Afganistán, Irak, Siria y Libia. Esperemos que así sea.
Artículo original, en inglés, en éste link | Traducido y republicado con permiso del autor, y del sitio web American Herald Tribune (Estados Unidos)
Especialista en contraterrorismo; ex oficial de inteligencia militar de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA). Se desempeña como columnista en medios estadounidenses, y como Director Ejecutivo en el Council for the National Interest. Giraldi es colaborador frecuente en Unz.com, Strategic Culture Foundation y otros. En español, sus trabajos son sindicados con permiso en El Ojo Digital.